Si usted entra en la página de la Archidiócesis de Barcelona en internet, https://www.esglesiabarcelona. cat, verá en seguida un apartado titulado ‘Descubre el nuevo Plan pastoral’, donde en un texto íntegramente en castellano desvelan la campaña, centrado en un vídeo promocional en el que aparecen diversos personajes, incluyendo el propio arzobispo, Cardenal Omella, y dos obispos auxiliares.
Pero, curiosamente, todos esos personajes, presuntos fieles de la diócesis, transmiten sus mensajes en catalán. Son muchos los que aparecen, y ninguno se expresa en castellano, ni una palabra. Lo que no deja de ser curioso en una diócesis donde la lengua más empleada habitualmente es, precisamente, el castellano. Concretamente, el catalán es la lengua de uso preferente en menos de un tercio de los barceloneses.
¿Es Omella el obispo de todos los católicos barceloneses, o solo de los catalanohablantes? ¿O pretende transmitir el vídeo que entre los que se expresan preferentemente en castellano no son católicos?
Ninguna de esas dos posibilidades son muy probables, así que nos decantaremos por una tercera para explicar este misterio: que la archidiócesis se apunta a la iniciativa de ingeniería social de los ‘procesistas’ de lograr una Barcelona monolingüe en catalán, aunque eso suponga ignorar la lengua materna de dos tercios de su población.
Por lo demás, los mensajes que transmiten son la previsible melaza vaga y pretendidamente ‘cool’ que presenta la Iglesia como una gran ONG que se apunta a todas las efímeras tendencias actuales, hablando de ‘empatía’, ‘creatividad’ y conceptos similares y eludiendo todo lo que pueda reflejar una doctrina distintamente católica.
Imaginamos que, a la hora de marcar las X de la Iglesia en la ya iniciada campaña del IRPF, los católicos castellanohablantes de Barcelona tendrán en cuenta este nuevo desprecio de su arzobispo.
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