Cardenal Kasper: «Una renuncia forzada de Francisco sería inválida»

Cardenal Kasper: «Una renuncia forzada de Francisco sería inválida»

El ‘teólogo de cabecera’ de Su Santidad, el cardenal alemán Walter Kasper, ha advertido en una entrevista concedida al italiano Il Fatto Quotidiano que «una renuncia forzada» del Papa «sería inválida». ¿Qué nos quiere decir enunciando lo que todo el mundo sabe?

 

Kasper lleva dando marcha atrás desde que apareció en un reportaje de la televisión alemana sobre los abusos de curas pederastas para alertar contra una «conjura» que estaba cociéndose contra el Papa, a quien oscuras fuerzas quieren derrocar. Debía de haber supuesto que un cardenal, menos aún uno tan próximo al corazón del Santo Padre, no puede hablar alegremente de conspiraciones sin aclarar mínimamente quién y cómo.

Por eso ahora, en una entrevista concedida al diario italiano Il Fatto Quotidiano, Kasper está dando la marcha atrás, asegurando que él nunca pronunció la palabra ‘complot’. Sin embargo, cuando el periódico le pregunta por quién puede estar interesado en obligar al Papa a abdicar, Kasper contesta que «la respuesta se encuentra en Internet, en sitios católicos en italiano, alemán, inglés…».

Como teoría de la conspiración, la idea de que un puñado de tipos con sitios de información más que modestos, conocidos solo en el mundillo de la opinión católica más especializada y sin apenas medios ni grandes apoyos, deja bastante que desear.

Hay, pues, algo extraño en la insistencia de Kasper en este sentido, como la hay en el hecho de que se sienta impelido a recordar al periodista que «una renuncia forzada» del Papa «no sería válida». Ninguna decisión forzada lo es, en ningún ordenamiento jurídico; no hace falta ser precisamente un experto canonista para conocer esa obviedad.

Kasper contrapone esa supuesta e hipotética «renuncia forzada» la decisión que tomó en su día Benedicto XVI que, esta sí, se hizo «con plena libertad». ¿Está proyectando el cardenal, inspirador de la polémica exhortación Amoris Laetitia?

Benedicto XVI ha señalado en varias ocasiones que su decisión fue libre, respondiendo incluso con cierta áspera irritación a lo repetido de la cuestión. Pero si Kasper quiere una conspiración con todos los mimbres para una buena novela policiaca, pocas como aquella en la que él mismo fue partícipe, la célebre ‘mafia de San Galo’, que apenas hizo un secreto de sus intenciones de sustituir al Papa Ratzinger por otro pontífice más «inclinado» a llevar a cabo las reformas y la ‘apertura al mundo’ que los ‘conjurados’ deseaban.

El caso no solo ha sido descrito con suficiente detalle por sus partícipes, especialmente por el que podría llamarse el líder del grupo, el cardenal belga Godfried Danneels, arzobispo emérito de Malinas-Bruselas. ¿Es eso lo que Kasper quiere que se olvide?

Después de identificar vagamente a los conjurados en anónimos blogueros, Kasper es interrogado sobre el cómo, preguntándole el periodista si «corren dossiers» por las salas vaticanas, pero el cardenal se escurre como puede: él es solo un teólogo, no tiene acceso a esos dossiers.

Kasper dice no haber comentado nunca con Francisco el asunto del supuesto complot, lo que es raro si cree en él, y elogia efusivamente la decisión «humilde, generosa y valiente» de Benedicto al renunciar al Papado. Quizá por sus muchas ocupaciones teológicas no recordó añadir que, en el momento posterior a la renuncia de Ratzinger el propio Kasper conminó al Papa Emérito que no tratara de influir en la decisión de los cardenales próximos a reunirse en el cónclave que eligió a Francisco.

En una entrevista concedido al diario La Repubblica, recuerda Maike Hickson en LifeSiteNews, Kasper declaró que existía «un gran peligro de que el liderazgo de la Iglesia sufra bajo su influencia». El cardenal alemán añadió que, ya que había decidido renunciar, debía apartarse «y no influir en el liderazgo y la política eclesiales».

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