Un demandante anónimo ha presentado en los tribunales una denuncia contra el cardenal Kevin Farrell por no informar de su abuso sexual continuado a manos de un sacerdote ni a Roma ni a la junta diocesana de supervisión.
Un feligrés anónimo (‘John Doe’, como es costumbre llamarles en la práctica jurídica americana) ha presentado una demanda contra la Diócesis de Dallas por ignorar su denuncia de abusos sexuales continuados a manos del padre Timothy Heines. El obispo era entonces Kevin Farrell, ahora prefecto del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, el mismo que se mostrara ‘conmocionado por la sorpresa’ al conocer la pederastia del ex cardenal McCarrick tras seis años de vivir con él.
Doe tenía 12 años cuando empezó a oficiar como monaguillo para Heines en 1998. El sacerdote, elegido por Farrell como capellán del consejo local de los Caballeros de Colón, comenzó a tomar fotos del niño sin camisa y en poses provocadoras -fotos que fueron entregadas como prueba a la diócesis-, antes de escalar a acciones más directas de caricias genitales, incluyendo un asalto mientras dormía en hotel, informa Church Militant.
En septiembre de 2015, Doe se reunió con la entonces canciller de la diócesis, Mary Edlund, para denunciar el caso e informar sobre otras víctimas de Heines. Tras una investigación, Farrell se reunió con Doe y le aseguró que retiraría al sacerdote del ministerio activo.
Pero cuando el obispo tuvo que declarar en público sobre las causas de la remoción de Heines, habló de «graves violaciones de límites con adultos», e hizo hincapié en que se trataba de relaciones consentidas. Es decir, se negó a admitir que estaba hablando de un abuso antiguo, iniciado cuando la víctima tenía 12 años. Esto le permitió no informar del caso a la junta diocesana de supervisión ni dar parte a la Congregación para la Doctrina de la Fe, lo que es obligado cuando el caso afecta a un menor.
Pero el album de fotos es una prueba innegable, la base para acusar a Farrell. Pero la versión oficial de la diócesis es que el abuso propiamente dicho no llegó hasta que Doe había alcanzado ya la veintena, y que lo anterior había sido un remedo de relación ‘paternofilial’ entre el sacerdote y el niño, posteriormente traicionada.
Ayuda a Infovaticana a seguir informando
Dollan ha vivido con los dos mayores depredadores sexuales de la historia de la Iglesia: Marcial Maciel y McCarrick. Nos quiere vender que no sabía nada y que se enteró por la prensa, como hacen todos los malvados. No caerá, pues Francisco lo sostiene. Francisco sabe que sabe, también de Francisco. Mutuamente se apoyan, como los edificios de los cascos viejos, para no caer ambos.
Éste estaba hace apenas días peloteando por megafonía a los jóvenes congregados en la JMJ de Panamá y, sobre todo, al capo dei tutti capi. Viendo día tras día lo que les importan el alma, el corazón y el cuerpo de los niños y jóvenes a estos carcamales con faldones ya no me quedan dentro tripas que revolver. ¡¡¡Hasta un satírico pagano como Juvenal entendía que «Maxima debetur puero reverentia»!!!
En la foto, por cierto, Farrell aparece pontificando en la iglesia okupada por la opaca UCAM, adonde confluye desde hace veinte años todo lo más oscuro de esta logia nefasta con la que el Señor está probando a fuego nuestra fe como en un inmenso crisol.