El Papa critica que se critique y fulmina contra los que fulminan. No es la primera vez; de hecho es uno de sus temas recurrentes, aún más que la ecología y la inmigración, y desde la aparición del Testimonio Viganò se ha hecho obsesivo.
En esta ocasión se ha tratado de un ‘excursus’ cuando se dirigía a los obispos centroamericanos reunidos en la iglesia de San Francisco de Asís en Ciudad de Panamá. «Me preocupa cómo la compasión ha perdido centralidad en la Iglesia, incluso en grupos católicos, o está perdiendo, para no ser tan pesimistas. Incluso en medios de comunicación católicos la compasión no está, el cisma, la condena, el ensañamiento, la valoración de sí mismo, la denuncia de la herejía… No se pierda en nuestra Iglesia la compasión y que no se pierda en el obispo la centralidad de la compasión».
Este discurso, leído en los primeros días de su pontificado, podría conmovernos, aunque nos llenaría de perplejidad saber que la «denuncia de la herejía», que siempre se ha considerado una de las acciones más misericordiosas por cuanto supone librar a las almas cristianas de una infección perversa. Pero vamos ya cerrando el sexto año de gobierno de la Iglesia y hemos vivido lo suficiente para saber que, en boca de Francisco, la omnipresente misericordia tiene un significado curiosamente acotado y una rígida dirección.
El flamante explicador papal, Andrea Tornielli, se ha encargado de la glosa en una entrevista concedida a Vatican News (yo me lo guiso, yo me lo como): «Se refiere a la falta de compasión, también en la Iglesia, y ha centrado en los medios de comunicación porque tenemos algunos medios de comunicación católicos que juzgan a la gente, no usan la misericordia, no usan la compasión. Es un problema, porque la actitud de Jesús es totalmente diferente: la suya es la de estar cerca a la gente con su compasión y misericordia».
¿Cerca de qué gente? Esa es la cuestión. Francisco está indudablemente cerca de los africanos que llegan en oleadas a Europa, pero no tanto con los que salen -cerca de tres millones- de Venezuela. Confiesa no ser nadie para juzgar a monseñor Ricca y sus indiscretos devaneos homosexuales, pero juzga a mansalva a los católicos corrientes con floridos epítetos como «viejas comadres», «cristianos de corazón agusanado», «cortesanos leprosos», «cristianos derrotados», «sacerdotes vanidosos», «elitistas-pesimistas», «caviladores moralistas», «desgranadores de rosarios», «alérgicos a la predicación», «llorones», «tiradores de la Inquisición», «absorbidos por sí mismos», «débiles hasta la putrefacción» y un interminable etcétera que invariablemente va dirigido solo a sus hijos.
¿Cerca de la gente? Uno empieza a sospechar que esa ‘gente’ de la que está cerca es el pueblo de hace medio siglo, los sesentaiochistas y los Niños de las Flores del Postconcilio. Porque su enfrentamiento con el Gobierno italiano, especialmente popular en sus posturas más aborrecidas por Su Santidad, le opone en la propia Italia con una mayoría de los fieles practicantes. Lo mismo puede decirse de él -y de la jerarquía, servil y adaptable en esto como en ningún otro pontificado- en Estados Unidos, en Brasil, en Venezuela, en Honduras y en muchos otros sitios.
La jerarquía eclesiástica que, más que seguirle, le imita no ha usado la misericordia, sino una firmeza tajante e intransigente, con obispos de piedad tradicional o con pujantes órdenes y congregaciones nuevas que han caído, a sus ojos, en el imperdonable pecado de una supuesta ‘rigidez’.
Así las cosas, y como la Iglesia no nos pide que nos arranquemos los ojos para no ver ni que renunciemos a nuestra razón para pensar, no podemos dejar de sospechar que cuando se refiere al «ensañamiento» de los medios que «denuncian herejías» se está refiriendo, sin más, a cualquier publicación que ose elevar una crítica o no jalee su personalísima manera de ejercer el poder en la Iglesia.
Ayuda a Infovaticana a seguir informando
El insultador mayor de los católicos, el acusador mayor de los católicos, el perseguidor mayor de los católicos, quiere que tengamos compasión con él, una compasión que no se la ha ganado, pero que, a pesar de todo, creo que tenemos. Nos da mucha pena una persona que va derecha al infierno sin que nadie, ningún cardenal u obispo, salvo Viganó, le diga que tiene que convertirse y reparar el inmenso daño causado.
Cuanta Verdad en tus palabras !
Francisco tiene razón en una cosa al menos: en que la compasión no está en «Religión Digital». Alguno me podrá aducir que «Religión Digital» no es un medio católico, y seguramente acertaría. Al final lo único objetivo es que RD se ha caído (o Javier Rojo la ha tirado) de la portada de su concurrida casa madre «Periodista Digital», y no creo que ni siquiera Bergoglio derrame una sola lágrima por ello, ¿verdad?
Uy…otro vendiendo trocitos de cielo y de infierno…
Pues….reparte Martín y deja pa ti… jijijijijijiji
Donde falta compasión es en sus palabras, vacuas y llenas de rencor y resentimiento.
El primer acto de compasión de un Pastor es decir y enseñar la Verdad.
Con claridad para iluminar !!
Y……
Palabras vacías y llenas de rencor las tuyas, se nota que estás obsesionado con hablar mal del Santo Padre. ¡Dios te perdone!!!
Antes de mirar la mota en el ojo ajeno, debería prestar atención a la viga en su propio ojo. No tuvo la más mínima compasión con Monseñor Aguer y ahora pide compasión para sí. Vaya descaro.
Desde luego con este artículo dais toda la razón al Papa Francisco (dulce Cristo en la tierra). Ojalá aprendamos a ser humildes y mansos de corazón. Sois un medio que hacéis mucho daño y que estáis a años luz del Evangelio. Dios os perdone!!!
Hombre, dulce, lo que es dulce… los paparajotes de mi tierra.
Este tío se pasó diez pueblos !
La critica a » la denuncia de la herejia » es «confesión de parte «.
Un Sucesor de Pedro que cuestiona se denuncie la herejía es algo nunca visto.
Y los Cardenales y Obispos que lo rodean y adulan, son tan perversos como él.
Que asco !!!
Papa Francisco.
Quiere compasión??
Vuelva a la Tradición, sepárese definitivamente de los enemigos de la Iglesia. Responda las dubias. Hable con claridad y contundencia de una sola vez sin que tenga que haber alguien que salgan a interpretar lo que quiso o no decir cada vez que habla.
De la vida por la Verdad.
Si usted se compadece de la Iglesia y predica la sana doctrina, el pueblo fiel le seguirá.
Compasión con la herejía, con el abuso de autoridad, etc? esto no serio. A la herejía se la combate, y al abuso de autoridad se tiene que denunciar. No podemos ser complices ni de la herejía ni del abuso.
Lo de este Papa es patético, que manera de decir estupideces! Mas allá de coincidir con todos los que ven en él, alguien que está intentando destruir doctrinas claves de la Iglesia, siento que es un mediocre y resentido. Cómo soportar esto?
La misericorditis la dejamos para ti. Ya que no es más que palabras melifluas, acompañadas de puñaladas a aquellos sectores eclesiales a los que odias.
Yo aquí discrepo con mi buen Carlos Esteban, otra vez.
Últimamente me antepones mucho la opinión (o inquietud) personal a la información razonable, mi «periodista protestante»; eso sí, en los titulares hemos ganado un buen terreno en ortodoxia según veo.
Insisto en que cuando el Papa lanza estas «puyas» a la tropa de a pié (y adjuntos) no da nombres o señala con el dedo a mala fe; ni da de baja a nadie (nunca reparte «carnets cristianos», de hecho).
Invita a la reflexión seria y sosegada de cada uno, desde el sitio en el que esté.
En ese contexto bien se pueden acoger, con temple y sencillez, estos retos u órdagos de Francisco.
Más que nada, porque con leer muchos comentarios en infovaticana basta para darse cuenta «de lo que rebosa el corazón, habla la boca» nuestra; la mia la primera (por las mañanas sobre todo).
Por esto hay que mirar a ver qué estamos suscitando desde aquí, aún con recta intención o expresando nuestras dudas razonables a esto o lo otro, con el fin de hacer el bien.
Quiero decirles algo importante ALERTAS! Con lo que escribiré en otro comentario en esta pagina
En el primer artículo que aparece en esta página,entra un Rafael que no soy yo, yo soy Rafael que nací y vivo en vrnezuela,ese otro rafael entra casualmente cuando yo entro en esta página y cuidado esta página es cómplice de ese tal Rafael,hacen creer que ese otro rafael soy yo y acepto lo que dice tal Rafael,y al mismo tiempo que ese Rafael entra a mi banean,soy Rafael quien ha dado testimonio verdadero en esta página e incluso no han publicado testimonios que yo he escrito para quienes entran aquí,no se dejen confundir, NO A QUIENES LLEVAN EL MODERNISMO DEL ANTICRISTO,no se dejen engañar
En ese articulo no publicaron mis escritos para aclararles y asibrsyen alertas,así paso hace un tiempo,me banearon no me dejaban entrar aquí mientras ese tal Rafael comentaba tantas cosas para llevar confusion!son emgañadores modernistas y cuidado esta página los utiliza,solo estén ALERTAS! Anuncien y denuncien pero no expliquen! Solo JESUS! Debemos la confianza y junto a EL! MARIA!
Los modernistas actúan de manera oculta con mucha astucia y don burlones, porque llevan lo que el contrato a DIOS! Les siembra para llevar su veneno! ALERTAS!
También es necesario que nos revisemos a ver si es cierto que no nos producen ninguna sensación cómoda o incómoda los ataques y las burlas a la fe y a la Iglesia cuando proceden de miembros de la misma Jerarquía eclesiástica. Es algo que debemos meditar en forma serena y reposada.
Yo creo que no habla del «qué» sino del «cómo». No veo que esté criticando la denuncia de la herejía sino el hecho de que se denuncie sin compasión.La corrección fraterna que sea fraterna, es decir, desde el amor y la comprensión. Compasión.Eso es lo que yo entiendo. No me siento aludida, la verdad.
Saludos