(Barbara Castelli/Vatican News)- Todos pasamos por fases de «desolación», «momentos oscuros» en los que las cosas parecen perder sentido, pero es entonces cuando los cristianos deben «perseverar» para «alcanzar la promesa» del Señor, sin «dejarse caer» o «retroceder». En la Misa celebrada en Santa Marta, el Papa Francisco parte de la primera lectura de hoy (Heb 10, 32-39) para reflexionar sobre el sentido de la perseverancia en el camino de la vida. El autor de la Carta a los Hebreos «habla a los cristianos que atraviesan un momento oscuro», un momento de persecución, así como todo individuo atraviesa fases de desánimo, «cuando no se siente nada» y hay una especie de «desapego en nuestra alma». Momentos de desolación experimentados por Jesús mismo.
“La vida cristiana no es un carnaval, no es una fiesta y alegría continua; la vida cristiana tiene momentos hermosos y momentos feos, momentos de tibieza, de desapego, como he dicho, donde todo no tiene sentido…. el momento de la desolación. Y en este momento, tanto por las persecuciones internas como por el estado interior del alma, el autor de la Carta a los Hebreos dice: «Sólo se necesita constancia. Sí. Pero la constancia, ¿por qué? “Ustedes necesitan constancia para cumplir la voluntad de Dios y entrar en posesión de la promesa”. Constancia para alcanzar la promesa”.
En su catequesis, el Papa Bergoglio se centró en dos elementos, una especie de «receta» contra la desolación: la memoria y la esperanza. Como el apóstol, señala que ante todo hay que recordar los momentos hermosos: «los días felices del encuentro con el Señor», «el tiempo del amor». Y, en segundo lugar, tener esperanza en lo que se nos ha prometido. La vida se compone de esto, reconoce al Pontífice, momentos hermosos y otros feos, lo importante es no «dejarse caer», no «retroceder» en fases de dificultad.
«Resistir en los malos tiempos, pero una resistencia de memoria y esperanza, una resistencia con el corazón: el corazón, cuando piensa en los buenos tiempos, respira, cuando mira a la esperanza, también puede respirar. Eso es lo que debemos hacer en tiempos de desolación, para encontrar el primer consuelo y la primera consolación prometida por el Señor».
Finalmente, el Papa Francisco recuerda su viaje apostólico a Lituania, en septiembre de 2018, y cómo le impresionó el coraje de tantos cristianos, de tantos mártires que han «perseverado en la fe».
«Aún hoy, muchos, muchos hombres y mujeres están sufriendo por la fe pero recuerdan el primer encuentro con Jesús, tienen esperanza y siguen adelante. Éste es un consejo que el autor de la Carta a los Hebreos da para los momentos también de persecución, cuando los cristianos son perseguidos, atacados: tengan perseverancia».
Y aun «cuando el diablo nos ataca con tentaciones», concluye, «con nuestras miserias», debemos «mirar siempre al Señor», tener «la perseverancia de la Cruz recordando los primeros bellos momentos de amor, del encuentro con el Señor y de la esperanza que nos espera».
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Quien ha dado pie a que pensemos que“La vida cristiana es un carnaval, una fiesta y alegría continua”, ahora dá marcha atrás. Bueno, nunca es tarde.
Y los católicos fieles chinos, a los que ha dejado abandonados, también le impresionan??
Por lo que se vio en Panamá , la vida es un carnaval con el papa muy satisfecho
Me parece muy razonable y cristiano todo lo que dice.Está el gozo del Espíritu Santo pero también la cruz.Recuerdo que en su primera homilía el Papa Francisco puso el énfasis en la cruz.
Alabado sea el Sagrado corazón de Jesús en quien hemos puesto nuestra confianza.
Nunca jamas un paso atras, en las buenas y en las malas, solo la fe y el amor a DIOS, es nuestro exito y triunfo final, lo que vale en esta tierra, la vida eterna junto al Todo Poderoso.