El Padre Declan Huerta, sacerdote de la diócesis de Cuenca muy conocido en Twitter, ha explicado en un «hilo» su opinión de cómo la falta de sinceridad en la dirección espiritual lleva a situaciones en las que la vida se desdobla.
Ahora que estamos en la quietud de la noche, os contaré mi opinión personal sobre los sangrantes casos de pederastia entre el clero.
— Declan, ese cura (@PDeclan) 21 de agosto de 2018
A continuación, el resto del hilo:
Insisto que es personal, basado en varias facetas de mi trabajo como sacerdote: dirección espiritual, docencia en el Seminario, experiencia previa en la vida religiosa e instructor ocasional de causas de secularizacion de sacerdotes, así como la labor de confesionario.
Creo que la raíz es lejana, y aparentemente inocua. Como dato previo, ayer me decían dos psicólogas que los actos de pederastia no requieren necesariamente de una inclinación pedófila. Y creo que ese dato va a reforzar mi punto de vista.
Creo que la raíz está en la soberbia desde una etapa temprana en la vida cristiana, y sobretodo en la formación en el seminario, y me explico: el no aceptar que otros conozcan tus carencias. Y no sólo en el orden afectivo/sexual.
Para entender esto, hay que conocer el sistema formativo en un seminario, que no es más que el reflejo de lo que debe ser parte de una sana vida espiritual dentro de la Iglesia: un sistema de doble fuero, interno y externo.
El fuero interno es lo que afecta a la conciencia y la intimidad de las personas, para entendernos. Y el fuero externo afectaría a la disciplina dentro de una comunidad, la obediencia a una jerarquía en un proceso de formación.
Dentro de un seminario hay responsables de ese proceso de formación en el fuero interno, y responsables de formación en el fuero externo, que nunca deben coincidir en la misma persona.
El responsable de la formación en el fuero interno es el director espiritual, que en principio es el que nombra el obispo para el seminario, a no ser que se cuente con permiso para dirigirse espiritualmente con alguien fuera del Seminario. No es confesor por norma general.
El responsable de formación en el fuero externo es el rector del seminario, y los sacerdotes que le ayudan en esa labor que reciben el nombre genérico de formadores. Conviven estrechamente con los seminaristas, y les van preparando para su ministerio en el día de mañana.
La soberbia de no reconocer las carencias y debilidades puede llevar a no vivir el proceso formativo con lo que se conoce en la literatura espiritual clásica como «llaneza de conciencia».
En el fuero interno, la llaneza de conciencia es hablar con el director espiritual de los obstáculos interiores que uno va experimentando: la lucha contra el pecado, las malas tendencias, la doma del carácter, la formación de un espíritu recio. Llegar a ser «amigo fuerte de Dios»
La responsabilidad del obispo en esta etapa es que el sacerdote que sea director espiritual sirva para ello, y no sea un «perro mudo». El director debe estimular la confianza del dirigido, y debe trabajar con él su disponibilidad a la conversión permanente.
Y el dirigido debe ser franco. Debe evitar la tentación de querer dar buena impresión, de reservarse las cosas, de no contar deslices ocasionales por el qué dirán. La llaneza de conciencia es ser capaz de mostrarse como uno es.
Me atrevo a decir que si se falla en este cometido, el joven sacerdote estará solo para afrontar sus problemas. Su soberbia le hará presentar una fachada de que todo va bien, mientras por dentro se irá corrompiendo en una doblez de vida.
El director espiritual, por la naturaleza de su trabajo, no puede revelar nada de lo que se habla en dirección espiritual, ni siquiera al rector o al obispo. Por eso es muy importante la labor en el fuero externo que hacen el rector y los formadores.
El rector tiene mucho peso en la decisión de si un seminarista es un candidato adecuado para el sacerdocio. Debe conocerle. Debe recibir de él un feedback de la formación recibida. Debe interesarse porque haga actos de virtud concretos, y que esos actos devengan en hábitos.
Si el rector y los formadores se dedican solo al compadreo, se dejan llevar por respetos humanos, o simplemente quieren caer bien y no complicarse la vida exigiendo rectitud en los seminaristas, fallan estrepitosamente en su misión.
Y por desgracia puede venir por aquí un coladero. Gente que no está preparada, que ha desperdiciado el tiempo del Seminario, que accede a las órdenes. Gente sin virtud recia, sin disciplina, sin amor por las almas que se ordenan. Gente que, incluso con buenos deseos, no es apta
Y todo esto suponiendo una buena formación académica. Si encima la formación es mediocre, o incluso con veleidades semiheréticas, entonces tenemos al enemigo en casa.
Podemos encontrarnos con un hombre que asume unos compromisos, entre ellos el celibato, y que se ha acostumbrado al ocultamiento de sus problemas, a vivir de la apariencia, y flácido y autocomplaciente en todo lo que pueda significar trabajar por la virtud.
Sumemos diez años de fracasos en las primeras tareas apostólicas, de frustración porque no era lo que pensaba. De mediocridad e incapacidad de mantener un esfuerzo sostenido por cambiar algo. Entonces viene la pendiente resbaladiza.
Adicciones, ya sea alcohol, pornografia, juego, comida, como refugios, primero ocasionales, luego habituales. Mecanismos de doble vida que van aflorando.
Ensoñaciones, fantasías, relaciones ambiguas con gente cercana. Miedo a la soledad. Abandonó de la oración. Celibato como carga, no como motor apostólico. Quejas, amargura. Quejas cada vez más continuas.
Si hay alguna debilidad en el carácter, estas afloran cada vez más. El celibato es duro, no hay compensaciones. No encaja ya con la rutina o el desencanto. Frustración, ira, falta de empatía cada vez más creciente. E incapaz de abrirte con llaneza a otro, de pedir ayuda.
Entonces, en algunos casos, esa pendiente resbaladiza entra en un cieno espantoso de justificaciones, autocompadecimiento, autojustificacion. Y barra libre a la maldad, ya sin caretas. Y ahí, a mi juicio, esa pendiente resbaladiza llega a los mayores errores y los peores horrores
Si el Evangelio es verdadero, si Cristo nos une a su lucha contra el pecado y la muerte, no se me ocurre un peor instrumento en manos de los enemigos del alma que un ministro caído. Que un sacerdote revolcado en su cieno. Si yo fuera el enemigo, no pararía hasta hacerlo mi pelele
Y ahí están, como diría san Ignacio, «todos los vicios y pecados». Y entre ellos el abusar sórdidamente de los más inocentes, de los más débiles. Ahí, entre todos ellos, están también los pederastas.
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Vergonzoso. Está usted intentando justificar lo ocurrido… o más o menos… o así lo entiendo yo.
No, señor mío. NO. La respuesta es NO. Mucha gente no está contenta con su vida. Mucha gente no vive la vida que desearía. Y se queda en el paro. Y no puede pagar la luz. Y no tiene comida que darle a sus hijos o a sus nietos. Y NADA de todo eso les empuja a meterle mano a los niños. Y a ningún padre le da por meterle mano al vecino, o al hijo o a la hija del vecino, ¿verdad? (salvo casos contados).
Los sacerdotes tienen luz, casa y comida asegurada, y no tienen familia de la que preocuparse… Y una comunidad alrededor, un trabajo, una vida…
En Pennsylvania 1 de cada 6 sacerdotes (y sus obispos) pillados con el carrito de los helados. ¡¡¡Y esos son los pillados!!! ¡La punta del iceberg! No, señor mío. No nos vale su explicación.
Perdone, se trata de acusados, no de crímenes probados ni condenas en firme. Lo grave es la nula intervención Episcopal ante una acusación. Desde el siglo XVI al XVIII el delito de solicitacion en confesión en España lo trataba la Inquisición, y no había componendas episcopales, si era inocente se le absolvia, y si culpable se le condenaba. Punto. Basta que se aplique el derecho como durante siglos hizo la Iglesia.
Se equivoca usted. No han sido condenados por un juez, entre otras cosas porque se han muerto la mayoría. Pero sabemos que son culpables. Ahí están las cartas de confesión de los sacerdotes a sus obispos. Ahí están las fotos apuestas de sus obispos, cambiándolos de parroquia para que sigan violando, felicitándolos, etc…
La explicación que nos da D. Declan puede servir para un caso concreto, pero no para toda una red como la que ha habido y, por desgracia, parece que hay en más de un lugar. Es cierto que en los seminarios no se ha dado nada de formación afectiva y ahí tenemos los resultados. Se ha dejado que la infiltración del mal se haya hecho con el poder y el control de muchos ámbitos de la Iglesia.
La explicación a los abusos no se da sólo por la soberbia sino que hay muchos más factores. Y se necesita una regeneración total en la jerarquía.
Todo es charlatanería. Si la iniciativa de la vocación es Dios, Dios no va a llamar a un pederasta. La funcion del seminario es sólo discernir si hay llamada sobrenatural de Dios,y no una academia de seleccion del q me parece mejor¿Entonces de donde sale el pederasta? Pues salen de que no se ordena al llamado por Dios sino al que más deslumbra, no al que tenga virtudes sino al que tenga la fachada mejor.En la teoria se cree en el cura de Ars, y en la practica se cree en el marketing. Animadores sociales que presiden shows más que padres que buscan salvar almas.Ya no hay vocaciones de Dios y ya no se cree en que Dios llama a quien quiere, porque la herejia modernista triunfante desde los sesenta, ha suprimido el Sobrenatural. Todo es natural. Se ordena al que cae bien y no ve el modernismo y el que cae mal no tiene vocacion. Atraer a la gente sólo para que contribuyan economicamente para poder competir entre ofertas de religiones. Al sumiso antes q al llamado.
Lo has clavado. Pero bien clavado.
Nuestro Señor llamó a Judas. Santa Teresa de Ávila lo recuerda varias veces en sus escritos, que el llamado de Dios es irrevocable, pero que por culpa de uno mismo se puede convertir en un traidor.
Puede que lo que diga este buen hombre sea verdad como causa remota de lo que está sucediendo. Pero no se justifica. Muchos muchachos van deslumbrados al seminario porque les hacen creer en una vida que no es real, en la que todos son encuentros, generalmente para el cachondeo sano, pero cachondeo, y se piensan que la vida ministerial está libre de problemas, de dificultades y que todo es así de alegre. Y luego es cuando viene el batacazo. La culpa la tienen también muchos obispos por mantener unos números y para que se crean que su ministerio en tal o cual diócesis no ha sido un fracaso. Hay muchos curas homosexuales y, conforme se van haciendo mayores, cada vez se les nota más. Puede que no hayan cometido actos sexuales contra menores, pero no hay quien los quite estar rodeados de críos y crías jóvenes a los que se mete mano sin piedad y de muy diversas maneras. Y la mayoría no quieren estar en los pueblos porque se aburren. Lo mejor es la ciudad que pasan desapercibidos.
El fin del sacerdote ya no es el sacrificio del altar para salvar almas. Si la salvacion ya es en todas partes, ahora el fin solo puede ser presidir asambleas que distraigan a la gente q no convierten a nadie pq ya no es necesario. La fe ya no entra via inteligencia sino que es una vivencia y una experiencia. Ahora hay que competir con otras religiones con otras experiencias y vivencias que te ofrece el mercado que distraen mejor. Pues he ahí: Castigo de Dios.
Magnifico comentario, estoy muy de acuerdo con usted!
La soberbia ha llevado a que el seminario solo es para seleccionar al mejor, al mas apto, al que me cae mejor, al simpatico y da igual si lo llamó sobrenaturalmente Dios. Como Dios ahora hace lo que le mando yo y elige al que yo quiera, pues error, habeis seleccionado pederastas.
La tradicion de la iglesia enseña que primero es la iniciativa de Dios, luego viene la aceptacion del llamado, y lo último, el discernimiento de la Iglesia sobre lo anterior. Como el modernismo invierte las cosas, ellos se ponen en lugar de Dios y tienen la iniciativa que suplanta la iniciativa de Dios. Como el modernismo no tiene sobrenatural y Dios es subjetivo e inmanente, el hombre sustituye a Dios eligiendo, y ya luego Dios aceptará al candidato que yo le imponga. Pues error, le habeis impuesto curas pederastas a Dios. Dios no los llamó.
un amigo mío, que fue seminarista en Cuenca, fue testigo que algunos compañeros suyos cultivaban marihuana allí mismo. Le pareció sospechoso que algunas matas cambiaban de posición, estando siempre recibiendo sol. Entonces buscó en internet una planta similar y se encontró con que era marihuana.
A mi me ha parecido un extraordinario artículo sobre las causas de que haya habido y haya tantos abusos sexuales en el clero. Durante años, en muchos paises catolicos hubo muchos que entrabana en el seminario con buenas intenciones, pero más tarde, se frustraron. Mucha presión, venían de entornos agrarios, y despues de diez de años de sacerdocio, la vuelta al secularismo era muy dificil. Pocos daban el paso.
Esa entrada de supuestas vocaciones, que no eran tales, en algunos paises y épocas, fue un coladero.
Coladero en el que entraron numerosos gays u homosexuales que no sabian que lo eran, y lo descubrieron despues.
Estos, eran encubridos por sus superiores, con la misma orientación sexual. En la Iglesia y dentro de la jerarquia, existe eso.
La inmensa mayoria de los abusos sexuales en la iglesia son protagonizados por gays.
“Hay una cultura homosexual en la jerarquía eclesiástica que debe ser purificada de raíz”
Cardenal Raymond Leo Burke.
https://infovaticana.com/2018/08/17/
Con el seminario on line habría cientos de vocaciones. No hacen falta los seminarios edificio. Iniciativa vocacional: Seminario on-line.
Las tecnologías lo cambiarán todo, si Dios no lo remedia, pero puede que hasta sean buenas para luchar contra la crisis vocacional. Es mucha la gente que reza para que surjan vocaciones sacerdotales, pero alguien tiene que dar las ideas, que, si son buenas, puede que vengan de Dios gracias a las oraciones de los demás. O, dicho de otro modo, hay que sembrar ideas para que fructifiquen con el riego de las oraciones. Unos son los que siembran, otros los que riegan y otros los que recogen, dirá san Pablo. Pues, quizás una de las mejores iniciativas que se podrían tomar en estos momentos seria ampliar el concepto de seminario en el sentido de que no están todos los que son. Muchos podrían aprender la Teología desde sus casas a través de Internet, ya que son muchas las Facultades de Teología que dan cursos de Teología por este medio a nivel universitario
Coincido con el P. Declan en todo. Es el Seminario dónde deben estar los mejores sacerdotes, no solo con títulos académicos, sino con sentido formativo, que hay sido párrocos probos, sacerdotes que se hayan destacado en la vida pastoral, espiritual, y que tengan olfato. He sido seminarista, hoy soy sacerdote, y he visto de lo que hablo, y también he visto lo contrario en algunas ocasiones. El formador del fuero externo debe ser un hombre en todo «sacerdotal», pero sobre todo de gran sentido formativo, que anda entre sus seminaristas, que vive con ellos, no aparte en la zona de los superiores, y que cuando tiene que escribir un informe lo hace por el bedel o lo que se dice de tal o cual, o se abstiene o dice no conocer. Un formador que diga en un informe «Me abstengo» o «desconozco» debe irse a otra parte. Debe saber todo de todos, que hablan, que miran, que dicen… y al final hombres con valor para plantarse rápidamente y decir: -Señor Ud. no tiene vocación, deje el Seminario.
A mi entender, un artículo muy acertado.
Acá hay algo mucho más grande que casos de soberbia individual, hay una red homosexual que incluye a Obispos. Y no todos sus miembros tienen porqué ser gente que no fue franca en la dirección espiritual. Puede haber sencillamente muchos que desde el principio sabían que no tenían vocación pero querían tener un lugar cómodo para vivir y poder desarrollar sus malas inclinaciones. Y puede ser también que algunos hayan sido infiltrados por los enemigos de la Iglesia en su antiguo deseo de destruirla.
Por cada mal sacerdote, debe haber muchos buenos, pero como se nos llena la boca hablando solo de los malos, y nosotros, blancas palomitas. Además, a Dios le corresponde la venganza, ya El sabrá lo que hará, lo que nosotros, rezar
José:
Cómo mola alguna gente…. los sacerdotes y obispos se dedican a violar niños, y la culpa es de «los enemigos de la iglesia». Vamos, que la culpa de las violaciones va a ser del Monedero y el Wyoming, ¿Verdad?
No hay que plantearse si una adolescencia entre otros chicos seminaristas modifica el comportamiento de los chavales (cuando sabemos que sí lo hace entre los presos, que «se vuelven» homosexuales tras años de convivencia con otros presos…). O si la represión sexual extrema a la que están sometidos es la que provoca esos excesos. Para nada. La culpa es del Gran Wyoming y de los ateos.
En una entrevista, están los invitados diciendo , que así como la primavera árabe fue creada por los que manejan los hilos de la política, así estaban preparando ya , la primavera católica, y éso fue desde ese entonces; así que lo que está ocurriendo, es que éstos son los resultados. Solo los fariseos modernos, se razgan las vestiduras sintiéndose inmaculados. Claro que hay horror, pero fue preparado
Excelente artículo!!!!La falta de sinceridad en la dirección espiritual tiene que llevar casi seguro al fracaso sacerdotal….
Es un artículo muy acertado, con gran conocimiento de lo que supone la vida espiritual y el lado humano del sacerdote. Ambos hay que cuidarlos, insistiendo siempre en la sinceridad y apertura por el bien del mismo sujeto. Sólo añadiría a lo que dice que , como siempre se recomendaba antes, incluso en los colegios regentados por religiosos, hay que procurar tener un confesor fijo. Y éste -me he encontrado algún caso-, si viendo que los asuntos relativos a la sexualidad, homosexualidad y temas adyacentes, no se superan a pesar de los esfuerzos, medios y tiempo, debe aconsejar al penitente que el sujeto, o lo ponga en conocimiento del formador pertinente o, sino se ve capaz, deje sin más seminarios o casas religiosas, obivamente respetando el secreto de confesión. Hay patologías que no dependen sólo de la gracia, no porque ésta no pueda, sino porque no suele seguir esos pasos en la providencia ordinaria.
El artículo es interesante, pero habla de cuando las cosas funcionan normal, bien, o incluso mediocremente.
A la homosexualidad se llega por varios caminos: unos nacen, otros se hacen, y a otros los hacen.
Si resulta que el formador o director espiritual es un corrupto, y se convierte en corruptor que induce mediante el ejemplo, prácticas, aprendizaje del disimulo, conveniente racionalización, va corrompiendo a muchos, que a su vez replican el modelo sacerdotal gay aprendido.
Si además se convierten en una red que se mantiene, se defiende, y se propaga ocupando puestos clave para nombramientos, informes, bloquear denuncias e investigaciones, machacando y desacreditando a quien suponga una amenaza para la red.
Así, de arriba abajo, llegamos a lo que estamos viendo, que se parece más a esto que a lo del interesante artículo. Así ha sido en Chile, Honduras, Estados Unidos, y en más sitios que seguramente iremos conociendo. Lo saque quien lo saque.
Muy buen artículo, que no trata de justificar, sino de explicar porque se ha llegado a estas situaciónes. Pero además, muchos seminarios españoles han estado poblados por profesores heréticos para poner la guinda final.
Es muy facil calumniar a seminaristas más o menos tradicionales para que no los quieran en ninguna parte. El mejor candidato es el que no sabe nada de modernismo y el que pregunta no tiene vocación y va fuera. Pues eso, castigo de Dios. Han sustituido las vocaciones de Dios por las vocaciones que se sacan de la manga ellos mismos. Pues ellos mismos han metido así a pederastas. No haberlos ordenado.¿ en dónde le vieron la vocacion al pederasta?¿pero qué criterio es el que han seguido?. La iglesia tradicional no tenia pederastas.Pues ya te digo yo cual es el criterio: el marketing y el presentar números buscando el ascenso en la carrera eclesiástica. Lo presentan como un trabajo. Pues si es un trabajo, Dios no pinta nada y no tiene que llamar a nadie. Si Dios no llama a nadie, por algo será, a lo mejor es por el modernismo. Eso,eso, desde chiquititos comedura de olla con que todas las religiones salvan. Hala.
Este señor está justificando el comportamiento sectario.