Las perspectivas que ha abierto Su Santidad al cambiar sin culta previa o explicación el punto del Catecismo referido a la pena de muerte, revirtiendo la doctrina de siglos anteriores, no ha escapado a los grupos LGBTI católicos, que consideran la medida del Papa como prueba de que la doctrina puede cambiar.
“Es importante para los católicos que defienden la igualdad LGBT tomar nota de este cambio porque, durante décadas, los católicos que se oponen a la igualdad LGBT argumentaban que es imposible cambiar la doctrina de la Iglesia”, exulta New Ways Ministry, un grupo dedicado al ‘acercamiento’ de la Iglesia a las tesis homoheréticas en su web, tras el cambio introducido por Su Santidad en el Catecismo. “A menudo señalan el hecho de que las condenas a las relaciones de personas del mismo sexo están incluidas en el Catecismo, y por tanto no están abiertas a discusión. Y, sin embargo, la doctrina sobre la pena de muerte está en el catecismo, también…”
No es, como se ve, José Manuel López Vidal el único en advertir las posibilidades que abre esta ‘grieta en la doctrina’. De hecho, el debate entre quienes aplauden la reforma efectuada por el Papa abundan los que, como el teólogo Massimo Faggioli, desprecian la explicación del prefecto de Doctrina de la Fe en el sentido de que se trate de un ‘desarrollo de doctrina’ y abogan, por el contrario, por un sentido ‘líquido’, evolutivo de la enseñanza católica.
Faggioli sostiene que es absurdo considerar mero desarrollo cuando una doctrina contradice claramente la enseñanza precedente sobre el mismo asunto -de ser lícito a no serlo-, y añade que la Iglesia ha tenido que revertir su postura doctrinal oficial en diversas ocasiones, y que seguirá haciéndolo.
Y es difícil pensar en un grupo mejor posicionado para presionar un nuevo cambio doctrinal que el ‘lobby gay’, cuya infiltración en la jerarquía eclesial se ha hecho especialmente evidente con los recientes escándalos de abusos homosexuales clericales en Estados Unidos, Chile y Honduras y su encubrimiento por el alto clero, pero también por la proliferación de iniciativas eclesiales y personajes proLGBT consentidas y aun propiciadas por los pastores en todas partes.
La cobardía y el carrerismo de muchos jerarcas pueden explicar en parte un encubrimiento tan reiterado y masivo, pero no todo. Cuando el más elemental sentido común nos impide creer que las constantes andanzas homosexuales durante más de medio siglo del arzobispo emérito McCarrick fueran conocidas por tantos, desde seminaristas a sacerdotes y periodistas, y completamente ignoradas por sus colegas más cercanos, es lícito sospechar que los obispos Wuerl, Ferrell, James Tobin y Cupich mienten al expresar una absoluta sorpresa. Todos ellos formaban parte de la ‘clique’ de McCarrick y deben en buena medida la púrpura a los buenos oficios del ex cardenal.
El filósofo polaco Andrzej Kobyliński llega a afirmar en una entrevista a La Nuova Bussola Quotidiana que “la homosexualidad en el clero ya ha dividido la Iglesia en dos”. Hace mención Kobyliński a recientes estudios que revelan un “éxodo heterosexual del sacerdocio” y advierte que “a causa de la controversia en torno a la homosexualidad aumentará cada vez más la desintegración del catolicismo”.
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Lo que debería hacer el Papa es escribir un nuevo catecismo con todas sus ocurrencias y que ni se le ocurra tocar el Catecismo actual. Que lo llame «Catecismo del Papa Francisco» y así sabremos todos a que atenernos. Si quiere cambiar la Doctrina de la Iglesia, que la cambie para él y sus acólitos.
Una buena opción, aunque no creo que él la acepte, porque lo suyo es no pasar desapercibido.
Varios medios se preguntan si el Papa ha promovido a un conocido homosexual para que sea Arzobispo:
https://gloria.tv/article/r7mdDtytMq3s2vvJHVrUYTFkB
https://rorate-caeli.blogspot.com/2018/08/breaking-practicing-homosexual.html
¿Por qué Ladaria, que no es tonto, habrá tragado la mentira del desarrollo de la doctrina cuando se trata de una evidente contradicción? Estará en la misma línea modernista que Kasper, o como Jesuita cree en la obediencia como un cadáver?
El papa Francisco predica una cosa pero actúa contra la Doctrina, ha realizado un cambio innecesario de forma despótica para mundanizarla . Quien se ha opuesto, NADIE. Quien se opondrá cuando proponga que las relaciones entre personas del mismo sexo no son intrínsicamente desordenadas y contrarias a las Leyes Naturales, Morales y de Dios, como dice actualmente el catecismo, NADIE. Quien reclama una contestación a la dubia, NADIE. Sois, gran parte del clero, unos papólatras inmisericordes, pues le teméis mas a él que a Dios y ello significa una pérdida profunda de la Fe y el temor de Dios, propio de agnósticos. Sois uno simples e ineficientes funcionarios y burócratas que no tienen otra forma mas digna de ganarse el sustento y la vida. «Las críticas a los fariseos» de Jesús Cristo seguro que también deberán ser reformadas para evitar que los fieles o grey puedan confundirlos con ellos.
El pontificado de Bergoglio, con la emisión de continuos mensajes legitimadores de la sodomía, recepción incluida a una pareja gay en la nunciatura de Washington, ha servido para fortalecer al lobby gay eclesiástico. No me extrañaría que Bergoglio se atreviese a modificar el catecismo para suprimir la perversidad de los actos homosexuales. El argentino ve que nadie osa to serle. Los católicos laicos tenemos que movilizarnos ya.
Leí un testimonio de un corresponsal vaticano a quien Juan Pablo II le habría confiado (se non è vero è ben trovato), que el celibato opcional terminaría por llegar, pero que desde luego no sería él quien firmase tal inevitable modificación.
Yo no sé si será la próxima fruta madura en caer del catecismo, pero lo que está claro es que cada vez tienen menos escondrijo quienes no saben sostener más que la barbaridad de que cualquier hombre puede procrear con cualquier mujer porque así lo ha dispuesto la naturaleza y por lo tanto Dios.
La homosexualidad, independientemente de desfiles y payasadas, al final era el tabú nefando sobre el que nadie quería reflexionar con ecuanimidad y justicia. Yo no tengo, para quien lo quiera, más que el ejemplo de mis padres conmigo. Que si mis padres pudieron, entonces es que puede cualquiera en esta vida, exceptuando quizás Irán o Zimbabue.
«Bienaventurados seréis cuando os injurien, y os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa. .Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en los cielos; pues de la misma manera persiguieron a los profetas anteriores a vosotros.»
Mateo, 5 – 11 y 12