Un obispo brasileño oficia una misa para la Masonería en la Amazonía

El Secretario de Estado vaticano, Cardenal Pietro Parolin, asiste a la reunión del Club de Bilderberg cuando nos enteramos de que un obispo brasileño ha celebrado una misa para la masonería. No diré que ambas cosas tengan que ver, pero 'riman'.
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La Masonería es la institución humana que más condenas ha recibido de la Iglesia, en parte porque ella misma ha tenido la destrucción de la Iglesia como una de sus prioridades. Hasta hace poco, hasta que lo cambió San Juan Pablo II, pertenecer a la Masonería suponía excomunión ‘latae sententiae’, automática, sin necesidad de que se proclamase. Hoy ya no es así, aunque siga estando condenada, y es por eso que choca ver a todo uno obispo oficiando una misa para la Masonería.

Hablamos del Arzobispo Metropolitano de Manaos, Mons. Sergio Castrini, coincidiendo casualmente con el inicio del Sínodo de la Amazonía. La misa se celebró como parte de los fastos por la fundación de los Preceptorios Templarios y Prioratos de Malta del Amazonas Castelo de Tomar Nº 61 y de Rondonia Estrela de Porto Velho Nº 62, el pasado 6 de mayo, en la iglesia Sagrada Familia del Tarumã.

Armando Corrêa Junior, Gran Maestre del GOB Amazonas, señaló que esta misa venía a romper un gran paradigma y que van a intentar convertirla en una tradición anual en el Estado de Amazonas. Y, a juzgar por las palabras de Su Ilustrísima en la homilía, no suena tan descabellado como podría parecer: “Lo que nos une es mucho más grande que lo que nos separa. Estamos en vísperas de Pentecostés, cuyo tema es ‘En la fuerza del Espíritu, somos todos hermanos y hermanas´, lo que muestra que lo que nos une es el Espíritu de Dios“.

Eso sí que es renovación, aggiornamento y encuentro con el mundo, y casa maravillosamente con la presencia del secretario de Estado, Pietro Parolin, en la tenida de este año del Club Bilderberg en Turín que, como probablemente sepan, no es exactamente un grupo de oración.

Llámenlo ‘la Gran Confluencia’, o «conjunción cósmica», pero todo apunta a que, efectivamente, el programa de la Nueva Iglesia que nos están preparando se compadece muy bien con los fines fraternales y universalistas de la Masonería.

No tanto, en cambio, con siglos de Iglesia Católica, pero eso es algo que ya hemos apuntado demasiadas veces. Se ve que durante dos mil años no nos hemos enterado de casi nada de lo que significaba el cristianismo de verdad, hasta que ha llegado este luminoso pontificado, que desde el Cambio Climático a la inmigración masiva o su ambigua actitud frente al mundo LGBTI, parece más cómodo en un foro de la ONU que en una iglesia.

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Comentarios
9 comentarios en “Un obispo brasileño oficia una misa para la Masonería en la Amazonía
  1. ¿Esos masones creen en Dios y en la Iglesia? Si creen sinceramente, su logia no deja de ser una reunión de amigos. Si no creen, es decir no cumplen los preceptos, la Misa es un disparate por cuanto se convierte en una exhibición más o menos folclórica. Y la Misa no es eso.

    Falta saber si monseñor cree que la Misa es la renovación del sacrificio y si existe la presencia real. Porque sin presencia real, se convierte en un acto más o menos folclórico y no hay inconveniente celebrarla en cualquier sitio y ante cualquier público.

  2. Esto me recuerda a ese dicho de «París bien vale una misa». Un obispo católico que se presta a celebrar algo tan sagrado como una misa para «lavar la cara» de una organización secreta condenada por la Iglesia debe ser suspendido, si no por malvado por necio. Encima utiliza el nombre del Espíritu Santo para considerar hermanos a los masones. Hijos de Dios son «los que son conducidos por el Espíritu de Dios» (Rom 8,14), y nadie que es conducido por el Espíritu de Dios hace lo que la Iglesia condena. Y este no es el único prelado que los considera hermanos. Aunque no hay que extrañarse, pues hoy hay quienes consideran así hasta a los musulmanes. Son los que quieren convertir la Iglesia de Jesucristo en el camarote de los hermanos Marx, ¿recuerdan la escena?

  3. Cuando fue el cónclave, después de Benedicto, se temía que pudiera quedar un obispo brasileño , tenía fama de ser muy liberal.

  4. No se, pero estoy empezando a a pensar que lo que hizo monseñor Lefebvre no fue tan mal malo, o malo, creo que la circuntancias lo empujaron. Aunque no caigo de lleno en mucho de los llamados «»Lefebvristas»». Y es que noticias como estas son las que me hacen pensar eso.

  5. No pidamos coherencia al representante de San Gallen cuando por un lado pidió al cardenal Burke que limpiara de masones la Orden de Malta y por otro autoriza a Parolin a concurrir a Bilderberg y así como también hará la vista gorda ante misa para masones de obispo brasileño. AL con su discernimiento da para cualquier mercancía espiritual.

  6. En realidad, se trata de una constatación abierta de cuán infiltrada está la Iglesia por sus enemigos jurados. La descristianización del mundo no es fruto de una moda pasajera, sino de una labor constante desde el siglo XVIII. La masonería es la iniciadora de esa labor de acoso y derribo por todos los medios, incluyendo la infiltración de sus miembros dentro del clero, influyendo en concilios, sínodos, etc… . Cualquier día la ceremonia será al revés. en alguna iglesia un obispo oficiará de forma abierta un aquelarre masónico. Y si no, ¡al tiempo!.

  7. Si eso es cierto, ese obispo debe ser desalojado de su puesto y enviado a un retiro perpetuo. Porque una de dos: o después de tantos años todavía no entiende la doctrina de Jesucristo, o sí la entiende y lo hace a conciencia, lo cual es peor. Dar una misa a esos desgraciados es como regalarle armamento pesado al enemigo en una guerra sin cuartel. Si el Vaticano no hace nada al respecto va a perder mucha autoridad. Además ¿qué hace un cardenal en el club bildelberg, el club de la ridícula pero dañina soberbia humana? No hay excusas. Es vergonzoso.
    Cada día debemos rezar más. El Señor nos perdone y nos convierta.

  8. Sobre un punto de esta nota; según recuerdo, tras los cambios del CDC de san Juan Pablo II, el entonces cardenal Ratzinger salió a confirmar que la excomunión a quien se hacía masón seguía vigente.

  9. Si hubiera un papa que cumpliera sus obligaciones, como era el caso de papas como San Pío X o Pío X, ningún obispo se atrevería a realizar tal barbaridad y acto tan escandaloso, probablemente sería destituido inmediatamnte del ministerio. Gracias al Vaticano II y el postconcilio ha desaparecido la disciplina en la Iglesia con resultados nefastos, no el menor el escándalo de los fieles.

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