Detrás del portón verde donde se encuentra el pequeño agujero que nos muestra una de las más bellas vistas de Roma, está el Palacio de la Soberana Orden de Malta, que hoy abre sus puertas a Infovaticana.
Una fila de turistas que esperaban su turno para asomarse al «buco della Serratura», conocido como el «Secreto de Roma» me advirtió que ya había llegado. Detrás del portón verde donde se encuentra el pequeño agujero que nos muestra una de las más bellas vistas de Roma, está el Palacio de la Soberana Orden de Malta, que hoy abre sus puertas a Infovaticana.
Entro en el número cuatro de la Piazza de Cavalieri de Malta, donde me esperan Valérie Guillot y Marianna Balfour -de la oficina de Prensa-, que amablemente me enseñan la iglesia, los jardines y la Villa Magistral, sede del gobierno de la Soberana Orden de Malta desde 1834 que goza de derecho de extraterritorialidad.
La Soberana y Militar Orden Hospitalaria de San Juan de Jerusalén, de Rodas y de Malta fue fundada en el siglo XI en Jerusalén. Compuesta por caballeros que al inicio eran en su mayoría franceses, aunque más tarde se internacionalizó llegando hasta España, Italia y Alemania.
Es una de las más antiguas instituciones de la civilización occidental y cristiana, fundada como orden religiosa de la Iglesia católica desde 1113. Mantiene relaciones bilaterales con más de cien Estados y con la Unión Europea y se define como neutra, imparcial y apolítica. Su lengua oficial es el italiano y el idioma diplomático es el inglés y también el francés.
A día de hoy está presente en 120 países y se compone de doce Prioratos, 48 Asociaciones nacionales, 133 misiones diplomáticas, una organización de ayuda internacional y 33 cuerpos nacionales de voluntarios, así como de numerosos hospitales, centros médicos y fundaciones especializadas.
Santa María de Aventino, una de las iglesias más antiguas de Roma
Lo primero que visitamos es la iglesia, Santa María de Aventino, construida en el siglo VIII y restaurada por Giovanni Battista Piranesi. Se trata de una de las más antiguas de toda Roma, en su origen propiedad de los monjes benedictinos.
En el siglo XII pasó a formar parte de los caballeros templarios, hasta el año 1310, cuando todo el terreno (el palacio, los jardines y la iglesia) se cedió a los Caballeros de San Juan. Los caballeros fueron inicialmente llamados Caballeros Hospitalarios. También respondían al nombre de Caballeros de San Juan, en referencia al Santo Patrón de la Orden, así como Giovannitio Gerosolimitani, en referencia a Jerusalén.
La Orden de Malta se funda sobre cuatro pilares: La hospitalidad, su carácter religioso, carácter militar y soberanía. La soberanía de la Orden de Malta se reconoce en 106 países. Según me explica Valeríe, la actividad diplomática sirve a la Orden para gestionar la parte humanitaria. De manera que si existe la figura de un embajador, se puede desarrollar con mayor eficacia una asociación local y una base humanitaria en dicho país. Por eso es necesario conservar su carácter soberano.
Durante el siglo XIV la Orden se convirtió en una institución internacional. Cada persona que llegaba a la isla de Malta o de Rodas hablaba su propia lengua, por ello se decidió construir diferentes albergues o pensiones, cada una con un idioma diferente. De esta manera, cada persona que llegaba para formarse durante los dos años requeridos para convertirse en miembro de la Orden, se alojaba en el albergue que correspondía a su país.
Los miembros de la Orden que llegaron a Rodas, así como los estamentos de la Orden, se agruparon a principios del siglo XIV de acuerdo con los idiomas que hablaban. Fueron inicialmente siete «Lenguas»: Provenza, Auvernia, Francia, Italia, Aragón (y Navarra), Inglaterra (con Escocia e Irlanda) y Alemania. En 1462 Castilla y Portugal se separaron de la Lengua de Aragón y formaron conjuntamente la octava Lengua.
En el siglo XVI, la Lengua de Inglaterra fue suprimida y posteriormente, en 1782, restablecida de modo provisional bajo el nombre de Lengua Anglo-Bávara.
El Palacio del Aventino
Dejamos atrás la iglesia y llegamos a la puerta de entrada de la Villa. Un cartel nos advierte del peligroso perro que custodia el terreno, aunque al pasar la reja el animal estaba demasiado ocupado en buscar los primeros rayos de sol de la mañana como para amenazar a los intrusos.
Atravesamos un bonito patio empedrado y llegamos a la entrada principal de la Villa, que funciona como embajada del Priorato de la Orden ante la República Italiana y como punto de encuentro de sus órganos de gobierno y el lugar donde se deciden sus asuntos institucionales y diplomáticos.
En la primera planta se encuentra la sala del Capítulo General, donde se celebra la Asamblea Suprema de los Caballeros cada cinco años, que se convoca para elegir a los miembros del Soberano Consejo, los del Consejo de Gobierno y los miembros del Tribunal de Cuentas.
Aquí también se reúnen para aportar eventuales modificaciones a la Carta Constitucional y al Código y para tratar argumentos de relieve como el estado espiritual, las actividades humanitarias y las relaciones internacionales de la Orden.
La Constitución de la Orden de Malta -que a día de hoy se está actualizando- establece que la persona elegida para ser Gran Maestre debe presentar, entre otros requisitos, cuatro títulos nobiliarios por parte de padre y madre y ser mayor de 70 años. En mayo de 2018 los miembros del Consejo Pleno de Estado eligieron a Frey Giacomo Dalla Torre del Tempio di Sanguinetto tras la renuncia de su predecesor, Frey Mathew Festing.
La Orden está compuesta por Gobierno, formado por el Gran Maestre, cuatro ministros y un Soberano Consejo formado por seis miembros. Además, cuenta con 13.500 miembros repartidos por varios continentes y con 80.000 mil voluntarios que operan en los países donde la Orden tiene presencia.
El Secreto de Roma, al otro lado
Más tarde pasamos al jardín, y pude ver el secreto de Roma, al otro lado. Resultó curioso asomarse a la cerradura y ver un ojo y varias personas esperando en una cola.
Ayuda a Infovaticana a seguir informando
gracias Almudena. has hecho un buen trabajo
Conviene recordar, que , gracias a Francisco, el cardenal Burke y el soberano de la orden de Malta fueron echados.
Y que está a cargo de su administrador un repartidor de preservativos y asociado a la masonería.
La orden de Malta dejó de ser “soberana”.
Si Santa María del Aventino es realmente del s. VIII, no pudo ser construida por Piranesi porque éste vivió en el s. XVIII, es decir, mil años más tarde. Piranesi lo que hizo fue resturarla.
En cualquier caso, como dice el «Señor X», buen trabajo y, añado yo, bonitas fotos
La orden ya no es Soberana. Dejó de serlo cuando el Papa echó a su Gran Mestre, para poner a un títere.