Cardenal Sarah: «Aguar la doctrina no atraerá a los jóvenes»

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La Iglesia debe «proponer valientemente el ideal cristiano que se corresponde a la doctrina moral católica y no aguarla, escondiendo la verdad para atraer a los jóvenes al seno de la Iglesia», dijo ayer con motivo del sínodo el cardenal Robert Sarah, prefecto para el Culto Divino y los Sacramentos.

Entre tanto discurso postmoderno, abarrotado de psicologismo, sociologismo y vagos términos biensonantes, la voz del cardenal africano Robert Sarah suena como una llamada a la cordura y una señal de alarma, como sonaron las palabras del arzobispo de Filadelfia, Charles Chaput, cuando advirtió que la Iglesia no puede ni debe reconocer la existencia de ‘católicos LGTBI’, «porque nuestras tentaciones no pueden convertirse en una identidad».

Sarah recordó que, en la preparación de este sínodo, fueron los propios jóvenes reunidos en Roma y presentes en discusiones online en todo el mundo quienes pidieron a la Iglesia claridad en la presentación de su doctrina sobre «algunas cuestiones que ahora les preocupan especialmente: libertad en general y no solo en las relaciones sexuales, no discriminación basada en la orientación sexual, igualdad entre hombres y mujeres también en la Iglesia, etcétera».  Pero otros, hizo notar el cardenal, «exigen no solo un debate que sea abierto y sin prejuicios, sino también un cambio radical, un verdadero giro de 180 grados en su doctrina sobre estos temas».

Y eso no puede hacerlo, porque la Iglesia no es ‘inventora’ de su mensaje, ni es una escuela filosófica o un movimiento político con margen para adaptar su línea doctrinal a los tiempos. Las personas son libres para compartir la doctrina católica, pero nadie puede quejarse de que no esté expresada con claridad y precisión. Sin embargo, advierte Sarah, «puede haber falta de claridad en algunos pastores al exponer esa doctrina», lo que nos aboca a un «profundo examen de conciencia».

No caben rebajas, vino a decir Sarah, recordando la escena evangélica del joven rico al que Jesús propuso deshacerse de su fortuna y seguirle. «Jesús no rebajó los requisitos», y la Iglesia tampoco debe hacerlo.

Es al contrario: son los jóvenes el sector de la población más receptivo al idealismo y a los grandes ideales. «Infravalorar el sano idealismo de la juventud», dijo el prefecto, es no solo un grave error sino también una falta de respeto hacia ellos, por no hablar de que «cierra la puerta a un proceso real de crecimiento, maduración y santidad».

En cambio, añadió, cuando se «respeta y promueve el idealismo de los jóvenes, pueden convertirse en el más preciado recurso para una sociedad que quiere crecer y mejorar».

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Comentarios
24 comentarios en “Cardenal Sarah: «Aguar la doctrina no atraerá a los jóvenes»
  1. Tremenda advertencia y un alerta muy claro. Vean la claridad de la exposición de las dos posturas de los jóvenes. Si es profética se advertirá en el próximo documento del Papa. Oremos para que los Pastores tengan la claridad que el Cardenal está enfatizando. (En idioma callejero lo traduzco no le vendan a los jóvenes la Torre Eiffel).

  2. Es una obviedad.
    Toda mujer sabe qué de ella atrae a los hombres.

    Jesús, el Señor, solo nos pide que le manifestemos según es Él.
    En su Belleza, Amor, Rectitud…etc y Él ya se encarga de atraer a su alma amada hacia Él.
    Si no le manifestamos tal cual es, Su gracia de atracción no podrá actuar plenamente en el alma humana (que no es mas que un amorcito desprendido de Su Amor Infinito) que en el fondo busca al Gran Amor.

  3. Dice San Pablo en su carta, «que nadie te desprecie por ser joven», claro que no, aún hay jóvenes de gran valor, San Pablo quiere preservarlos del mal, y les da buenos consejos, y en sus hogares también les dan educación , y si entran al seminario, en algunos, les cambian sus mentes, y sus ideales, entran como católicos y terminan como marxistas, ya se ve a ése Sr. diciendo que en los tiempos de Cristo no había grabadoras, ¿Qué va a ser de ésos maravillosos jóvenes? O corre peligro su cuerpo, o corre peligro su mente, el caso es volver a Cristo, con maestros de formación, no de deformación

  4. Sarah es un tío raro. Poco combativo, igual que el resto de sus compañeros del Opus: un día dice «Todos la misa ad orienten», luego recula y se esconde. Otro día, «No voy al sínodo, porque me duele el dedo meñique», y, luego, «No diluyan la doctrina», hablando mediante indirectas.

    Eso no es (sólo) «estrategia política», ni «prudencia evangélica», sino un defecto de carácter.

    Sarah es algo así como un especialista en comunicación «pasivo-agresiva».

    Mejor un Burke y un Viganó, más masculinos y directos.

    1. Si hay alguien que habla claro es Sarah, si hay alguien que por ello produce alegria es Sarah, si hay alguien que quiere construir, o corregir pero diciendo la verdad de forma serena pero sin ambiguedades es Sarah, para mi es lo mas parecido a las inspiraciones del Espiritu Santo.
      El Espiritu Santo no es masculino, tampoco es automático, no se acciona el interruptor y sale. Ya sería bueno que en el Opus Dei fueran todos como él, como también en el resto de la Iglesia, ES DE LO MEJOR QUE TENEMOS EN ESTE MOMENTO, y por ello debe de sufrir mucho porque ama a la Iglesia.

      1. Sí, Sarah habla claro. Pero, luego, se esconde y recula.

        Sí, produce alegrías. Pero, luego, causa extrañeza por sus «capitulaciones» y fugas.

        Triste, que ese buen hombre bienintencionado, pero voluble y asustadizo sea «de los mejor que tenemos».

        Y sí, concuerdo con Pilar. Has dicho una burrada fantástica sobre el Espíritu Santo.

        1. ¿ Cual es la burrada ? los espiritus no tienen genero, El Espiritu Santo es Dios, y como Dios tampoco tiene genero porque lo abarca todo. Es decir, ni como espiritu ni como Dios que es, tiene genero.

          1. Esta es la burrada:

            1) Dios sí tiene género y sexo. Tiene «sexo» masculino: es Jesucristo, varón de la estirpe de David. Igualmente tiene «género»: es Padre (masculino).

            2) Afirmar «El Espíritu Santo no es masculino» equivale a decir algo como «El rojo no es amarillo», o «El agua es aquello que no es madera». ¿Ves?

            3) La premisa «El Espíritu Santo no es masculino» llevaría, in extremis, a múltiples falacias lógicas. Por ejemplo: «El Esp. Sto. no es masculino. Si x es masculino, ergo no es el Esp. Sto.»; etcétera.

  5. Fer: no consta en ningún sitio que el Cardenal Sarah sea del OD. Creo que es un bulo extendido interesadamente tal vez por algunos miembros de la Obra de Dios. En cualquier caso, es una persona muy santa y de recta doctrina. He leído sus dos libros: «Dios o nada» y «La Fuerza del Silencio» y son de una hondura y belleza extraordinarios. Los dos me han emocionado. No le critique por no hacer polémica: a veces eno el silencio se encuentra la mayor elocuencia.

    1. Sostengo lo dicho: le falta asertividad. Mucho «decir y no decir».

      No he puesto en duda su «doctrina», sino su actuar público en los medios. Siempre va «un paso pa’lante y dos pa’tras».

      Ya verás, que en un par de semanas hallará la manera de esconder la cabeza.

      No es sacerdote numerario, es agregado de la SSC.

  6. Coincido plenamente con lo que dice el Cardenal Sarah tanto en esta ocasión como en las demás declaraciones suyas que he leído. Habla con mucha claridad.

    No estoy de acuerdo con la opinión de Fer de que el cardenal Sarah demuestre «defecto de carácter» ni con que «luego recula y se esconde».
    Sarah es combativo (a su manera pausada y serena pero muy clara) contra los que quieren descafeinar la Fe y mundanizar a la Iglesia.

  7. Pilar, Nosotros creemos en la Santísima Trinidad, 3 PERSONAS DISTINTAS Y UN SOLO DIOS VERDADERO .
    De esas tres personas, solo el hijo nuestro Señor Jesucristo, al hacerse hombre toma el genero masculino, como hombre lo tiene pero no como Dios, el tiene las dos naturalezas, la humana y la divina pero ni el Padre ni el Espiritu Santo lo tienen.
    Solo gramaticalmente denominamos con el pronombre masculino: el Padre o el Espiritu Santo. Pero decir que Dios es masculino, seria limitar su divinidad, por lo tanto una falsedad.

    1. Ese «nostros creemos» está mal empleado. Eso, sólo lo crees tú y algún otro confundido. Estás proclamando una herejía, a los 4 vientos:

      1. Leer el Denzinger: «508 Dz 261 Can. 8. Si alguno no confiesa, de acuerdo con los Santos Padres, propiamente y según verdad, la unión sustancial de las naturalezas, sin división ni confusión, en El reconocida, sea condenado [v. 148]».

      Ergo, decir «Jesús toma el género masculino como hombre, pero no como Dios» es herético. El Denzinger es clarísimo. No hay por qué «filosofar» o «imaginar» cosillas.

      A las feministas, les caerá mal. Pero, es la verdad. Jesucristo es varón y Dios al mismo tiempo, sin división de sustancias.

      2. El Catecismo, desde el #238 habla de la paternidad de Dios. Efectivamente, el término «padre» tiene un sentido teológico profundísimo. Sin embargo, en ningún lado nadie, nunca, ha afirmado que es sólo un sentido «gramatical». Jesucristo le llama «Papá…»,»Papito», «Papi», ¡Abba! Mc 14:36.

      Aunque le pese a las feminazis.

      1. Fer, aquí las burradas … y mayúsculas son las que usted dice. Sus dictámenes psicológicos y sus apreciaciones sobre el Card. Sarah parecen provenir de un asno (perdón los asnos si los rebajé demasiado con esta comparación)

  8. Comparto lo que dice el cardenal Sarah, excepto lo de que “puede haber falta de claridad en algunos pastores al exponer esa doctrina”; pues lo que hay en algunos pastores es que exponen directamente una doctrina herética, y además lo hacen impunemente. Un ejemplo «paradigmático» de ello es el del cardenal Cupich, que participa en el Sínodo de los jóvenes por designación expresa de Francisco, pese a que no es política de su diócesis negar la comunión a los «matrimonios» homosexuales, como él mismo a declarado.

  9. El testimonio/denuncia al mundo de Viganò funciona como motor para la reforma de la concepción de la homosexualidad en la Iglesia, en este Sínodo o próximamente. S.S. Francisco ya había desaconsejado frecuentemente el ingreso de homosexuales a los seminarios. Pero en quienes conforman la opinión pública, ahora son muchos más los que se muestran contrarios a la erradicación de homosexuales, insistiendo especialmente en la penalización de abusos contra menores. Así en la práctica, este asunto de los sacerdotes y religiosos homosexuales, dejó de ser un tema exclusivamente interno de la Iglesia. Una persona con atracción hacia el mismo sexo, puede comportarse castamente y puede abandonar las prácticas homosexuales. Al respecto cabe preguntarse si una persona homosexual ya lo es por la atracción hacia personas del propio sexo, o lo es por la práctica consecuente de relaciones carnales. Al parecer predomina la convicción de que la atracción ya define a una persona como homosexual.

  10. Algunos pensamos que la práctica ‘habitual’ (significando que no una relación esporádica) de relaciones carnales con personas del mismo sexo, define la homosexualidad. Cada vez son menos quienes clasifican la atracción hacia el mismo sexo como enfermedad, o fenómeno extraño a la naturaleza. Muchos la consideran desordenada, pero que de hecho existe como inclinación (su origen todavía no fue explicado científicamente). Este punto es uno de los fundamentos con que los homosexuales reclaman la no discriminación. Algunos psiquiatras consideran la homosexualidad un trastorno, mientras otros consideran patológica, o como un síntoma de desorden la falta de deseo sexual. Sobre sacerdotes homosexuales el Código de Derecho Canónico no los penaliza definitivamente (salvo que no cambien de conducta, ver 1394 y ss). No debemos olvidar que los sacerdotes también pecan; y también que, como todos los pecadores arrepentidos y confesados, pueden ser bendecidos con la recuperación de su estado de gracia.

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