Keylor Navas, un ejemplo de fe y superación personal para la juventud

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Hace tan solo una semana, los hinchas del Real Madrid se congratularon un año más por la victoria de su equipo en el famoso campeonato europeo de la Champions League, donde este se alzó con la decimatercera copa. Sin duda, se trató de un evento histórico, pues demostró de nuevo que los equipos de nuestra liga se encuentran entre los mejores del mundo. Es probable que también fuera un momento importante tanto para aquellos que no gocen con el fútbol como para aquellos que no pertenezcan a la afición merengue, puesto que, al ser un equipo español, es una victoria de toda nuestra nación. De una u otra manera, eleva a lo más alto del estrellato deportivo a los jugadores del Real Madrid, que no dudaron, por cierto, en ofrecer su triunfo a nuestra Señora de la Almudena, patrona de la capital de España. Pero, detrás de estos ídolos del balompié, se ocultan historias que muy pocos conocen acerca de la vida privada de cada uno; por este motivo, la distribuidora Bosco Films ha decidido presentar en nuestro país la biografía de uno de ellos: el portero Keylor Navas.

En efecto, Keylor Navas es actualmente el reconocido portero titular del equipo blanco. Quien haya seguido de cerca sus andanzas en el campo de juego, habrá descubierto que una de sus costumbres más características es la de arrodillarse en el césped, santiguarse antes de comenzar el partido y elevar sus brazos al cielo. Evidentemente, este es un gesto que ha complementado infinidad de veces con sus declaraciones, donde no ha dudado en afirmar que todo se lo debe a Dios, quien ha dirigido su vida desde que era niño. De hecho, en la pasada rueda de prensa del 26 de mayo, fecha del encuentro entre el Real Madrid y el Liverpool F.C., aseguró abiertamente que le estaba muy agradecido al Padre del cielo, puesto que le estaba haciendo vivir experiencias inolvidables: “Nunca perdimos la fe, siempre trabajamos, le pedimos a Dios mucha salud para llegar lo mejor posible a los partidos: ya es una realidad y somos campeones de nuevo”.

Keylor Navas nació en el seno de una familia humilde de Costa Rica. Su gran pasión siempre fue el fútbol, pues su padre se había dedicado a él de manera casi profesional. Aunque la posición en la que más le gustaba jugar era la de guardameta, lo cierto es que su baja estatura y su escasa masa muscular hacían de él un candidato poco idóneo para dicho puesto. Pero eso no le supuso un inconveniente, sino un fuerte aliciente, porque resolvió entrenar con dureza para compensar sus evidentes limitaciones. De este modo, y poco a poco, fue labrándose un nombre entre sus compañeros y entre la liga juvenil de su país, que vio en él un posible candidato para el balompié profesional. Sin embargo, la ilusión del muchacho se truncó cuando supo que su padre se marchó a los Estados Unidos por razones laborales, ya que siempre había sido un pilar fundamental en su vida y ahora, por consiguiente, se quedaba sin él. Por suerte, el fuerte vínculo que lo unía al resto de su familia, así como el que mantenía con sus compañeros de equipo, consiguió que saliera adelante y retomase su pasión por el fútbol.

Pero existe otro gran pilar en la vida del jugador: su fe. Ciertamente, y como vemos en la película, Keylor Navas se reunía cada noche junto a su familia para rezar el rosario, un gesto en el que él hallaba su fuerza y una paz que ninguna otra cosa le otorgaba. Según parece, su abuela le recordaba que la única persona que dirige nuestra vida, y en quien, por tanto, debemos poner nuestra confianza, es Dios, que nos ama y nos cuida con la ternura de un padre; de hecho, y para que el niño jamás olvide sus palabras, le regala una bella cruz de madera y le insta a que la conserve siempre. No obstante, y como suele ocurrir, Keylor se deja cautivar por los malos ambientes del éxito y por los insanos hábitos del fracaso, puesto que, cuando ya es profesional, siente que debe tener más protagonismo en los partidos, un deseo que lo conduce a flirtear con las drogas, el alcohol y las desaconsejables compañías. Por suerte, recuerda las palabras de su abuela, por lo que recupera la cruz que esta le regaló y se une a un grupo cristiano de oración, donde halla de nuevo esa fuerza y esa paz que creía haber perdido. A partir de ese momento, comienza su fulgurante carrera futbolística, que, progresivamente, lo irá llevando a las exitosas filas del Real Madrid. No nos puede extrañar, por tanto, que, antes de cada partido, Keylor Navas se postre de hinojos en el suelo, se santigüe y le dedique a Dios el encuentro.

Hoy llega a nuestras pantallas la película Keylor Navas. Hombre de fe, un biopic que pretende mostrarnos la vida del jugador desde sus orígenes hasta casi su última victoria con el Real Madrid. Y llega con dos claros motivos: por un lado, ser un ejemplo de autosuperación para el espectador; por el otro, profundizar en su vertiente religiosa, de mayor importancia, sin duda, que el primero. En efecto, es incuestionable que el portero del equipo merengue se ha convertido por derecho propio en un ídolo de masas entre los aficionados al fútbol, especialmente, quizás, entre los más jóvenes; pero muchas veces los ídolos de la juventud no han llevado la vida ejemplar que debieran, por lo que no pueden servirle a aquella de estricto modelo. Sin embargo, Keylor, pese a sus caídas, que también son humanas, demuestra que el deseo por mejorar y la confianza en Dios deben ser la verdadera regla de vida para aquellos que lo admiran; de este modo, no es él el protagonista de la película, sino el Padre a quien le dedica cada uno de sus partidos y que lo ha llevado a lo más alto del mundo deportivo. Es por ello que nos atrevemos a decir que se trata de un film al que deberían acudir todos los admiradores del jugador, puesto que, si quieren ser como él, antes tendrán que vencer sus propias limitaciones y depositar su confianza en Dios.

Para disfrutar de esta película y aprender con ella, contáis con un ingente número de cines de la cadena Yelmo en toda España. Si queréis saber cuál está más cerca de vosotros, solo tenéis que pinchar en la web oficial: yelmocines.es

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