Un nuevo obispo americano – John Jenik, auxiliar de Nueva York- ha sido ‘acusado verosímilmente’ de abusos a adolescentes, según ha hecho público su superior, el Cardenal Timothy Dolan, en una comparecencia grabada en vídeo. Mientras, las autoridades americanas advierten a los prelados que no destruyan evidencias.
El Cardenal Arzobispo de Nueva York Timothy Dolan ha anunciado en una carta pastoral a los católicos de Nueva York, acompañada con declaraciones en vídeo, que se ha admitido como ‘creíble’ una acusación de abusos sexuales sobre un menor por parte de uno de sus obispos auxiliares, John Jenik.
Dolan señala que la Oficina Laica de Revisión «ha examinado cuidadosamente la acusación, que se refiere a incidentes de hace décadas, y ha concluido que hay indicios suficientes para calificarla de creíble y argumentada». La denuncia, sigue diciendo el Arzobispo, salióa la luz durante el proceso del Programa Independiente de Reconcilización y Compensación (PIRC), un fondo para indemnizar a las víctimas de abusos sexuales por parte de clérigos.
El denunciante, Michael J. Meenan, de 52 años, que notificó la denuncia a la archidiócesis en enero, sostiene que Jenik abusó de él entre 1980 y 1986, empezando cuando Meenan tenía 13 años. Jenik se fijó por primera vez en él durante una confesión, y en el plazo de unos meses le llevaba a cenar y le animaba a consumir alcohol. Eso fue solo el inicio de un periodo de abusos continuados que duró años.
Este último escándalo se produce días después de que las autoridades federales americanas dieran serias instrucciones a los obispados del país para que conservaran intactos sus archivos con vistas a una próxima investigación.
Mientras, los católicos americanos, crecientemente indignados, miran hacia Roma esperando que el Vaticano tome medidas tajantes y urgentes, solo para encontrar el silencio y la insistencia del Papa en que el culpable de todo es el Gran Acusador y achacando los abusos exclusivamente a un elusivo ‘clericalismo’, ignorando por completo el evidente transfondo homosexual de la abrumadora mayoría de los casos.
La irritación de los fieles norteamericanos está empezando a notarse en las contribuciones pecuniarias. Varios de los fondos más generosos han anunciado que retendrán sus donaciones hasta que se aclaren los escándalos.
En palabras del vaticanista Sandro Magister, estamos ante un atronador silencio en el que se empecina el Papa, un silencio «que practican frente a la homosexualidad muchos representantes eclesiales. Francisco nunca lo menciona cuando se lamenta de los males de los abusos sexuales».
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Hago notar que este caso no lo ha sacado a la luz la prensa sino el propio arzobispado de Nueva York a través de un organismo creado por el propio cardenal Dolan. Y que ese mismo organismo fue el que levantó la liebre en el caso McCarrick. En uno y otro caso Dolan, dado el tiempo transcurrido desde los casos denunciados y que el acusado lo niega todo, bien pudiera haber optado por meterlo todo en un cajón. Pero lo ha sacado a la luz incluso si, como ocurre en el caso citado aquí, le deja en mal lugar (pues es su propio obispo auxiliar a fin de cuentas). Parece que algo está cambiando, pues.
Lo que tambien parece que es creible entonces es la historia de Bella Dod, la agente de Stalin q infiltraba gente en los seminarios de USA. Qué caualidad, todo encaja. Si a los agentes de Stalin les veian vocación, así tendrán la cabeza, llena de serrín.
¿Por qué motivo le parece a usted creíble esa conspiranoia? Stalin murió hace ya unos añitos, y los infiltrados a estas alturas estarán todos muertos o demasiado mayores para hacer nada… ¿no?
Si su idea es que esa infiltracion planeada por Stalin floreció en la Iglesia Católica, extendiéndose, eso significa que la Iglesia Católica es una organización favorable a esa extensión del mal, y no lo contrario. ¿No? ¿Por qué motivo? ¿Por qué motivo los homosexuales florecen en la Iglesia Católica?
¿ y cómo de tradicional es ese abusador? A misa falsa, vocaciones falsas.
Y uno más ante tanta acusación, cabe la pregunta: ¿Está el mundo y su circunstancia moral como para tirar esa primera piedra que tanto denuncia y acusa al propio acusador?
Hombre, Rastri… SI. La respuesta es SI. Hay que denunciar, volver a denunciar, y seguir denunciando la PEDOFILIA en la Iglesia Católica.
No denunciarlo la ha llevado a donde está ahora… llena de pedófilos hasta las cejas.
Recemos, ayudemos a los buenos sacerdotes que están sufriendo tanto viendo esta situación lamentable…Que Dios los proteja y los haga fuertes en la Fe…