Rialp ha publicado textos inéditos de la predicación oral de Escrivá de Balaguer, en los que lamenta la crisis que ya en los años 70 atravesaba la Iglesia: «Los mayores enemigos están dentro y arriba».
El Instituto Histórico San Josemaría Escrivá ha publicado dentro de la “Colección de obras completas”, En diálogo con el Señor (Ed. Rialp, 512 págs.), un conjunto de 25 predicaciones inéditas fechadas entre 1954 y 1975. Se trata de una edición crítico-histórica de los textos de charlas y meditaciones a fieles del Opus Dei en Roma. Luis Cano y Francesc Castells han cotejado los escritos existentes con las grabaciones orales para dar un texto final, con abundantes comentarios y notas sobre la historia redaccional, el contexto y los contenidos.
A continuación, algunos de los párrafos más impactantes de la obra, relativos a la crisis de la Iglesia:
Si en el cielo pudiera haber tristeza, San José estaría muy triste en estos tiempos, viendo a la Iglesia descomponerse como si fuera un cadáver. ¡Pero la Iglesia no es un cadáver! Pasarán las personas, cambiarán los tiempos y dejarán de decirse blasfemias y herejías. Ahora se propalan sin ningún inconveniente, porque no hay pastores que señalen dónde está el lobo. Lo arriesgado es que una persona proclame la verdad, porque la persiguen y difaman. Sólo hay impunidad para los que difunden herejías y maldades, errores teóricos y prácticos de costumbres infames.
Los mayores enemigos están dentro y arriba: no os dejéis engañar. Cuando toméis un libro de tema religioso, que se os queme la mano si no hay seguridad de que tiene buen criterio. ¡Fuera! Es un veneno activísimo, arrojadlo como si fuese un libro pornográfico, y con más violencia aún, pues la pornografía se ve y esto se filtra como por ósmosis.
Invocad conmigo a San José, de todo corazón, para que nos obtenga de la Trinidad Beatísima y de Santa María, su Esposa, Madre nuestra, que acorte el tiempo de la prueba. Y aunque hayan suprimido de las letanías de los Santos esta invocación, quiero invitaros a que recéis conmigo: «Ut inimicos Sanctae Ecclesiae humiliare digneris, te rogamos audi nos!»
Y más adelante, comenta:
La situación es grave, hijas e hijos míos. Todo el frente de guerra está amenazado; que no se rompa por uno de nosotros. El mal -no ceso de advertiros- viene de dentro y de muy arriba. Hay una auténtica pobredumbre y, a veces, parece como si el Cuerpo Místico de Cristo fuera un cadáver en descomposición, que hiede. ¡Cuánta ofensa a Dios! Nosotros, que somos tan frágiles y aun más frágiles que los demás, pero que -ya lo he dicho- tenemos un compromiso de Amor, hemos de dar ahora a nuestra existencia un sentido de reparación.
No nos puede vencer la tristeza. Somos optimistas, también porque el espíritu del Opus Dei es de optimismo. Pero no estamos en Babia: estamos en la realidad, y la realidad es amarga.
“En diálogo con el Señor” se suma a los cinco estudios crítico-históricos ya disponibles: Camino (2002), Santo Rosario (2010), Conversaciones (2012), Es Cristo que pasa (2013) y La Abadesa de las Huelgas (2016).
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¿Y ese desastre de los años 60 y 70 no tuvo nada que ver con el Vaticano II y cómo se realizó? El Papa que presidió este desastre y permitió que promoió una reforma litúrgica que no cumplió lo establecido por el mismo concilio ahora va a ser canonizado.
Yo entiendo que en el cielo están por sus buenas obras y por el intento que han tenido en este mundo de cumplir la voluntad de Dios en el estado que les haya tocado vivir y sobre todo por la gran misericordia de Dios. Los que la iglesia hasta no hace muchos años canonizaba y se llamaban santos, eran los quela misma iglesia ponía como ejemplo a seguir por sus notorias virtudes, a diferencia de la gran multitud de santos que están en el cielo que son personas anónimas. Lo hace hoy en día el Vaticano, es canonizar a personas, que no dudo que estén en el cielo, faltaría más, pero no por unas virtudes que todos debamos de imitar o como ejemplos universales, si no como los partidos políticos se reparten el Constitucional o cualquier otro organismo institucional según la presencia que tengan en sociedad. Se toma el cielo como algo terrenal, es decir ahora subo yo a los míos al cielo y tengo más o menos de mi cuerda. No sé a mí me está pareciendo que es así.
Pues no, para San Josemaría Escrivá el Sacrosanto CVII no tuvo nada que ver con los desastres del 60 y 70 y pero si tuvo que ver, opino yo, con los anteriores desastres, por eso su convocatoria.
En cuanto a la alta consideración del hecho maravilloso de ver en acción libre, sin manipulaciones, reunidos a TODOS los obispos de la Santa Madre Iglesia, que plasmó en dicho Concilio, San Josemaría expresaba que «una de mis mayores alegrías ha sido ver cómo el Concilio Vaticano II ha proclamado con mucha claridad la vocación divina del laicado. Sin ninguna presunción, debo decir que, por lo que se refiere a nuestra espiritualidad, el Concilio no ha significado una invitación para cambiar, sino que ha confirmado lo que -por gracia de Dios– estábamos viviendo y enseñando desde hacía muchos años» (Conversaciones con Mons. Escrivá de Balaguer, n. 72).
En resumen, queda claro por sus propias palabras, que el santo español fue precursor del Sagrado Concilio Vaticano II.
Pues si San Josemaría pensaba esto , que en mi opinión es verdad….. no se porqué ahora sus hijos niegan la evidencia, no se puede juzgar los acontecimientos actuales y no se puede ser críticos con la Iglesia y sus autoridades….. a ver si con estos textos reaccionan y vuelven a situarse en la verdad…..
Esa publicación no habrá gustado nada a la plana mayor de la prelatura, totalmente vendida, en especial el vicario general Mariano Fazio, denunciante de los fieles correctores filiales, al enemigo infiltrado en la Iglesia disfrazado de misericorditis.
No solo S. José M. Escriba denunció los errores que trajo el CV II, muchos otros religiosos y laicos lo hicieron, mientras los progres soltaban el mantra de que eran visiones anticuadas. Al final hasta el propio Pablo VI reconoció de que lo que algunos habían supuesto una primavera se había tornado en densos nubarrones que amenazaban ruina. Al final los hechos son tozudos, y el abandono de miles religiosos y fieles de la práctica religiosa, han convertido a los supuestos modernos en puro veneno para la fe. La mayoría de ellos morirán sin reconocer su error. Al menos Pablo VI tuvo la humildad de reconocer que se había equivocado.
Fred, no fue un error para muchos de los modernistas. Pretendían exactamente lo que está pasando. Destruir la fe y descristianizar el mundo.
El Opus Judaei es una secta judeomasónica. Decidlo alto y claro, porque es un secreto a voces (habla un tradiciinalista).
Pablo, tu afirmación es una mentira y una infamia, el Opus tiene algun defecto importante, pero en ningún caso tus calumnias.
BOBAINE
No se que haríamos sin ti. Eres un genio de la chorrada, es que me parto. Tu criticando a Escriva. Es como si una hormiga se comparase con un rorcual. tu eres la hormiga, es que hay que explicartelo todo.