PIN parental, la propuesta de VOX para proteger a los niños de la corrupción del género

¿Se les ocurre a ustedes algo más importante, algo más valioso, algo por lo que lucharían con más rabia, valor y hasta el final, que nuestros hijos, que sus hijos?
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Ayer. La Rioja. Un policía urbano de forma altruista da cursillos a los menores de temas que afectan a su seguridad y su libertad: desde charlas sobre el bulliyng en redes, a información para defenderse de los depredadores sexuales. Su programa se llama “Proyecto Alexia” y viene avalado por psicólogos. Apoyado en su cruzada por los poderes públicos y la sociedad, todo iba bien hasta que en la convicción de que España es un país con libertad de expresión, opinión y pensamiento, se le ocurrió criticar las leyes liberticidas de desigualdad entre homosexuales y LGBTI, esas legislaciones inconstitucionales que vulneran varios derechos humanos fundamentales y que contemplan la entrada en las aulas de estos colectivos para hablar de diversidad, solo sexual, a los menores para, según dicen, ser aceptados.

Hace tiempo que muchos sabemos que no es la aceptación de las personas, bastante innecesario en el país más gayfriendly del mundo, sino la práctica de los comportamientos sexuales lo que se promociona. Con la ayuda inapreciable y poderosa de los fondos públicos y de unos políticos que transitan entre la estupidez y la amoralidad.

Y no solo eso, sino que en su página en redes también opinó negativamente sobre esa aberración, ese amoral programa llamado Skola que pretende aplicar la liberticida y corruptora de menores Sra. Barkos. Ese proyecto enfermizo quiere que los niños de 0 a 6 años tengan experiencias sexuales en el aula como parte de su aprendizaje. Pura corrupción de menores que ya se viene llevando a cabo, con variantes, en muchos lugares por parte de personajes obsesionados con el sexo y por profesores adoctrinados y convencidos de que es muy bueno para el niño hipersexualizarle y convertir su infancia en un monográfico de sexo y género. ¿Avales de expertos?… los lobbies de género asentados en la ONU que recomiendan que el menor se masturbe desde los cinco años, casi ná. ¿Pruebas empíricas de que esto es beneficioso para los menores? Ninguna. Ya saben que en esto de la ideología de género, la realidad y las cosas, han de ser como lo digan sus adeptos. Y si no es así (que no suele serlo), pues se niega la realidad y se actúa como si lo fuera.

La pájara Barkos, pillada en su legalización de la corrupción de menores, lo ha arreglado diciendo que los niños “jugarán a mamas y papás”, extraña forma de justificar lo injustificable a base de reconocer dos cosas: que cree, valora y promociona los roles de género (mamás y papás, pero eso sí, no sabemos si ya comienza la promoción de la homosexualidad con dos papás y dos mamás) y que en su totalitarismo va a dictar a lo que y cómo tienen que jugar los niños es ese espacio, de ocio donde la libertad debe ser norma.

Volvamos al probo policía riojano que informa de cómo detectar el abuso sexual y al depredador sexual (“no tienes que hablar con desconocidos, no permitas que nadie te toque…”). Como ha criticado lo necesariamente criticable, ha recibido todo tipo de descalificaciones y se le ha prohibido seguir con su actividad. La alcaldesa de Logroño, Cuca Gamarra, la pepera libertofóbica y muy amiga del lobby LGBTI que también prohibió el autobús de HO por homófobo y todas esas mamarrachadas sin fundamento que te condenan a la muerte civil, ha dejado de apoyar esa labor porque el policía ha sido acusado de machista y LGBTfóbico. Y el policía, además de puesto en la picota, se ha quedado sin actividad altruista. Los otros, previo pago de su importe en dinero público generosamente repartido, seguirán entrando en las aulas con niños cada vez más pequeños a contarles lo que antes se llamaba corrupción de menores y ahora es, para nuestros políticos y estos sexobseivos, algo estupendo para su formación.

La primera reflexión es: ¿qué clase de leyes son esas que, tremendamente controvertidas y afectando a menores, no pueden ser criticadas? Decía Voltaire que si quieres saben quién manda, descubre a quién no puedes criticar. Y valga esto para el poderosísimo lobby homosexualista y sus aberrantes leyes de privilegios y el poderosísimo lobby feminista y sus igualmente aberrantes leyes de privilegios.

Es decir, ¿no serán inconstitucionales unas leyes que vulneran, de primeras y en su aplicación, el inalienable derecho a pensar, opinar, expresarse y criticar libremente? Pues ni les cuento la vulneración de derechos que presentan en su repugnantes apartados de educación donde, con palabras muy bonitas y objetivos muy feos, se meten en las aulas y las conciencias de los menores como elefante en cacharrería. “Experiencias sexuales a de 0 a 6 años” es una muestra.

Y sí, en este momento, a nuestros hijos, a sus hijos, les impiden que este señor les explique lo que es un depredador sexual, porque es homófobo por criticar una ley liberticida y un plan de corrupción de menores, pero les fomentan la entrada en las aulas de, por ejemplo, señores del lobby LGBTI para contarles que toda sexualidad vale si hay consentimiento, que hay que probar todo, experiencias homosexuales incluidas, que hay que empezar cuanto antes y que si se ponen preservativo, todo resuelto.

Me pregunto si este quitarse de encima al policía que explicaba lo que es un abuso tiene más trascendencia que la aplicación de los estigmas de homófobo y la aplicación de una ley que no puede ser criticada. Si este señor no suponía un problema para los planes de algunos porque explicaba que hay cosas siempre inadmisibles, como la pederastia y el abuso a un menor. Porque el giro de los lobbies es que, si hay consentimiento, todo vale. La pederastia también. Y sí, ya se están marcando las líneas para que la pederastia sea aceptable si hay consentimiento.

Y las líneas son cinco: la bajada del consentimiento sexual del menor (Francia), la despatologización de la pederastia y su posterior aceptación como opción sexual (USA), la rehabilitación social de la imagen del pederasta (NAMBLA y asociaciones de pederastas), el reconocimiento de los derechos sexuales de los menores (ONU), la rotura de tabúes e hipersexualización de estos para que exijan sus derechos y hayan de ser reconocidos ( cursillos de este tipo), y el debilitamiento de la figura de la patria potestad  para que se pueda retirar a los padres que no reconozcan los “derechos” de sus hijos menores (el de la transexualidad, de momento, y el de relacionarse sexualmente con adultos, después)

Estos políticos generofílicos, sexobsesivos y liberticidas son malos, corruptores, tienen un batiburrillo del calibre 133 y encima se contradicen continuamente. Y lo que es peor, van a por nuestros hijos. A por sus hijos. Y pretenden que usted confíe en ellos y en sus enviados especiales a las aulas mientras saca de las mismas al policía. A la policía en general, porque ya ha habido otros casos de intentos de expulsión de las charlas a los cuerpos de policía que, por cierto, lo hacen gratis y normalmente sin sesgo ideológico.

Pueden ustedes hacer lo que les parezca, pero todo señala a que el objetivo último de esta ideología de género va un poco más allá de la destrucción de la familia biológica. Va a por nuestros hijos, a por sus hijos. Lo que comenzó siendo una evidencia para unos pocos cuando se impuso Educación para la Ciudadanía empieza ahora, con las últimas vueltas de tuerca, a perfilarse con bastante claridad. Yo les recomiendo que utilicen un documento de consentimiento informado que el partido político VOX y otros grupos y asociaciones han publicado para exigir TODA la información de los contenidos que se les da a sus hijos en las aulas y dar su permiso, si procede, para que asistan. Se llama PIN Parental. No dejen, no dejemos a nuestros hijos en manos de cualquiera.

Alicia V. Rubio Calle