El ex prefecto para la Doctrina de la Fe está desatado. En una entrevista concedida a la cadena EWTN, fundada por la Madre Angelica, pide al Papa que se reconcilie con su ‘Gran Acusador’, el arzobispo Carlo María Viganò, y asegura que el sínodo actualmente en curso no tiene autoridad doctrinal
«El pueblo de Dios tiene derecho a saber qué sucedió», ha asegurado el antiguo prefecto para la doctrina de la fe, el cardenal alemán Gerhard Müller, en una entrevista concedida a la cadena americana EWTN.
Todos cometemos errores, ha dicho Müller, «pero debemos aprender de esos errores y tenemos que mejorar en cuanto a los casos de abusos en la Iglesia», al tiempo que desdeñaba las etiquetas mundanas con las que tantos pretenden sembrar división en la Iglesia: «Somos una Iglesia unida en la fe, no una Iglesia de ideología conservadora o liberal».
Sobre la suspendida investigación del cardenal Cormac Murphy-O’Connor, amigo de Su Santidad, no amplió más de lo que sabemos hasta la fecha, pero sí aprovechó para ofrecer un interesante diagnóstico sobre los actuales problemas de la Iglesia: «El gran problema de este pontificado son los llamados ‘amigos’ del Papa. Y nosotros, sus verdaderos amigos, somos llamados enemigos del Papa por medios, pero las categoría de amistad u hostilidad no sirven en este caso. Se necesita una adecuada gestión de las cuestiones de fe, disciplina y moral y no este sistema de relaciones personales».
Y continúa: «Cada vez que hay un grupo de candenales con el Papa, ahí sucede todo porque algunos de ellos le dicen al Papa que le gusta tal o cual obispo para un cargo, no porque sea la persona más adecuada, sino por razones personales, y así es como se ‘puentea’ a las congregaciones».
El cardenal fue igualmente claro en que el problema de los abusos no está en el ‘clericalismo’, ni siquiera es un problema específico de pedofilia, sino de homosexualidad agresiva. «La abrumadora mayoría de las víctimas de abusos clericales no son niños, sino adolescentes e incluso adultos».
En cuanto al sínodo que tiene lugar ahora en Roma, Müller subrayó que no tiene una especial autoridad. Asegura no entender de dónde ha salido la idea de que los sínodos deban tener autoridad doctrinal. «Un sínodo no es un concilio, así que no tiene autoridad doctrinal, ni puede el Papa cambiar la constitución básica de la Iglesia».
Lo cual, debemos admitirlos, lo leemos con alivio, porque en su tercer día nuestros peores temores están siendo sobrepasados con creces. El Padre Antonio Spadaro ha aclarado que la idea de que no podamos saber lo que está sucediendo y lo que se está diciendo a puerta cerrada es para que los obispos pueden ‘discernir’ en libertad, sin presiones.
No entendemos bien cómo el comunicar al mundo exterior qué dice quién puede constituir una ‘presión’ y, sobre todo, cada día nos cuesta más discernir cuándo se exige apertura y transparencia y cuándo discreción y secreto.
Lo que sí parece quedar cada día más claro que lo de Sínodo de los Jóvenes es un nombre bastante idiota, que nos hemos propuesto no volver a usar. De quienes participan en él, en su mayoría, puede decirse cualquier cosa menos que sean ‘jóvenes’. Es más bien un sínodo en el que los jóvenes constituyen una coartada cada vez menos creíble.
En la rueda de prensa, por ejemplo, se nos cuenta que han discutido sobre liturgia -échense a temblar- para lograr una «que esté mejor adaptada al tiempo presente, que sea más participativa, más comprensible, o de otro modo los jóvenes podrían considerarla aburrida».
¿Es imaginable estar más desconectado de la realidad? Esas misma razones, idénticas, casi palabra por palabra, son con la que se nos explicaron los cambios litúrgicos aplicados tras el Concilio Vaticano II. ¿Y recuerdan qué pasó? Exacto: que cuando empezaron a aplicar esa nueva liturgia «actualizada», «participativa» y «comprensible», una parte enorme de los fieles, y muy especialmente, los jóvenes, dejaron de ir a la iglesia. ¿No quieres arroz? ¡Pues toma dos tazas!
La idea es muy sencilla, aunque quizá haya que repetirla despacito. La liturgia no es un campo abierto a la creatividad personal; es el modo adecuado de adorar a Dios y transmitir físicamente el sentido de sus misterios. Y lo que los intentos de actualización -aparte de sonar especialmente viejunos, porque siempre llevan al menos una década de retraso- consiguen transmitir es que allí, en el culto, no está sucediendo nada, nada importante y mucho menos misterioso o milagroso.
El rito ‘moderno’, lo que les dice a los feligreses es que lo que realmente importa son ellos, la ‘comunidad’, y para ese viaje no se precisan muchas alforjas. Más bien, ninguna.
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Totalmente de acuerdo, Esteban. Bien dicho.
Habrá que entender estas declaraciones como infantilismo del ‘ex’ Müller.
Cuánta verborrea diarreica!!! Llámate a silencio!!!
Pero si esto es un medio de comunicación, ¿cómo se van a quedar mudos los profesionales? El que tiene que irse a freír monas es usted.
Hagan lío. ¿Quién soy yo para juzgar? Monjas avinagradas. Sonrisas de azafatas. No hay un dios católico. Neopelagianos. Pastores con olor a oveja.
¿ Quién dijo todas estas cosas tan simpáticas, políticamente correctas y también ridículas?
Sí: alguien que padece una incontinente diarrea verbal. Ud y yo lo conocemos. Y lo digo con el dolor de un hijo que observa gravísimos desórdenes y pecados en su padre: Oremus pro Pontifice Nostro Francisco…
«El cardenal fue igualmente claro en que el problema de los abusos no está en el ‘clericalismo’, ni siquiera es un problema específico de pedofilia, sino de homosexualidad agresiva. “La abrumadora mayoría de las víctimas de abusos clericales no son niños, sino adolescentes e incluso adultos”.»
Importante declaración.
No le vamos a pedir peras al olmo pero sería bueno que Berg oglio mostrara algunas habilidades de liderazgo y limpiara este desastre, no lo barriera bajo la alfombra, esperando que los laicos cada vez más escasos miren para otro lado. Que se investigue con juicio canónico mediante a todo los eclesiásticos involucrados. Sin linchamientos pero que haya justicia.
Que atienda a Viganó, que mire la verdad de frente y se aleje de los pagos retributivos a los mafiosos de San Gallen. Que pida perdón a Viganó y a todos los católicos y luego se vaya.
A McCarrick excomunión ya. Adhiero al pedido de Scott Hahn.
«Que se reconcilie con Viganó». “El gran problema de este pontificado son los llamados ‘amigos’ del Papa.»
El Papa es el pontifice de toda la la Iglesia. Parece que debiera tratar con todos sus miembros sin diferencias, porque su cargo es un encargo sobrenatural, no humano y temporal. Todavia no le hemos visto reunirse y hablar, despues de todo lo que él habla sobre el diálogo, no solo se diáloga con los que estan de acuerdo sinó tambien con los que tienen diferencias, con aquellos que están seriamente preocupados por la deriva de la Iglesia. Por otra parte es un mandato del evangelio «amad a vuestros enemigos, si amais solo a los que os aman, ¿que mérito teneis ? Y si saludáis a vuestros hermanos solamente, ¿qué hacéis de más? ¿No hacen también así los gentiles?»
Creo que esto es una de las razones de la división de la Iglesia. Me gustaría que el Papa afrontará esta realidad, el silencio a veces es una virtud, pero otras es un rechazo.
1. Viganò no está «peleado» con Francisco. Denuncia que es principal culpable ahora mismo. «Reconciliación» quiere decir la dimisión de Francisco.
Me parece que ni Pedro Sánchez ni Francisco van a dimitir.
2. 50 años después de cambiar la misa siguen hablando de la «liturgia más parcipativa». La liturgia debe ser católica.
La mentalidad católica es: Dios revela, y el hombre acepta la revelación y ajusta su vida a ella.
La mentalidad modernista es que la fe se construye a partir del hombre y sus experiencias. De allí lo dicho por Müller y carismáticos y neocatecumenales, por ejemplo.
El nombre verdadero del Sinodo es, SINODO PARA CON LA EXCUSA DE VENDER LA MOTO A LA JUVENTUD, SE LA VAMOS A VENDER A TODA LA CRISTIANDAD.
Ya sabe el portavoz del Trucho que un sinodo no es un concilio. El simplemente esta en «el proceso». Al trolas de la Pampa se la bufan los concilios y hasta el Evangelio. El simplemente pasito a pasito, va diciendo una herejía tras otra sin que nadie le contradiga, así de pasada como en la AL, luego filtra, luego lo confirma, y pasito a pasito al final la mayoría de la gente que no se forme, se va a creer que este mentiroso ha cambiado la Iglesia, la moral y el Evangelio.
Yo creo que hay que hacer caso al Papa en lo de rezar por el, yo creo que si rezamos simplemente por el Papa, para que sea bueno, y no haga daño, Dios se lo lleva en dos telediarios.
Un imbécil, al igual que el que ha escrito este artículo
El cardenal fue igualmente claro en que el problema de los abusos no está en el ‘clericalismo’, ni siquiera es un problema específico de pedofilia, sino de homosexualidad agresiva. “La abrumadora mayoría de las víctimas de abusos clericales no son niños, sino adolescentes e incluso adultos”.
El pecado original fueron y son las prácticas sexuales con fines no reproductivos y el más grave y mortal la SODOMÍA, consentida o no e independiente de la edad y sexo, pues atentan contra las Leyes Naturales, Morales y de Dios, según la Doctrina Católica. El Cardenal Muller debe de evitar contagios mundanos y actualizarse de las enseñanzas de Jesús Cristo.
Es un asco la falta de valentía viril de este cardenal. Mejor que se calle.
BOBOLFO HERNANDEZ
Serenate que te va a dar un paralis.
Tu a lo tuyo, pero en tu ambiente, que aquí, no pegas nada.
Gracias a Dios los virus que tu puedes pegar no son informáticos.