En la línea de matar al mensajero y señalar al que denuncia que tanto daño ha hecho en la Iglesia, el periódico del Arzobispado de Madrid apunta a Viganó en su editorial de hoy.
A continuación, el editorial de Alfa y Omega.
Lo decisivo no es el daño a la reputación a la Iglesia ni que estos escándalos eclipsen la labor de multitud de cristianos
comprometidos. «Si un miembro sufre, todos sufren con él».
Con esta frase de san Pablo a los corintios explicaba el Papa en su Carta al Pueblo de Dios por qué no podemos no llorar con las
víctimas del «abuso sexual, de poder y de conciencia» en ámbitos eclesiales. Si existía la tentación de responder que el informe del
gran jurado de Pensilvania se refiere básicamente a hechos ya conocidos (la novedad es el relato de los sobrevivientes), Francisco
ha respondido que hay heridas que «nunca desaparecen».
No pocas Iglesias locales han actuado con decisión y han logrado una disminución drástica en el número de casos. El jesuita Hans Zollner, puntal vaticano en la materia, ha dicho a Servimedia que España haría bien en tomar nota de esos ejemplos. Pero ni las mejores prácticas impedirán que siga produciéndose alguna agresión. Lo inadmisible sería que se perpetuara el encubrimiento.
Por eso la carta del Papa apunta al clericalismo, que «genera una escisión en el cuerpo eclesial» y crea espacios de impunidad. En plena tormenta, Francisco viajaba a Irlanda, el país hasta ahora más azotado por estos escándalos, dispuesto a coger el toro por los cuernos aunque ello le obligara a salirse de la agenda prevista para el Encuentro Mundial de las Familias. Lo que nadie podía imaginar es la jugarreta que le tenían preparada sus críticos internos con la publicación orquestada en varios países de una carta acusatoria del exnuncio en Washington. La respuesta frente a esta pequeña pero influyente minoría, ahora hipócritamente reagrupada bajo la bandera de los abusos, no debe ser entrar en polémicas cainitas. Más eficaz es continuar en la línea de las reformas para seguir mejorando la formación afectivosexual en los seminarios y fomentando una mayor presencia en los órganos de decisión de la Iglesia de los laicos (en particular, de mujeres). Implantar una cultura de transparencia y rendición de cuentas es por supuesto esencial. Pero lo más acuciante es poner en el centro de la vida de la Iglesia la ley suprema de la caridad.
Una ley que no nos permite quedarnos indiferentes ante el grito de dolor de las víctimas, sobre todo cuando son nuestras víctimas.
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«Alfa & Omega» no miente. Porque para las estructuras de eclesiásticos estupradores de doctrinas y vidas que les sostienen y cuyos abusos encubren, asumen y representan, las contundentes y veraces denuncias contra Francisco han sido la peor jugarreta de toda su malhadada vida.
Palabras, palabras, palabras.
los hechos son tozudos.
Hay multiples abusos homosexuales a efebos y homosexualidad encubierta entre quiene hicieron libremente voto de celibato.
Hay encubrimiento, sostén y promoción de los que toleran conscientemente esas conductas, y en consecuencia las promueven.
Ante esto, solo cabe repetir con el niño de la fabula
El Rey esta desnudo.
Triste, doloroso pero esa es la verdad.
Y todo el que proféticamente lo denuncie sera calumniado, marginado y escarnecido.
Pero Dios todo lo ve. Y a El no se lo puede engañar con palabras.
Continuemos reclamando se ponga fin a esta asquerosa situación.
Que no la causan los que la la denuncian, sino los que la comenten, los que la facilitan y los que la promocionan.
Basta ya !
Yo no sé a ustedes, pero a mí me parece que cada vez que pretenden cerrar filas en torno al Papa y levantar sospechas sobre Viganó, lo hacen tan frivolamente y/o burdamente que tiene el efecto contrario, sirva como muestra el calificarlo de «jugarreta de críticos internos» . Un tema tan serio merece una respuesta seria y contundente.
Dos noticias en una. La de la Foto y la del texto.
Y un denominador común, Osoro que dice y no hace ya lo que tenía que hacer. Y así le va.
Pues el prelado Osoro a título de cardenal francisquita le traspasó en usufructo al cura Garcia un hermoso templo católico. ¿Y?
El Bru se comprende que asome en su engolamiento; hace años que se le estuvo escuchando en la Cope, vaciedad de vaciedades y todo vaciedad; de alo hay que vivir.
A mi juicio tanto la Jerarquía como como le clero y su medio de comunicación, «Alfa y Omega», no tienen otra salida que defender la buena fe del Papa, pues ello es la defensa del Papado. Otra cosa es como se hace, que me parece pobre y sesgada, pues sobra la crítica a una parte de la Iglesia, resulta bastante torpe, pues esa parte de la Iglesia es precisamente la que forma la mayoría de los practicantes espirituales y sostenedores económicos de la misma.
La Iglesia tiene dos problemas: un problema gay y un problema de alcahueteria. Osoro ha quedado muy mal
parado. Haciendo la pelota a su jefe, que está hasta el cuello en la cloaca.
Joel : de acuerdo en todo con Vd. como siempre. Pero me podría explicar cómo éste individuo(mmb) siempre se coloca al lado del poderoso? Oiga…es que siempre está ahí ,el sujeto.
Decepcionante Alfa y Omega! Lo importante es fomentar la “formación afectivosexual en los seminarios” y yo pensaba que lo que hace falta es aumentar la vida interior y santificarse, como siempre lo hizo la Iglesia verdadera. Y fomento de mayor presencia de laicos, especialmente mujeres… otra falsedad. Si aumentan la presencia de las mujeres, igual bajarían las tentaciones homosexuales, pero aumentarían quizás las fornicaciones heterosexuales! Dios mío, hemos llegado con la Nueva Iglesia a absurdos de orientación. Por fin, el dolor de las víctimas. Claro que es penoso, pero y el dolor del Sagrado Corazón de Jesús? La sodomia y pedofilia en la Nueva Iglesia hace sufrir sobretodo a Dios Nuestro Señor. Cuantas convocatorias de desagravio a NSJC hacen? La Virgen de Fátima dijo que el Corazón de Su Hijo sufría muchísimo por los pecados y las modas. Es increíble la poca o nula reparación que hacen las autoridades que deberían de dar ejemplo de penitencia. Cómo está iglesia es diferente!