Un escándalo de encubrimiento sacude Ayacucho

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El caso de Chile con el encubrimiento de los desmanes del Padre Karadima por parte de sus obispos podría ser, según numerosos observadores de la escena eclesial latinoamericana, la punta del iceberg de una situación mucho más extendida entre los países de la América hispana, camuflados en una atmósfera de secretismo, amenazas y miedo.

Del último caso informa el diario peruano La República, un ex seminarista que perjuró en favor de un sacerdote acusado de abusos. Se trata de Gilberto Huamán Yuca, que acabar de confesar que el sacerdote Félix Pariona Huacre, protegido por el arzobispo de Ayacucho Salvador Piñeiro, le obligó a declarar a su favor ante el tribunal a cambio de un empleo bien pagado y vivienda estable en el Seminario San Cristóbal de Huamanga. Huamán también revela que el cura lo acosó sexualmente.

Pero Huamán insiste en que no fue el medro personal lo que le decidió a declarar a favor del sacerdote abusador, pese a saberle culpable, sino una pulsión más elemental: el miedo. “Le tenía miedo al padre Félix Pariona, yo no sé de lo que es capaz de hacer. Sí, aún le tengo miedo. (Doy este testimonio) porque desde el principio he estado arrepentido (de haber mentido en la fiscalía). Y porque también empezó conmigo, si yo fuese mujer hace tiempo (el sacerdote Félix Pariona) me hubiera violado. La verdad nos hará libres”, declara Huamán en entrevista concedida al diario.

A pesar de los sucesivos desmentidos del padre Félix Pariona, y del respaldo que ha recibido del arzobispo de Ayacucho, Salvador Piñeiro García Calderón, una de las emblemáticas figuras de la Iglesia católica, A.L.L ha mantenido sus acusaciones de abuso sexual. El testimonio de Gilberto Huamán es clave porque respalda las imputaciones de la víctima.

El caso contra el sacerdote Félix Pariona se encuentra en manos del Ministerio Público en la fase de investigación preparatoria para determinar la responsabilidad del acusado.