El pasado domingo, mientras una víctima de ETA hablaba en un acto en Alsasua, las campanas de la Iglesia comenzaron a sonar, haciendo imposible escuchar su discurso. Rápidamente la diócesis hizo un comunicado desmarcándose de los hechos y aclarando que un grupo de radicales habían accedido al campanario contra la voluntad del sacerdote.
Con ese motivo, y para hablar de ese acto y del contexto, ayer Dieter Brandau entrevistó en Esradio al sacerdote Patxi Izco, párroco de Alsasua, en una hora de conversación que muestra lo que los fieles vascos y navarros han tenido que aguantar de una parte de su clero: la permanente equidistancia entre los asesinos y las víctimas, entre el carnicero de Mondragón y la viuda de Gregorio Ordóñez.
Puedes escuchar la entrevista aquí.
Algunas de las expresiones del sacerdote especialmente clarificadoras fueron:
- «Mi labor es que la gente encuentre cobijo en la Iglesia.»
- «Don Dieter, la parroquia de Alsasua está abierta para todos los habitantes de Alsasua. Todas las personas que se acercan a la parroquia reciben ayuda. Yo he casado a los Guardias civiles, he bautizado a sus hijos…»
- «En Misa de 1 le dije a la gente: preparaos para lo que vais a oir esta semana, mentira y manipulación, de la izquierda y la derecha»
- «Se está machacando a un pueblo como alsasua de gente buena, que está harta de lo que va viendo de un lado y de otro»
- «El problema es la violencia estructural que estamos viviendo, pero no estamos ayudando desde el otro lado cuando estamos haciendo un estercolero mediático»
- «Lo que pasó el domingo nos tiene que hacer reflexionar a todos, que tenemos que purificar mucho todos»
- «Yo llevo un mes en Alsasua, acabo de llegar, me habla de una realidad que no he tenido tempo de conocer»
- «La inmensa mayoria del pueblod e Alsasua, tanto de un lado como del otro, están aburridos de un tema»
- «No me posicionó. Soy párroco de todos»
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