El obispo de Buffalo ordena que destruyan las pruebas de un posible milagro eucarístico

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Una Hostia consagrada que cayó accidentalmente al suelo en una iglesia de la diócesis de Buffalo, en Estados Unidos, empezó a sangrar después de que el sacerdote la dejara en agua para su disolución, pero el obispo Richard Malone, avisado del caso, ordenó que se deshicieran de la forma

Durante una misa a finales de noviembre en la Iglesia de San Vicente de Springbrook, en la diócesis de Buffalo, en el estado de Nueva York, una Hostia consagrada cayó accidentalmente al suelo. El párroco, padre Karl Loeb, encarga a un diácono que la recoja y la sumerja en agua en un caliz de ablución para que se disuelva naturalmente, y la guarda en el sagrario. El 30 de noviembre, el padre Loeb descubre que de la Hostia emana un líquido rojizo. ¿Milagro? Nunca lo podremos saber.

Y es que, avisados inmediatamente por el padre Loeb, el obispo titular, Richard Malone, y su auxiliar, Edward Grosz, acuden a contemplar el caso e inmediatamente ordenan al párroco que se deshaga de la forma. «Cristo ya no está presente aquí», dijo Su Ilustrísma para justificar su orden, que el sacerdote cumplió con marcada reticencia, no sin antes fotografiar el cáliz con la Hostia sangrante. Esa es, al menos, la historia que ha compartido una feligresa, Mary Ellen Sanfilippo, con Church Militant.

Los milagros eucarísticos no son frecuentes, pero tampoco absolutamente insólitos en la Historia de la Iglesia. Se supone que son una extraordinaria gracia para fortalecer la fe en la Presencia Real de Cristo en la Eucaristía, verdadero pilar de la práctica católica. Desde el milagro, en el siglo VIII, acaecido en Lanciano, donde la Hostia se convirtió en Carne viva y el vino consagrado en Sangre viva delante de los asombrados ojos del sacerdote -Hostia y vino sometidos en la actualidad a rigurosos análisis-, hasta el de Chirattakonam, en la India, se han dado numerosos de estos prodigios.

Por eso resulta sorprendente, por decir poco, que el obispo se haya negado, al menos, a investigar el incidente y, en su caso, descartar al menos la posibilidad del milagro. ¿Qué puede provocar este escandaloso desprecio por lo sobrenatural, o por la posibilidad de lo sobrenatural?

La Diócesis de Buffalo en general y el obispo Malone en particular han estado en el foco de los medios durante la crisis de la pedofilia clerical, como una de las diócesis menos transparentes en el manejo de los casos de abusos, y se acusa a Malone de haber mantenido en ejercicio a sacerdotes acusados de forma creíble de haber protagonizado abusos a menores.

 

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Comentarios
16 comentarios en “El obispo de Buffalo ordena que destruyan las pruebas de un posible milagro eucarístico
  1. En una ocasión al comulgar un pequeño trozo salio por los aires, en ese momento yo pense que era un hilo de la manga del sacerdote. Pero cuando estaba dando gracias pense que a lo mejor no era tal sino un trozo de la sagrada forma, asi que terminada la misa fui a ver si se habia caido algo al suelo. Encontre el pequeño trozo que me lo comi. Al día siguiente se lo comente al sacerdote, me reconoció que él también habia visto algo, y cuando le pregunte porque no hizo nada me dijo que en la sagrada forma estaba Jesus «resucitado», a esto le respondí que si era asi porque habia habido varios milagros en los que la sagrada forma sangra, a lo cual se puso nervioso pero no contestó. Estaba de acuerdo en que Jesus está en todos los pequeños fragmentos , pero si se piensa que está resucitado, pues ya no importa que se quede tirado por los suelos.
    En la historia de arriba lo que es peculiar, es que el sacerdote no se come la hostia caida, la guarda y el Señor sigue diciendonos que si esta ahi.

  2. Siempre nos podemos inventar cualquier excusa, como este obispo que prefería negar el posible prodigio a tener problemas con la investigación del tema y a lo mejor con otros temas personales. Pero los milagros eucarísticos nos hablan claramente de la presencia real de su cuerpo, a veces muestra la carne ensangretada, otras solo la sangre, evidentemente no es un cuerpo resucitado y si lo investigaran todos los científicos, el mundo entero debería de convertirse al cristianismo, por la magnitud del milagro.
    Pero ya le dijo Jesus al rico Epulon,» si no oyen a Moises y a los profetas, no creeran aunque un muerto resucite».

  3. La única opción posible es analizar el agua en algún laboratorio imparcial, y si no hay milagro entonces se destruye.

    Hay muchos milagros eucarísticos en la historia de la Iglesia. El último y realmente espectacular ocurrió… Oh casualidad! en el año 1996 en la región de Buenos Aires (Argentina), siendo arzobispo el Cardenal BERGOGLIO, y ese milagro eucarístico hizo convertirse al científico ateo que lo analizó (Los estudios mostraron que la hostia se había transformado en una parte del ventrículo izquierdo del músculo del corazón, de una persona de aproximadamente 30 años, cuya sangre era del grupo AB y que había sufrido mucho al morir, con seguridad maltratado y golpeado).

    Un hecho coincidente es que el 15 de agosto de 1996 se autorizó dar la comunión en la mano en Argentina.

    El científico se llama «Dr. Castañón», y sus testimonios se pueden encontrar muy fácilmente en youtube (y muchas páginas en internet).
    También en forosdelavirgen . org («papa francisco milagro eucarístico»)

  4. El Malone es más malo que los progresaurios de Buffalo, más bien una vaca cornilarga que no quiere milagros pues se angustia de todas las perrerias que ha hecho y salgan a la luz.

  5. ¡Qué miedo tienen algunos a los milagros!. A este obispo Malone, que ha permitido y apoyado que sacerdotes pedófilos siguieran ejerciendo como tales, realizando la Consagración y tocando el Cuerpo de Cristo con una manos indignas, manchadas con uno de los peores pecados que pueden existir ante Dios, como es escandalizar y corromper a «uno de estos pequeños», se le han tenido que poner los pelos como escarpias al ver lo que vió, que sin duda tuvo que ser algo excepcional para mandar destruirlo de inmediato sin permitir siquiera que lo analizaran. El sacerdote que le obedeció, si realmente le obedeció y no fingió únicamente hacerlo, obró mal. Creo que este es un caso en que «hay que obedecer a Dios antes que a los hombres». Aunque si, como parece, la finalidad del Sr. Obispo era ocultar lo sucedido, le ha salido fatal . Porque ya ve Monseñor: ¡Se ha enterado el mundo entero!. Y es que es muy difícil silenciar a Dios.

  6. Hay mucha ignorancia entre sacerdotes y entre ministros de la Eucaristía que no saben qu+e hacer cuando cae una Hostia consagrada al suelo.

    En Guadalajara Mexico hay un milagro Eucaristico que no quiere reconocer el Cardenal, pero que los fieles ya lo veneran.

  7. El problema es que en la liturgia reformada de Pablo VI había gato encerrado y aunque muchos sacerdotes juren y perjuren que es lo mismo en el fondo ellos mismos no se lo creen y en privado creen en la transignificación y no en la transubstanciación. El doctor Juan Carlos Osandón ya advirtió que el añadido «esto será para nosotros pan de vida y bebida de salvación» limita el sentido de la consagración a un acto que tiene sentido, valga la redundancia «para nosotros» con lo que el Novus Ordo transfiere el sentido de la eucaristía del plano real, o sea la transubstanciación, al plano psicológico «para nosotros» o sea la transignificación. Esto realmente es muy grave y alguien debería tomar cartas en el asunto porque siempre habrá quien diga que las palabras de la materia sacramental no se han modificado, pero si el sacerdote no tiene fe ¿a qué estamos jugando? ¿A quien intentamos engañar?

  8. Hola: La Eucaristía es la presencia de Jesús en cuerpo, sangre, alma y divinidad. Por lo tanto, lejos está el que sea una mera transignificación. No se puede olvidar que el sacerdote, aunque pecador, en el altar, es el mismo cristo. Actúa «in persona christi». Por tanto la Eucaristía es la transustanciación del mismo Cristo.

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