¿De qué jóvenes estamos hablando?

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¿Soy el único que encuentra ligeramente ominosa la expresión «los jóvenes»? Como se hace ahora, desde hace ya bastantes décadas, como un ‘colectivo’, como si dijeran «las mujeres» o «los chinos».

No es que la humanidad no haya sido consciente hasta hace cosa de un siglo de las fases de la vida, e incluso haya meditado sobre ellas, como hace Cicerón en De Senectute (Sobre la vejez). Pero como eso, una fase. No como si la juventud fuera una tribu sin apenas conexión con el resto a la que hubiera que hablarle en un idioma totalmente distinto y propio, con necesidades y demandas especialísimas y una sabiduría infusa que hay que extraer laboriosamente de sus cabezas.

Naturalmente, no es así. Un joven es cualquiera de nosotros a determinada edad, cuando aún nos faltan un montón de cosas por vivir y por aprender y, para compensar, exudamos vigor físico.

Pero se ha impuesto desde hace, ya digo, bastante, esa otra visión poetizada y falsa de ‘los jóvenes’ como un grupo más o menos homogéneo y fundamentalmente distinto a lo que han sido y lo que serán.

Curiosamente, fueron los totalitarismos comunista, fascista y nacionalsocialista los que más contribuyeron a esa visión de la juventud como población pura e incontaminada que debe ser vanguardia de la sociedad. Solo hay que preguntar a un chino que haya vivido y sobrevivido a la terrible Revolución Cultural, cuando los más jóvenes se convirtieron en implacables jueces de sus mayores, qué resultado da su autoridad.

Y, para Occidente, la consagración de esa idolatría de la juventud habría de llegar con la más descerebrada e inane parodia de revolución que fue el Mayo francés, cuando eran jóvenes quienes hoy no cumplen ya setenta años. Es decir, la edad aproximada de los encargados de organizar el Sínodo de los Jóvenes, que se inicia hoy.

De las alarmas que ha generado el sínodo hemos hablado suficientemente. Vistos los antecedentes, no es en absoluto descabellado sospechar o, al menos, temer que los ‘jóvenes’ que participaron en el presínodo y los que hay hoy en Roma, así como todo esa continua apelación a la ‘escucha’ y el ‘diálogo’ sean un pretexto para aprobar medidas preacordadas, las que aparecen ya esbozadas en el preocupante Instrumentum laboris.

Porque, leyendo las ‘demandas y preocupaciones’ de los jóvenes recogidas en dicho documento, se diría, parafraseando a Gardel, que medio siglo no es nada, y que la juventud, a la que se asocia con novedad y renovación, se ha quedado detenida, como en una vieja instantánea, en esos chavales del 68 y del Verano del Amor en Woodstock.

Naturalmente, los ‘jóvenes’ no existen en ese sentido, son cada uno de su padre y de su madre y cada cual quiere una cosa diferente. Pero si hay anhelos comunes, exigencias compartidas en esta generación, ¿tiene sentido que sean calcadas a las de hace cincuenta años?

Hoy el Papa, en la inauguración del sínodo, ha dicho que la esperanza «destruye ese conformismo que dice «siempre se ha hecho así». Pero, a juzgar por el Instrumentum laboris y por lo que debemos creer que son las principales demandas de los jóvenes católicos, lo que piden es ahondar en el conformismo; en lo que, precisamente para los jóvenes y no para los coetáneos del Pontífice, “siempre se ha hecho así”. Se diría que habla para una juventud que no está ahí o, mejor, que está, pero enterrada por los años sucesivos en la figura de algunos de sus colegas en el episcopado y sus colaboradores en la Curia.

Porque pedir a la Iglesia de hoy «más apertura», una liturgia “más accesible” o insistir en mayor laxitud y ¿comprensión?, ¿acompañamiento?, ¿discernimiento? -ya no distingo- sobre cuestiones de moral sexual es llevar décadas viviendo en una burbuja; es hablar para quienes eran jóvenes en el inmediato postconcilio y aún podían ver novedad en todo eso.

Dudo mucho, pero mucho, que haya una porción apreciable de jóvenes católicos que haya oído una sola homilía hablando seria y claramente sobre la castidad. Dudo que hayan escuchado por parte de clérigos muchas condenas a la sodomía o a la fornicación; hasta las palabras suenan prehistóricas, aunque si alguien se toma la molestia de consultarlo, siguen figurando en la doctrina de la Iglesia como pecados mortales.

Si algo puede querer el joven como novedad, es precisamente lo que no ha vivido. Y nadie menor de 50 años ha vivido lo que era el culto católico anterior al Concilio Vaticano II, salvo que haga esfuerzos extraordinarios para buscar esa rara iglesia remota en la que, alguna vez, ofrecen como pieza de museo lo que llaman ‘forma extraordinaria’.

Si algo, pues, es inconformismo, ese que la esperanza destruye, es pedir claridad y certezas en doctrina, reverencia y respeto a la tradición y sentido del misterio en el rito, todo, en fin, lo que el Papa ha dado indicios sobrados de eludir. ¿Por qué habrían de pedir más de lo que ya tienen, más de lo que ha vaciado las iglesias y los seminarios en números y tiempo récord?

Es lo que mueve, por ejemplo, a un centenar de jóvenes escoceses a pedirle en carta abierta a uno de sus obispos asistentes al sínodo que represente también su deseo de ver la doctrina católica expuesta en su integridad.

Los firmantes tienen entre 18 y 35  18 to 35 años y se dirigen a Monseñor Leo Cushley, Arzobispo de St. Andrews y Edimburgo, y le expresan su temor a que en el sínodo «se ninguneen o marginen» los «aspectos difíciles» de la doctrina católica».

«Hay quien incluso da a entender que los sacerdotes que mantienen la doctrina ortodoxa están desonectados de los laicos y, especialmente, de los jóvenes. Sin embargo, es esa línea de pensamiento la que está en total contradicción con la experiencia que hemos vivido», escriben. De hecho, son los aspectos propiamente católicos de la fe lo que les mantienen en la Iglesia, no aquellas preocupaciones que comparten con asociaciones, partidos políticos u ONGs.

«Precisamente lo que importa es la pretensión de la Iglesia de poseer la verdad; su liturgua y sus sacramentos; su doctrina transcedente, comunicada en la doctrina pero también a través de la belleza y la bondad; su comprensión de la persona humana….; y su doctrina moral, que si bien supone un verdadero desafío, también ofrece el único camino a la verdadera alegría y a la maduración humana como vemos en las vidas de los santos».

Ojalá su voz se oiga en Roma.

 

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Comentarios
37 comentarios en “¿De qué jóvenes estamos hablando?
  1. Pura dialéctica marxista. Un engaño total, eso de «jóvenes» contra «viejos». Nada de auténtica teología, donde la «persona» es el misma siempre, con iguales necesidades doctrinales, espirituales y sacramentales, sin distinción de edad. En la Iglesia, el catecismo «para niños» es igual en contenido al catecismo «para adultos».

  2. El resultado de este Sínodo contra los jóvenes está cocinado previamente por el chef Jorge Mario.

    Hay un agravante y es la nueva normativa que regula los Sínodos que promulgó Bergo glio hace un par de semanas atrás. En dicha nueva normativa se establece que el documento emanado del Sínodo será Magisterio ordinario si lo aprueba el Papa.

    1. La idea maquiavélica de Bergo glio es fácil de detectar: no quiere asumir nuevamente en solitario las heterodoxias -como lo hizo con cap 8 de AL- y con esta nueva disposición macabra, sumará a los obispos que representan a la Conferencias episcopales a la destrucción de la verdad católica.

      La actitud de la amplia mayoría de los obispos -dada su reconocida falta de valentía- será poner la firma al Instrumentum Laboris, porque ya conocen las iras de Bergo glio a la oposición interna. Les importan más que la Dies Irae.

      En definitiva, un nuevo paso revolucionario hacia la destrucción de la Iglesia por parte del hombre de San Gallen, manchandola, pero ahora acompañado por los representantes de la Conferencias episcopales.

      Es el final de la Iglesia Católica como la hemos conocido hasta ahora. Con Bergo glio se viene pisando fuerte la Iglesia Nuevo Paradigma.

        1. Ya estaba usted tardando en aparecer. No sé si me dirijo a un varón o a una mujer, pero lo cierto es que si tan a disgusto se encuentra con los artículos y comentarios de esta web, ¿por qué le dedica tanto tiempo a este periódico? Me hace pensar que gastar el tiempo de esa manera proviene de alguien que no tiene oficio ni beneficio y por tanto sus palabras tienen nulo valor. Saludos.

    2. No se trata únicamente de la Constitución Apostólica Episcopalis Communio, del 15 de septiembre de 2018, sobre la función y estructura del Sínodo de los Obispos, sino que hace tres días inmediatamente antes del inicio del Sínodo Juvenil, apareció la Instrucción de cómo, cuándo, por qué y quiénes los forman, al final se establece que el único que se expedirá será el Papa, una especia de «l’etat c’est moi», transformado en «l’eglise c’est moi».

      «La Instrucción comienza subrayando que es competencia del Papa convocar el Sínodo de los Obispos, establecer el tema o temas que tratará, elegir a los miembros del Sínodo, presidir la Asamblea del Sínodo, promulgar y ratificar el Documento final y concluir, actualizar, transferir, suspender o disolver el Sínodo».

      Vean por favor ambos documentos.

  3. Quiera Dios que aparezcan al menos 1 o 2 obispos que se pongan firmes en la defensa de la fe. Quiera Dios que algunos de ellos no se olviden que vamos a tener que rendir cuentas hasta de una palabra ociosa. Que no nos tengamos que avergonzar al estar al frente de nuestro Señor Jesucristo, por no haber sabido defender sus enseñanzas y mandamientos.
    Que el Espíritu Santo los ilumine y les dé fortaleza, para que se mantengan fieles al tener que dar razón de su fe.

  4. «El que no esté colocado que se coloque y al loro» (Tierno Galván).
    Tratar a los jóvenes sin respeto como si fueran tontos no da buen resultado.
    Hay un dato en las órdenes y congregaciones religiosas: curiosamente con crisis vocacionales y algunas extinguiéndose, pero no precisamente las de vida más exigente que son fieles a la doctrina de Cristo.
    Todos, jóvenes y no tan jóvenes estamos hartos de medias tintas, queremos las cosas claras, auténticas y sin rebajas. Queremos que se hable de SANTIDAD.

  5. Por Dios, vaya parto para no decir nada. Lo único claro es que este Esteban ha tenido una juventud algo traumática. Me recuerda a los de Fuerza Joven, los hijos de los de Fuerza Nueva, que pedian la vuelta Movimiento. Todo muy vintage

    1. Veo que en cada noticia está usted actuando de forma muy participativa, pero con poco ingenio. Le vuelvo a sugerir que no malgaste su tiempo y sus fuerzas. Saludos.

  6. Nada vale contra la Doctrina de la Iglesia y contra su Credo apostólico.El Papa es un destructor de la misa y de la teología,aborrece la tradición y a lo que llama la ultra derecha católica,pretendiendo que también es Iglesia la mafia de jotos infiltrados como progresistas,promoviendo la homosexualidad y el matrimonio gay,la validez de todos los credos.Eso no es Iglesia pues la institución es el reino del Amor en la tierra y no puede aprobar la homosexualidad por que esta no es amor sino depravación sexual de hombre con hombre,que trae como consecuencia POSESION DIABOLICA.Por otro lado,Dios ya juzgò y condenò la homosexualidad.No hay apertura o progreso.Se acabò cuando Dios dictò su sentencia.

  7. En realidad los jóvenes inventados de Bergo glio son jóvenes manipulados por viejos, como los de mayo del 68.

    La juventud real no se expresa hasta pasados los 30 años de cada persona. Es decir, cuando dejan de ser jóvenes, al modo del Señor quien con 30 años de edad aparece en la vida pública.

    1. Papa Francisco, solodiarrea, Papa Francisco. Dejando a un lado los espumarajos, los jóvenes son los que la Iglesia ha abandonado en el abuso sistemático, más de un siglo, en prelaturas, yunques, legionarios, consagrados y clericales pederastas y demás raela sectaria. Hoy volvemos a hacer un acto de Fe en que Dios no abandonará a nuestra Iglesia, recogidos orando. Hoy San Francisco de Asis nos habla directamente, nuestro pecado, por primera vez, no nos hace callar. Los Solodiarrea y Estebanes ya no son débiles o pobres víctimas, son los verdugos, la casta corrupta que no ha tenido valentía para irse. La Iglesia soporta maternalmente a estos lobos y, herida, sabe que es el pago al Amor de Dios y a su amado Jesucristo.

  8. Deslumbrada, emocionada por estos jóvenes escoceses…Complacen a Dios .
    Me han hecho acordar de Ananías, Misael y Azarías, los jóvenes del horno encendido por no querer adorar a un ídolo que figuran en el libro de Daniel y que un angel preservó del fuego Ellos y muchos otros como ellos sorprenderán al mundo y lo conquistarán…

  9. Tal vez se trata de juventud acumulada, o que son jóvenes muy traqueteados, el caso es que si las cosas no son así,. empiezan los problemas, cuando es cuestión importante, las cosas sí deben ser así, si no se trata de servir un café muy caliente o medio caliente, si no, del destino de la Iglesia, Quien no hace caso del semáforo, seguro se estrella, las cosas son, que debe frenar.

  10. Tengo 70, hijos en los 40 y nietos en los 20.

    Reconozco que no tengo la menor idea de que es lo que piensa mi nieto en muchas cosas.

    Pero si tengo claro que le repugna la hipocresia. Le dan asco los pendeviejos que no asumen su edad.

    Cuestiona muchas cosa, si no no seria joven, pero como vive un mundo diferente, muchas cosas que le inquietan son diferentes a las que me inquietaban a mi cuando tenia su edad.

    El mundo en que vive es muy diferente, es mucho mas rico, sexualmente muy promiscuo, con homosexuales que hacen proselitismo y a los cuales miran como bichos raros y con un asco y desprecio.

    Me doy cuenta que reclama de mi claridad, firmeza, convicciones profundas y coherencia de vida. Sin esto no puede crecer el.

    La homosexualidad es muy dura cuando los años pasan. Los viejos se vuelven pateticos.

    Habia en Barcelona en los 70 un antro que se llamaba «Donde nacen las Estrellas».

    Iban viejos a cantar y los jovenes los abucheaban. Imagino a Berg oglio y su corte alli

    1. Claridad, firmeza, convicciones profundas, coherencia de vida, cariño y respeto…
      Siempre ha sido necesario pero hoy más que nunca. Porque lo que reciben del ambiente de la sociedad tiene tela.
      Pero yo soy optimista en ésto, porque lo que se vive en casa queda grabado a fuego, no se olvida jamás. Crecer de esta forma te da seguridad, ayuda a no estar a merced de los demás, te da criterio y libertad. Los niños y jóvenes lo agradecen, ¡vaya que sí!
      De lo contrario se les deja desarmados, a la intemperie, sin rumbo, inseguros, susceptibles de ser manejados por cualquiera. Y no es justo para ellos.

  11. Yo pienso como el autor Carlos, los jóvenes de hoy en día son variopintos, los que lo han organizado este funesto evento se han quedado en una foto fija de hace 40 años, vamos que tienen todos la edad mía incluso más mayores. No sé que tipo de jóvenes acudirán, aunque al final siempre hay trepas que se pueden enganchar en estrucuturas que abundan y proliferan hoy en día también en la iglesia no sólo en el Estado. Se enganchan ahí como responsables de algo y hasta están cobrando un sueldo o montan una Onegeta y a vivir que son dos días al amparo de la iglesia. Pero lo que es para oir lo mismo que se oye en el mundo vamos que no merece la pena ni una parada de metro.

  12. He buscado gore, troll, y se adapta perfectamente a lo que experimentan los abusadores y pederastas. Su alma emponzoñada en la viscosa corrupción le hace ver todo desde el color de lo más asqueroso. Cerdo.

  13. El Santo Oficio de la Inquisición en tiempos de Pio XI, ya se pronunció condenando el arte expresionista en la Iglesia, por ejemplo el de ese baculo. Bueno, en realidad fue contra el baculo de Juan Pablo II, el del crucufijo que parece que se va derritiendo. Tambien se pronunció contra los resurrixfijos, esas cruces con el Cristo resucitado, que trastocan la teología católica. Los pronunciamientos del santo oficio eran magisterio ordinario de la Iglesia. Ya veo por donde se han pasado el magisterio.

  14. Mentira, fue en tiempos de Benedicto XV, la condena fue contra el via crucis de Servaes, el del crucifijo chuchurrio. El arte expresionista no es católico. Pero está por todas partes. La condena del resurrixfijo fue despues

  15. Para empezar a hablar, dudo mucho de que tengan algo que ver los jóvenes africanos, los indios, los alemanes… El nivel de madurez depende mucho de donde vivan, la fe también. Tampoco entiendo eso de que los jóvenes quieren acompañamiento. No conozco ni uno que quiera eso. En general, los jóvenes católicos europeos y USA son mas bien tirando a tradis, conservadores etc. y ya suelen tener director espiritual. Si no lo tienen, no llegan vírgenes a los 18, y por supuesto, no son católicos. Lo son de nombre sin más. Los sudamericanos… se están yendo en masa a las sectas evangélicas o pasan de todo… o son muy tradis o conservadores. Los africanos me temo que van de otro rollo, como los asiáticos. Entonces, ¿de qué jóvenes hablan? ¿De dónde han sacado sus conclusiones para el instrumento de laborcilla ese? Se lo han inventado, ni más, ni menos. No sé a qué llamarán estos acompañamiento, pero miedo me da, dado el historial de muchos de ellos en cuanto a acompañar.

  16. Los jóvenes no son una tribu homogénea. Pero yo que ya no soy tan joven, sí que pienso que esos viejales que me quieren imponer su primavera power flower no me representan ni representan a nadie, salvo a sí mismos. Como ya están con un pie en la tumba, les da igual cargarse la Iglesia, porque no creen ni en el Cielo ni en el Infierno. En realidad no sé qué quieren, pero me parece muy triste ser sacerdote, obispo o cardenal de más de 60 años y no valorar tu propio celibato, o no haberlo vivido. Significa que no han entendido el amor de Dios y tienen que vivir una gran sensación de frustración y de vacío, de haber vivido para nada. Es angustioso ser sacerdote y no creer en la salvación de Dios. Dan pena y miedo. Se han entregado a una especie de organización que no ofrece nada mas que algo en lo que no creen: a Dios. Hay que rezar por ellos, pedirle a Dios que de algún modo se les haga presente en el final de su vida, para que lo puedan encontrar.

  17. Ese pobre masja está sufriendo también, porque está a punto de que le dé un infarto. Una tila, masja. La libertad de expresión es algo saludable, incluso en la Iglesia Católica, pero las ordinarieces no llevan a ninguna parte.

  18. Pero lo del efebismo y todo eso me parece exagerado. La juventud es el futuro, y hay que darle valor. Pensar que por peinar canas uno ya es sabio, es una tontería, con perdón. Tampoco pasa nada por llevar un accesorio más o menos feo. Creo que aquí se mezclan churras y merinas, y se le da importancia a cosas que no la tienen. La juventud es importante, pero como todo, con sentido común. Y creo que nadie les ha consultado nada para este sínodo. Las conclusiones precocinadas del sínodo no son de los jóvenes, si no de los viejillos power flower, que no tiene nada que ver.

  19. El báculo que lleva el Papa me parece espantoso. No es que haya visto muchos báculos episcopales en mi vida, la verdad, pero, de todos los que he visto, éste es el más feo, sin ningún género de dudas. ¿Nadie ha tenido la caridad de decírselo a Su Santidad? Claro que, con la que está cayendo en la Iglesia, lo del báculo es lo de menos, desde luego… Pero, caramba, es que es horroroso…!

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