Para los grandes medios, Francisco es ‘uno de los nuestros’

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Una de las noticias más llamativas de los escándalos que han sacudido la Iglesia este verano -empezando por las revelaciones sobre McCarrick, siguiendo por el informe del gran jurado de Pensilvania y acabando con el explosivo Informe Viganò- ha sido la desconcertante actitud de los grandes medios.

 

Con una noticia tan sensacional en las manos que afecta a una Iglesia con dos milenios de historia y más de mil millones de fieles y que llega hasta a su cabeza visible, los medios se muestran casi indiferentes, e incluso se ponen mayoritariamente de parte de quienes prefieren silenciar todo el asunto. ¿Cómo es posible?

Quienes vivimos como adultos el Gran Escándalo de 2002, bajo el pontificado de Juan Pablo II, especialmente quienes lo vivimos desde los medios, no podemos olvidar el papel protagonista que desempeñó entonces la prensa.

De hecho, todo empezó con una serie de investigaciones emprendidas por el Boston Globe, inmediatamente seguida con entusiasmo por los grupos mediáticos de todo el planeta. Fue un momento tan penoso para la Iglesia como glorioso para el periodismo, que pasó de las revelaciones a la opinión, exigiendo cabezas.

Se hizo, incluso, de todo el asunto una afamada película, Spotlight, que es una glorificación más de nuestro oficio, nunca tímido a la hora colgarse medallas. Creo recordar que en la película uno de los periodistas hace un ardiente alegato de la búsqueda de la verdad, llegue a donde llegue y caiga quien caiga, sin miedo a las intimidaciones. No es la primera, precisamente, que vemos en el cine, pero no por eso resulta menos emocionante.

Solo que no es verdad. Los grupos mediáticos son empresas con dueños que contratan, despiden o promocionan a los periodistas, que les deben su sustento, y estos propietarios tienen su propia agenda, fácil de reconocer porque es la que vemos instalada en nuestras sociedades a modo de dogmas de obligatorio seguimiento.

En 2002 ocupaba el solio pontificio el odiado ‘Papa polaco’, etiquetado como ‘ultraconservador’ y decidido crítico de las posturas morales cada vez más extendidas en nuestras sociedades. A este siguió el ‘Gran Inquisidor’, Benedicto XVI, al que, a pesar de que nadie podía asociar con los abusos y pese a las medidas que adoptó para atajarlos, el grupo de víctimas SNAP quería encausar ante un tribunal internacional.

Ahora nos encontramos con todo un arzobispo curial y ex nuncio en Estados Unidos, Carlo María Viganò, en paradero desconocido por miedo a las represalias, que ha escrito un detallado testimonio acusando al Papa y a media Curia de conocer e ignorar las andanzas de los principales perpetradores de abusos.

Y los medios, en lugar de lanzarse sobre tan jugoso bocado informativo como hicieron con mucho menos en 2002, no solo parecen tratarlo como un asunto menor y sin demasiada importancia, sino que se ponen mayoritariamente de parte de los detractores de quien ha tirado de la manta.

La razón, simple y evidente para quien tenga ojos en la cara, es que los medios consideran a Francisco ‘uno de los nuestros’ en su guerra cultural.

Francisco, como ellos, aboga por la desaparición de las fronteras y la inmigración masiva e ilegal.

Francisco, como ellos, urge a tomar todas las medidas que sean necesarias para combatir el Cambio Climático.

Francisco podrá no coincidir abiertamente con ellos en cuanto al divorcio, el aborto o al matrimonio homosexual, pero ha pedido expresamente a los católicos que no nos ‘obsesionemos’ con esos temas, ha eliminado el énfasis en la doctrina moral y ha lanzado abundantes guiños en la dirección adecuada.

Todos los gestos de Francisco van dirigidos en un mismo sentido, el de acercar cada vez más la Iglesia al mundo -es decir, a las modas ideológicas de nuestro tiempo- y poner sordina o ignorar sus aspectos sobrenaturales.

Francisco parece más en su salsa hablando en foros internacionales -su sintonía con la ONU no es exactamente un secreto- sobre asuntos más propios de un líder político que de un pontífice romano, que ocupándose de cuestiones doctrinales, sobre las que mantiene posturas desconcertantemente ambiguas y confusas.

Se ha negado a responder a las Dubia de cuatro cardenales y a la Correctio filialis sobre su exhortación Amoris Laetitia, hace declaraciones cuestionables en los periódicos que luego se desmienten solo parcialmente (sobre el infierno) o se ignoran en absoluto (sobre la homosexualidad), adopta posiciones dubitativas (sí, no, haced lo que veáis oportuno) sobre cuestiones tan graves como la intercomunión.

No es paranoia, sino evidencia, que la ideología por defecto en el mundo o, al menos, en Occidente, se da de bofetadas con la visión de la Iglesia Católica. Y son precisamente esas cuestiones que más enfrentan a la Iglesia con el Mundo -«Si el mundo os odia, sabed que me ha odiado a mí primero»- las que Francisco ignora en unos casos o trata de ‘suavizar’ en otros.

El reciente Encuentro Mundial de las Familias ya ha adelantado un cambio de actitud con respecto a la doctrina tradicional de la homosexualidad que muchos esperan ver consagrado en el Sínodo de la Juventud de octubre, que tantas voces han pedido en vano que se posponga, a juzgar por su documento preparatorio.

Ese es el Papa que la opinión publicada quiere para la Iglesia. Lo último que desean los poderes propietarios de los medios es un nuevo Juan Pablo u otro Benedicto. No digamos ya, un Pío X y una verdadera renovación de la Iglesia en el sentido de lo que siempre ha sido.

 

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Comentarios
13 comentarios en “Para los grandes medios, Francisco es ‘uno de los nuestros’
  1. En España, Francisco es «Nuestro hombre en el Vaticano» para EL PAÍS (Janli Cebrián, ZPedro, zETAp, PSOE…), ELDIARIO.ES y PÚBLICO (pre-Escolar, Coletas, Maduro, Castro, Bastante…), LA SEXTA (Ferreras, Podemos, Garzón…), VOCENTO (PNV-PSE), ALFA Y OMEGA (Osoro –O Soros–, Josito…), COPE y TRECE (Blázquez, Pardo, Novell, Vives, Turull, Agrelo, Omella, Nostach…), RELIGIÓN DIGITAL (Don Vidalone, PadreÁngel, Masiá, Castillo, Agirre, Pagola, Raguer, Maradiaga…), etc.

  2. «Francisco, como ellos, urge a tomar todas las medidas que sean necesarias para combatir el Cambio Climático»
    No hay otro cambio climático posible que aquel está descrito en el libro del Apocalipsis.

    «Francisco podrá no coincidir abiertamente con ellos en cuanto al divorcio, el aborto o al matrimonio homosexual, pero ha pedido expresamente a los católicos que no nos ‘obsesionemos’ con esos temas».
    Por lo que respecta al aborto es un pecado, es un atentado contra el Espiritu Santo que no será perdonado ni en este tiempo, ni después, en el otro, en el día de la resurrección de lso muertos.

    «Todos los gestos de Francisco van dirigidos en un mismo sentido, el de acercar cada vez más la Iglesia al mundo»
    Cuanto más Francisco y la Iglesia se acera y comulga con las idologías del mundo, tanto mas Francisco y su Iglesia se separa de los desiginos del Dios de Francsico y su Iglesia,

  3. «El reciente Encuentro Mundial de las Familias ya ha adelantado un cambio de actitud con respecto a la doctrina tradicional.»

    Ni Francisco es el último Papa; ni este Encuentro Mundial de las Familias es el último que pueda ser. Y orddenar y cambiar en ordem la verdadera tradición.

    «Ese es el Papa que la opinión publicada quiere para la Iglesia. Lo último que desean los poderes propietarios de los medios es un nuevo Juan Pablo u otro Benedicto. No digamos ya, un Pío X y una verdadera renovación de la Iglesia en el sentido de lo que siempre ha sido.

    El próximo Papa sí que, vanamente y sin posibilidad de cambio, será odiado por «esos, los medios» de comunicación y todos aquellos que odian la segunda venida de Jesús a este planeta Tierra-

  4. Cualquier movimiento percibido como peligroso por «la sociedad» si no puede ser destruido es adoptado en un proceso llamado sincretismo
    El cristianismo, en cuanto se convierte en religión oficial y a través de los siglos, puede alejarse de su primigenio espiritu
    Por eso el verdadero cristiano resiste en las catacumbas confiado en Dios y rezando por sus perseguidores

  5. Qué gloriosamente grande es Jesús cuando en vísperas de Su Pasión les dice a sus discípulos : ¡ Ánimo.
    Yo he vencido al mundo !»…
    ¿ Y ahora, qué es lo que está pasando?

  6. El evangelio o buen ángel, la buena notícia, es que Dios está con los pobres, ha nacido entre los pobres en un humilde portal. Los pobres seran los que nos juzgarán. Los últimos serán los primeros. Las prostitutas nos procederán en el reino de los cielos.
    Y esto no gusta, no es noticia, hay que vaciar las iglesias como sea para separar al hombre de Dios, así piensan los enemigos de Dios y si hay que inocular en la mente de las masas la presunta homosexualidad de todos los cristianos, se hace pero Jesucristo es Dios y Hombre verdadero!!!

    1. Sergio,

      Jesucristo habla de los “pobres de espíritu”. Y no de los pobres de dinero. Porque su reino ‘no es de este Mundo’. También habla de los limpios de corazón, los mandos, los que buscan La Paz, los que tienen hambre y sed de justicia, los misericordiosos y los perseguidos por causa de su Nombre. Esos son los que nos precederán. Las prostitutas no precederán a nadie por el mero hecho de ser prostitutas – por favor no distorsiones el evangelio.

  7. Nada está ocurriendo sin la voluntad de Dios,. Sí Él lo está permitiendo , sus razones tendrá, y tenemos que esperar y tener paciencia, como dice la poesía de Sta Teresa: Nada te turbe, nada te espante, todo se pasa, Dios no se muda….

  8. ¡Dios nos asista! No, si lo del rayo caído en la cúpula de San Pedro cuando la renuncia de Benedicto XVI y la hostigación de la gaviota a la paloma soltada por el Papa Benedicto en su último ángelus en la Pza de San Pedro, igual no son coincidencias. Ni la expresión inexpresiva y carente de sentimientos del sucesor al salir a ser proclamado en el balcón de la Logia vaticana, tampoco…

  9. El cristianismo religión oficial tiene como fin cristianizar el Estado y la sociedad toda, y no es para nada lo mismo que el cristianismo «ligh» usado como pantalla por un estado anticristiano como son los actuales.

  10. Muchos cuestionamientos hacia el Papa Francisco han sido sobre Magisterio no irreformable. Hubo críticas por el lavatorio de los pies, por «que todos somos hijos de Dios», Ecumenismo, nulidad por inexistencia de matrimonios sacramentales, casos especiales (extremos los hubo siempre) para acceder a la Sagrada Eucaristía, y por varias otras cosas. Está bien en una sociedad donde los católicos merecemos estar informados sobre nuestra fe. Por esto creo que la primera crisis real, Dios quiera la única en este Pontificado, es el increíble pedido de renuncia a S. S. Francisco. Creo que en poco tiempo, sin renunciar a otras convicciones, ‘todos’ vamos a estar de acuerdo en que fue un enorme error. Mientras tanto se aclaren las decisiones tomadas por los últimos Pontífices, habrá que atenerse a las diferentes tendencias de medios de comunicación, que ya saben con certeza que la cantidad de consagrados homosexuales en la Iglesia supera a la cantidad de religiosos abusadores sexuales de menores.

  11. Creo que en poco tiempo, los católicos estaremos de acuerdo en que fue un error el pedido de renuncia al Papa Francisco. Con el nivel de comunicación existente en la sociedad actual, está bien que nos enteremos de críticas al actual Pontífice sobre sus decisiones y acciones, incluyendo el Magisterio no irreformable y el que algunos consideren Magisterio irreformable. Mientras tanto tendremos que atenernos a las distintas tendencias de los medios de comunicación, pero también de las autoridades de los Estados, pues ahora saben con certeza que la cantidad de homosexuales consagrados, supera en la Iglesia a la cantidad de sacerdotes y religiosos abusadores sexuales de menores de edad.

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