¿Al Papa lo elige Dios?

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José Luis Aberasturi

«Al Papa lo elige Dios». Es un aserto al que se agarra mucha gente, la verdad. Y se agarra a eso, bien por poca formación doctrinal y/o espiritual; bien por un afán -lícito, aunque equivocado- de seguridad. De seguridad en Dios y en la Iglesia, para uno mismo y para los demás; bien porque, sin más, así lo creen ya que, quizás, así se lo han enseñado. Pero hay que decir que las buenas intenciones no hacen verdadera una idea, o un deseo, o una historia.

Otra cosa es que se pueda decir tal cual…, porque no se puede. Simplemente, no es verdad.

Que se sepa, pues está incluso revelado, es que Jesús -verdadero Hombre y verdadero Dios- escogió al primer Papa, a Pedro: Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia. Y fuera de este -que se sepa, insisto- a ninguno más.

También escogió a los primeros Obispos, los demás Apóstoles. E instituyó el Sacerdocio Católico el dia del Jueves Santo: el mismo día en que instituyó el Sacramento de la Eucaristía y les dio a los hombres la capacidad -sobrenatural- de hacerlo en “su” Nombre: nunca en nombre propio.

Por tanto, lo que Cristo ha dado a “su” Iglesia -la Iglesia Católica y a ninguna otra, aunque esté de moda no decirlo así- como señas de identidad fundacionales y para siempre, es el Papado -con el Papa que lo encarna en cada momento-, son los Obispos -sucesores de los Apóstoles- y los Sacerdotes: su Presbiterio. Que se suceden históricamente a lo largo de los siglos: sin ellos no habría Misa, ni Eucaristía; ni siquiera habría Iglesia, porque no estaría Él presente y actuante: Salvador.

Por contra, ¡nadie ha dicho jamás que haya visto votar al Espíritu Santo en ninguno de los múltiples cónclaves que ha habido en la historia de la Iglesia! Y no lo han dicho porque no lo han visto: de hecho, nunca ha pasado. Y no ha habido ningún Padre de la Iglesia, ni teólogo digno de ese nombre, ni escuela eclesial ni familia religiosa que haya afirmado tal cosa: que Dios elige al Papa. Nunca.

Porque al Papa lo votan exclusivamente los Cardenales Electores; es decir, los que tienen derecho a voto. Y nadie más. Y sale elegido el que sale elegido, con perdón por la perogullada.

Lo que también se sabe -porque lo han dicho los interesados en hacerlo así y en decirlo-, es que ha habido elecciones en las que el resultado estaba más que amañado de antemano. ¡Cosas de la poca integridad de las personas, aunque sean Cardenales! ¡Así es la vida!

Podría citar casos y dar nombres pero, ¿para qué? No aportan mucho a lo que estamos considerando. Nada, de hecho: ¡si hasta ha habido algún momento con más de uno o más de dos papas! Lo que demuestra, negro sobre blanco, quién elige al Papa. Y a los Obispos los nombra el Papa. Y a los Sacerdotes, su obispo,

Otra cosa es -yendo de abajo a arriba- que la vocacion sacerdotal es divina: ahí sí es Dios quien elige, quien da la vocación. Y uno, la acepta o la rechaza. Y la acepta con todas sus consecuencias, incluido el celibato, renunciando a otras posibilidades -icluso realidades presentes- para ser consecuente con esa llamada divina. Llamada que nadie puede darse a sí mismo. Llamada de la que deben asegurarse -les va en ello su felicidad terrena y eterna- los superiores, empezando por el Obispo. O el Papa y sus asesores, de cara a los mismos Ordinarios que va a llamar personalmente..

Otra cosa es ya la “carrera»: la “plenitud del sacerdocio” -los obispos-, reservado a unos pocos que son llamados por sus superiores; y las dignidades -los Cardenales-, que crea el Santo Padre y de donde sale elegido el Papa.

Y así, unas veces sale elegido un Papa a la altura del Corazón de Cristo -los hemos conocido-, y otras veces sale elegido un Papa a la altura del corazón de los hombres, que ya sabemos cómo va la cosa. También los hemos conocido.

En el primer caso, la Iglesia va como la seda, por decirlo de alguna manera; aunque siempre hay “problemas” porque, ni el demonio ni los pastores mercenarios dejan por eso de existir. En el segundo caso y para todos en la Iglesia Católica, son tiempos de más Fe, de más Oración, de más exigencia personal -mayor Santidad, en definitiva-, porque son tiempos de prueba: no para Dios, sino para nosotros por parte de Dios. Porque ahí nos espera.

Y esto no desmiente que, se dé el caso que se dé, Dios siempre escribe derecho: hasta con renglones torcidos. Y “saque de los males bienes, y de los grandes males, grandes bienes».

Amén.

(Artículo publicado originalmente en Infocatólica)

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Comentarios
4 comentarios en “¿Al Papa lo elige Dios?
  1. El católico que piensa eso no tiene idea de la doctrina de la Iglesia. Ha de saber que el papa no e sun monarca absoluto y no puede cambiar lo que la Iglesia ha enseñado siempre. El ejemplo más claro es el intento de cambiar la doctrina avalada por la Sagrada Escritura y toda la Sagrada Tradición sobre la licitud de la aplicación de la pena capital en el caso de delitos muy graves. Es doctrina infalible e irreformable por el magisterio ordinario. Lo contrario es una herejía.

  2. Y a Judas Iscariote ¿Quién lo eligió?. El que lo eligió ¿Se equivocó?. En los sacramentos actúa el Espiritu Santo a través de la Iglesia… la verdad es que falta la primera vez, en que, cuando recibo la absolución en la confesión, el sacerdote se transfigure, tenga llamas de fuego sobre su cabeza y aparezca una paloma blanca revoloteando. No acabo de entender que concepto tiene el autor del artículo de la acción del Espíritu Santo en la Iglesia; como actúa el Espíritu Santo en las almas y en la Iglesia es un misterio insondable, tan insondable, que hasta de alguna forma actúa en las elecciones «amañadas».

  3. Si el Papa me gusta lo elige Dios, si no me gusta lo eligen los cardenales… Vaya… Una Iglesia a mi manera y una reflexion rozando la herejia… y poniendo en causa la existência de Dios…

  4. Por supuesto que si. ¿No es la Iglesia Católica la fundada por Nuestro Señor Jesús? ¿No es seleccionado el Santo Padre por los Cardenales en un cónclave? El Papa puede equivocarse en su condición de hombre…pero yo me equivocaría en mi condición de cristiano si despreciase, ningunease o desobedeciese a las autoridades de la Iglesia. Dios permite las autoridades civiles pero la Iglesia, con sus virtudes y defectos, es UNA, SANTA, CATÓLICA y APOSTÓLICA. ¿No les gusta Francisco? A mi si…como me han parecido bien todos los Papas desde que tengo memoria. ¿Quien soy yo para juzgar al Santo Padre? ¡Que soberbia!

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