Burke: «Hay una cultura homosexual en la jerarquía eclesiástica que debe ser purificada de raíz»

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El cardenal americano Raymond Leo Burke ha puesto el dedo en la llaga sobre la ola de escándalos que sacude la Iglesia norteamericana en una entrevista concedida a Thomas McKenna, presidente de Catholic Action for Faith and Family.

«Ahora parece claro, a la luz de estos terribles escándalos recientes, que ciertamente existe una cultura homosexual, no solo entre el clero sino incluso dentro de la jerarquía, que hay que purgar de raíz. Es, desde luego, una tendencia desordenada».

Las devastadoras revelaciones del informe del gran jurado sobre abusos sexuales de clérigos y su encubrimiento por los obispos en seis diócesis de Pensilvania ha concitado una riada de reacciones, entre ellas la «vergüenza y la pena» del Santo Padre y la petición de perdón de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos. Pero en casi todos los pronunciamientos oficiales parecen siempre faltar dos cosas: responsables en las más altas esferas dispuestos a pagar por el escándalo con su renuncia y referencias claras al ‘elefante en la sala de estar’ que muestran los datos, que no es otro que el núcleo homosexual de estos comportamientos abusivos.

Más del ochenta por ciento de los casos citados por el informe se refieren a abusos de varones, y una mayoría de ellos a adolescentes, no a niños pequeños.

Tras recordar que no se necesitan nuevos ‘procedimientos’, porque la Iglesia dispone de ellos desde hace siglos, Su Eminencia ridiculiza el intento de los obispos de pasar de ser cómplices a convertirse en portadores de la solución en este problema. «Es el Romano Pontífice, el Santo Padre, quien tiene la responsabilidad de disciplinar estas situaciones, y es él quien tiene que adoptar medidas siguiendo los procesos que prevé la disciplina de la Iglesia», dice Burke. «Esto es lo que solucionará la situación de forma efectiva».

Concluye el cardenal recordando que la Iglesia está fundada por Cristo y que está, por tanto, por encima de la debilidad de sus hijos. Además ha desarrollado, después de dos mil años de enfrentarse a todo tipo de crisis, mecanismos adecuados para enfrentarse a las peors situaciones. «Existían en el Pontifical Romano durante siglos los ritos para la degradación de clérigos e incluso prelados que habían pecado gravemente en su función», recuerda. «Creo que sería útil releer esos ritos para comprender en profundidad lo que la Iglesia siempre ha comprendido, que es que los pastores pueden descarriarse, incluso de modo grave, en cuyo caso hay que disciplinarles e incluso despojarles del estado clerical».

 

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Comentarios
11 comentarios en “Burke: «Hay una cultura homosexual en la jerarquía eclesiástica que debe ser purificada de raíz»
  1. Uno de los argumentos que se va a usar en el futuro contra el catolicismo es la lentitud en asumir claramente el problema de la red de sacerdotes homosexuales.

  2. Es difícil porque hay una contradicción implícita subyacente. Por un lado, se trata de un comportamiento claramente homosexual en los clérigos acusados sea por acción o por omisión o encubrimiento y, por otro, hay una exaltación de la homosexualidad. Salvo una minoría en que se trata de pederastia (y habría que ver si ello implica un trastorno de la personalidad), el resto es una conducta referida a varones jóvenes. La minoría de edad legal (por cierto, no para el consentimiento -y habría que dilucidar si hubo o no ese consentimiento-) no exime de la culpabilidad moral ni legal, pero a nadie se le oculta que hay desde la revolución sexual del 68 una declarada promoción de la práctica homosexual desde la adolescencia, entre iguales o con adultos. Lo que por un lado se exalta y promueve incluso desde el ámbito educativo, se denigra a los clérigos (la mayoría también jóvenes cuando lo hicieron).
    Esa hipocresía (en todos), en realidad obedece a un intento por desprestigiar a la Iglesia.

  3. Se trata de anular a la Iglesia católica, de destruirla desde dentro, de minar la confianza social en ella, de arrancar a los jóvenes de la Iglesia. Se trata también de provocar un fracaso absoluto del pontificado del papa Bergoglio, de su reforma y de los cardenales que le apoyan. Los enemigos externos de la Iglesia y los enemigos internos del papa trabajan convergentemente buscando cada uno su propio fin.

  4. El «Maestre Tita» fue el verdugo oficial de los Estados Pontificios, durante el reinado de Pío IX. Cuando la gente le topaba en la calle, le hacía una reverencia o se quitaba el sombrero como un signo de respeto. «Mira que cruza el puente el Maestro Tita…», decía la gente, cuando querían amonedtar a los niños contra el crimen y la maldad. Pero, ahora nos dicen que aquello es «inadmisible». Bien por el cardenal Burke, uno de los pocos prelados auténticos de la Iglesia.

  5. En realidad lo que existe fuera de la Iglesia y, muy lamentablemente, dentro de ella, es una cultura de la anticoncepción, de la esterilidad autoimpuesta, cuyo culmen es la cultura homosexual. Por tanto, son coherentes los intentos del partido de Bergo glio de derribar la Humanae Vitae, es decir, sus fundamentos y, al mismo tiempo, normalizar la homosexualidad.

    En resumen, no le pidamos a Bergo glio la solución del problema, cuando el representante de San Gallen es parte del mismo.

  6. Las redes se establecen con ramificaciones hacia abajo y hacia arriba. Un seminarista tiene problemas de castidad y echa canitas al aire con sus amiguitos. Cierto obispo se entera y lo introduce en sus redes. De un lado es víctima abusada, de otro obtiene “favores” extrasexuales por entrar en la red, generalmente asociados a la participación del poder clerical o su cercanía. A su vez el obispo tiene por encima otros monseñores internacionales bien posicionados en Roma. El plato está servido: el/los seminaristas pronto serán jóvenes
    diáconos estéticamente conservadores…
    No hablo de USA, ni de Irlanda.

  7. «Es el Romano Pontífice, el Santo Padre, quien tiene la responsabilidad de disciplinar estas situaciones, y es él quien tiene que adoptar medidas siguiendo los procesos que prevé la disciplina de la Iglesia”, dice Burke. “Esto es lo que solucionará la situación de forma efectiva”.
    Pero el papa Francisco quiere normalizar las relaciones LGTBI en la Iglesia y después en la Doctrina. Por lo tanto Burke y los que opinen igual, debe de buscar otro sistema protocolario y administrativo para obligar al papa a disciplinar estas situaciones, arrojándolos fuera de la iglesia.

  8. Despues de ver las fotografias de las nuevas casullas que vestiran tanto el papa como sus ayudantes, y a pesar de las explicaciones que den los pervertidos cardenales, obispos y sacerdotes hijos, no de Abraham, sino del papa dictador.
    Despues que el homosexual james martin diga su discurso a favor de las familias homosexuales.
    Despues que cientos de casos de pederastia y homosexualismo clerical han salido a la luz publica.
    Todavia hay alguien que niegue que estamos frente a una nueva religion?
    Las profecias marianas se estan cumpliendo: «Roma perdera la fe y se convertira en la sede del anticristo».

  9. El Cardenal Burke ha realizado un diagnóstico certero y preciso sobre la crisis terrible que asola a la Iglesia Católica. Mientras no se combata con determinación al lobby gay no hay nada que hacer. Lo malo es que con Bergoglio el lobby gay se ha fortalecido. Urge deponer a Bergoglio y sustituirlo por un valiente como el Cardenal Burke, fiel a la doctrina de siempre.

  10. “Hay una cultura homosexual en la jerarquía eclesiástica que debe ser purificada de raíz”
    Totalmente de acuerdo con el Cardenal Burke .
    Limpiar era una tarea imposible para el delicado Sante Padre Benedicto XVI . Por eso los cardenales eligen a Francisco para ese trabajo de limpiar la curia . ES LO QUE ESTA HACIENDO , si no me equivoco .

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