El cardenal Wuerl rechaza disculparse por haber mentido sobre McCarrick

CNS photo/Paul Haring)
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Tras el escándalo de la noticia de que el cardenal Donald Wuerl mintió al decir que ni siquiera le habían llegado «rumores» sobre los abusos homosexuales de McCarrick, el administrador apostólico y arzobispo emérito de Washington complica su situación negándose a reconocer su engaño.

El cardenal Donald Wuerl gestionó adecuadamente la denuncia que le llegó en 2004, siendo entonces obispo de Pittsburgh, contra el ex cardenal Theodore McCarrick, ha asegurado el propio interesado ante un grupo de sacerdotes de la archidiócesis capitalina, añadiendo que no mintió al decir que no había oído siquiera «rumores» sobre la vergonzosa conducta de su predecesor en Washington porque se estaba refiriendo específicamente a abusos de menores.

Al estallar el escándalo de abusos sexuales a un menor por parte del influyente ex cardenal McCarrick, Donald Wuerl insistió ante los medios en que los cargos contra su predecesor fueron una absoluta sorpresa, ayer se supo que había recibido denuncias contra el prelado pederasta al menos desde 2004.

La diócesis de Pittsburgh ha confirmado que su entonces obispo Wuerl reenvió al nuncio apostólico en Washington una denuncia que implicaba a McCarrick por el sacerdote secularizado Robert Ciolek, extremo que ha confirmado la archidiócesis de la capital estadounidense.

En el verano pasado, primero con el estallido del escándalo del ex cardenal y luego con la aparición del Testimonio Viganò, en el que se aseguraba que Wuerl conocía las andanzas de McCarrick, Wuerl declaró en repetidas ocasiones que no le habían llegado ni tan siquiera “rumores” sobre la conducta homosexual predatoria del todopoderoso prelado.

El pasado 21 de junio, Wuerl, entonces arzobispo de Washington, envió una carta pastoral a los feligreses de su diócesis mostrándose «aturdido y entristecido» por las acusaciones presentadas contra su predecesor al frente de la archidiócesos. En ella, Wuerl llegó a afirmar que «no se ha presentado ninguna alegación -creíble o no- contra el cardenal McCarrick durante este tiempo aquí en Washington». Al mes siguiente, declaró a WTOP que nunca había oído rumores sobre conducta sexual impropria por parte de McCarrick. En agosto aseguró ante los periodistas de CBS News que no tenía conocimiento de rumor alguno en el sentido de que McCarrick mantuviera relaciones con sacerdotes.

Ahora, en una carta enviada para responder a la evidente contradicción, asegura que sus comentarios solo se referían a abusos sexuales a menores. «Cuando se presentó la acusación de abusos sexuales a un menor contra el arzobispo McCarrick, declaré públicamente que nunca habían llegado a mis oídos rumores de tal acusación. Esta afirmación la hice en el contexto de las acusaciones de abuso sexual de menores, que en ese momento era el centro del debate y la atención mediática», dice en la carta.

Y añade: «Aunque alguien podría interpretar mi declaración en un contexto diferente, la discusión pertinente sobre la conducta del arzobispo McCarrick hace referencia al abuso a menores».

Es difícil determinar qué es más escandaloso, si el modo de Wuerl de resistirse con uñas y dientes a reconocer su engaño o el hecho de que no viera nada reseñable en el hecho de que el hombre más poderoso de la Iglesia americana, verdadero ‘hacedor de reyes’ responsable directo en el nombramiento de varios obispos, mantuviera relaciones homosexuales con jóvenes sacerdotes y seminaristas.

En cualquier caso, quizá el paso obligado para la prensa sea volver a preguntar a los cardenales Farrell, Cupich y Tobin, pupilos y protegidos de McCarrick que en su momento se confesaron anonadados por la sorpresa y aseguraron no haber oído tampoco el menor rumor, si se referían solamente al caso investigado de pederastia criminal, y estaban, en lo demás, al cabo de la calle sobre las andanzas del ex cardenal con jóvenes bajo su autoridad.

 

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Comentarios
8 comentarios en “El cardenal Wuerl rechaza disculparse por haber mentido sobre McCarrick
  1. Para la mafia clerical homoerótica y homoherética, promocionada por Francisco, la mentira es un arma para conseguir su objetivo: el reconocimiento de la homosexualidad en la Iglesia como conducta, no sólo inocua, sino enriquecedora.

  2. Estos tipos entran en religión y la ponen a su servicio porque en realidad se creen dioses aun sabiéndose don nadies. ¿Se disculpó acaso un segundo siquiera Osoro, cuando quedó en evidencia ante todo quisque que había falseado descaradamente su expediente académico para escalar a las altas dignidades eclesiásticas?

  3. Con todo respeto los hechos deben verse desde el derecho penal de USA ya que no hay delito en determinadas relaciones por la edad de los que la mantienen pero si lo hay cuando hay menores de por medio, en diversos grados de participación. Esa delimitación de lo que se sabía y lo que no se sabía es parte evidente de una estrategia defensiva por parte de un ciudadano americano frente a la Justicia de su país. Felicito al attorney interviniente.

  4. O sea que ahora reconoce que sí sabía lo de las andanzas homosexuales de McCarrick con mayores de edad, dándole así la razón a Viganó.

  5. Lo que más molesta no es que algunos cedan a la debilidad humana, y ni siquiera que otros o los mismos los encubran a fuerza de mentiras, que obviamente es gravísimo y sobre todo visto desde las víctimas, sino que sobre esa base nada menos quieran reformar la doctrina de la Iglesia en temas morales y hacer doctrinalmente aceptable la homosexualidad. Éso sobre todo es lo que hay que combatir, y para eso sobre todo es necesario extirpar a la red clerical homosexual.

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