El Papa ha aceptado la renuncia de Dario Edoardo Viganò como prefecto de la Secretaría de Comunicación de la Santa Sede tras el escándalo provocado por la manipulación de una carta del papa emérito Benedicto XVI.
El director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Greg Burke, ha comunicado que el Papa Francisco ha aceptado la renuncia de Mons. Dario Edoardo Viganò, hasta ahora prefecto de la Secretaría de Comunicación.
La Santa Sede informa de que hasta que se nombre al nuevo prefecto, la Secretaría estará dirigida por el secretario del mismo dicasterio, Mons. Lucio Adrián Ruiz.
Viganò renuncia a su cargo como responsable de la comunicación vaticana tras el escándalo de la carta de Benedicto XVI. Así lo explica él mismo en una carta al Papa que ha difundido la Oficina de Prensa de la Santa Sede.
«Santo Padre, en estos últimos días ha habido muchas controversias sobre mi trabajo que, más allá de las intenciones, desestabiliza el complejo y gran trabajo de reforma que usted me encomendó en junio de 2015», comienza a explicar Viganò, que pide al Papa que acoja su deseo de apartarse del cargo para evitar que su presencia pueda retrasar, dañar o bloquear de algún modo cuanto ha sido establecido por el Motu Proprio que instituyó la Secretaría de Comunicación en 2015.
La Santa Sede también ha divulgado la carta en la que el Papa Francisco acepta la renuncia de Viganò como prefecto de la Secretaría de Comunicación y le pide que continúe en este dicasterio como asesor, para aportar su «contribución humana y profesional al nuevo prefecto en el proyecto de reforma querido por el Consejo de Cardenales». Francisco manifiesta en esta carta que, respetando la decisión de Viganò de «dar un paso atrás» en la responsabilidad directa del dicasterio para las comunicaciones, acepta, «no sin cierto esfuerzo», su dimisión.
El escándalo que ha conducido a esta renuncia comenzó cuando Viganò presentó la pasada semana una carta de Benedicto XVI como un espaldarazo del papa emérito al pontificado de Francisco, obviando que la finalidad de la misiva era rechazar prologar unos opúsculos sobre la teología de Francisco y omitiendo los párrafos que contenían una crítica a la inclusión en la colección de un autor que, en palabras de Benedicto, «se ha destacado por haber liderado iniciativas antipapales».
En un vídeo difundido por Vatican News la pasada semana, Viganò anunciaba la presentación de la colección La Teología del Papa Francisco –editada por la Librería Editora Vaticana y elaborada por diversos teólogos- e informaba de que había recibido una carta de Benedicto XVI en la que el papa emérito «explica lo contento y feliz que siente por esta colección».
«Hemos presentado la colección La Teología del Papa Francisco, que también hemos enviado al Papa emérito Benedicto XVI, un Papa que todos conocemos por su gran trabajo como teólogo y también por su labor en el ministerio petrino», comenta Viganò al inicio de este vídeo. Y añade: «Es muy interesante la carta que él ha querido escribirme en la cual explica lo contento y feliz que se siente por esta colección que afronta los aspectos teológicos del magisterio del Papa Francisco: la cristología, la antropología, la teología espiritual, ya que esto va en contra del absurdo prejuicio, dice el Papa Benedicto, de quien ve la figura del Papa Francisco en contraposición a la suya. Es decir, como si hubiera un Papa teólogo por un lado, y un Papa pastor, por otro. No existe esta contraposición. De hecho, el magisterio del Papa Francisco es muy rico en teología, claro que con una diferencia caracterial y una diferencia en el modo de expresión«.
El responsable de la comunicación vaticana concluía afirmando que «por tanto, el Papa Benedicto ha querido dar una aportación, como siempre muy significativa, a esta uniformidad interior espiritual de dos pontificados: el del Papa Benedicto y el del Papa Francisco.»
En este mensaje, Viganò obvia los dos últimos párrafos de la carta del papa emérito, escrita el pasado mes de febrero, que fueron desvelados más tarde por los medios:
Reverendísimo Monseñor,
Le agradezco su cortés carta del 12 de enero y el regalo adjunto de los once opúsculos editados por Roberto Repole.
Aplaudo esta iniciativa que quiere oponerse y reaccionar contra el necio prejuicio, según el cual el papa Francisco sería solamente un hombre práctico privado de particular formación teológica o filosófica, mientras que yo habría sido únicamente un teórico de la teología que habría comprendido poco de la vida concreta de un cristiano actual.
Los opúsculos muestran, con razón, que el papa Francisco es un hombre de una profunda formación filosófica y teológica, y por eso ayudan a ver la continuidad interior entre los dos pontificados, aunque con todas las diferencias de estilo y de temperamento.
Sin embargo no puedo escribir sobre ellos una breve y densa página teológica, porque en toda mi vida ha sido siempre claro que he escrito y me he expresado solamente sobre libros que había leído verdaderamente. Lamentablemente, aunque sólo por razones físicas, no estoy en condiciones de leer los once opúsculos en un futuro próximo, por cuanto me esperan otros compromisos que ya he asumido.
Sólo al margen quisiera anotar mi sorpresa por el hecho de que entre los autores figure también el profesor Hünermann, que durante mi pontificado se ha destacado por haber liderado iniciativas antipapales. Participó de modo relevante al lanzamiento de la “Kolner Erklarung”, que sobre Veritatis Splendor atacó de modo virulento la autoridad magisterial del Papa, especialmente sobre cuestiones de teología moral. También la “Europaische Theologengesellschaft”, que fundó, inicialmente planteada como una organización en oposición al magisterio papal. A continuación, el sentir eclesial de muchos teólogos impidió esta orientación, convirtiendo esa organización en un instrumento normal de encuentro entre teólogos.
Estoy seguro de que usted comprenderá mi negativa y lo saludo cordialmente.
Suyo
Benedicto XVI
Asimismo, en la fotografía de la carta difundida por el Vaticano se difuminaron las dos últimas líneas de la primera página donde el papa emérito comienza a explicar que no puede leer los libros que componen la colección. Además, el contenido de la segunda hoja de la misiva con la crítica a la inclusión de Hünermann permanecía oculto en la imagen con una pila de libros que sólo dejaban ver la firma de Benedicto XVI.
Medios como Associated Press criticaron que la manipulación de la fotografía “cambió el significado del mensaje de una forma que viola los estándares del fotoperiodismo”. Además, las afirmaciones de la carta de Benedicto XVI destacadas por el servicio de comunicación del Vaticano parecían indicar que el papa emérito había leído los libros y que les daba su pleno respaldo. Sin embargo, el objetivo de la carta enviada por Benedicto XVI era, precisamente, comunicar que no podía leer los volúmenes en un futuro próximo ni escribir sobre ellos.
Ante la polémica suscitada, la Secretaría para la Comunicación de la Santa Sede se vio obligada a publicar el contenido íntegro de la carta y a emitir un comunicado en el que se afirma que se dio a conocer del contenido «lo que se consideró oportuno y relacionado solamente con la iniciativa, en particular lo que el Papa Emérito afirma sobre la formación filosófica y teológica del actual Pontífice y la unión interior entre los dos pontificados, descuidando algunas anotaciones relativas a contribuidores de la colección». «La opción estuvo motivada -continúa el comunicado- por el carácter reservado y no por algún intento de censura.»
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Ya era hora, y debería dejar las gracias de conservar el cargo, y además, que no se abra un procedimiento administrativo disciplinar o deontológico
Quien tiene que dimitir, además de Viganó, es el mismo Francisco, el auténtico inspirador de la operación Viganó, inicialmente beneficiado por ella y posteriormente perjudicado de forma notoria, al publicarse el texto íntegro de la carta. Por cierto, falta por publicar la carta peticionaria de Viganó, del 12 de enero, que arrojaría toda la luz sobre la respuesta negativa benedictina.
La situación parecía insostenible. Era inevitable que dimitiera.
Me ha llamado poderosamente la atención la forma que el Sr. Bastante da la noticia. Pasaré por alto que es su primera alusión al tema, lo que significa que su sentido de la imparcialidad se le fue.
El dimisionario se resiste a llamar las cosas por su nombre en su carta de renuncia. Lo que podría ser hasta comprensible. Lo que no parece serlo tanto es que el Santo Padre diga en su respuesta que la acepta, pero que no le ha sido fácil llegar a esta aceptación. Pues mal vamos, Santidad. Cuando alguien intenta falsear el contenido de una carta, nada más ni nada menos que del Papa Emérito, y su sucesor parece que ha dudado en la aceptación, la pregunta es de manual: Santidad, ¿usted tiene algo que ver con la zafiedad cometida? Si así fuera, que Dios le perdone, pero eso no se hace, y menos el Sucesor de Pedro.
Yo creo en la sinceridad del Papa Francisco y de las explicaciones ofrecidas por la Secretaría para la Comunicación de la Santa Sede. No encuentro razones para suponer censura ni manipulación de la carta. Tal vez hay poco oficio para estar al frente de la guerra que se está desarrollando en los corazones y se manifiesta en los sitios católicos. La guerra es tan cruel que ni el consuelo queda de lo que dice San Pablo a Timoteo en la carta a los Filipenses
«Algunos, a la verdad, predican a Cristo aun por envidia y rivalidad, pero también otros lo hacen de buena voluntad; éstos lo hacen por amor, sabiendo que he sido designado para la defensa del evangelio; aquéllos proclaman a Cristo por ambición personal, no con sinceridad, pensando causarme angustia en mis prisiones. ¿Entonces qué? Que de todas maneras, ya sea fingidamente o en verdad, Cristo es proclamado; y en esto me regocijo, sí, y me regocijaré.»
Ni siquiera se proclama a Cristo y entonces no hay de que regocijarse.
El responsable de la operación Viganó, de la manipulación del papa emérito Benedicto XVI para tratar de legitimar el pontificado más desastroso de la historia de la humanidad no es otro que Francisco, quien necesita esa legitimación como agua de mayo, pero el tiro le ha salido por la culata. Viganó es un mandado de tercera o cuarta fila, o quinta incluso. ¡ Francisco véte ya !
Bendito sea Dios, importante salto de fusible, aunque es cierto que se extraña la correspondiente sanción, y que sin duda responde al las protestas al interior de la Iglesia y al dictamen externo de AP. Ahora bien, si la carta era reservada no habría que haber publicado nada, ¿no?
La carta la hizo pública Mons. Viganó. La intención de su acción no tiene interpretación: ante las carencias teológicas del papa reinante, se echa mano de un eminente teólogo (Ratzinger). Primero para que prologue, invitación que rechaza elegantemente a la vez que objeta la inclusión de un teólogo heterodoxo y crítico con su pontificado. Pero entre la cortesía profesoral y la puntualización, encontró lugar en sus renglones para poner algunas cosas en su sitio.
Viganó extrajo de la carta lo que le venía bien para la causa y literalmente difuminó la parte crítica. ¿Actuó Viganó de principio a fin siguiendo su criterio?
Manipular la carta contiene una conducta propia de un zafio. Y por eso le han aceptado la dimisión. Dejarlo de consejero, nos podemos preguntar, ¿es para tener a mano a alguien ya experimentado en fake news? Si así fuera, es grave. Lo que el Papa Emérito aclara referente a la Encíclica Veritatis Splendor, no es cualquier cosa. Es doctrina. Cada uno que interprete.
Debo manifestar algo de la Verdad ya que si fuera sólo una loca no me censurían tan seguido y ahora solo por citar a San Pablo Filipenses 14-19-
Por efecto del bautismo somos profetas, y como laicos se nos concede la gracia necesaria y suficiente para «hablar bien y decir la verdad (que) es una manera de evangelizar.»
En Roma hay nerviosismo y prisa. Al pontificado del Nuevo Orden Mundial le quedan como máximo dos años para llevar adelante los planes que la élite globalista ha trazado para la Iglesia Católica. Entre ellos está el sometimiento de la Iglesia a la China comunista, un movimiento ecuménico y político para intentar reforzar a esta nación frente a la nueva administración antiglobalista de EEUU. La sangre de los mártires chinos utilizada como moneda de cambio, una traición que clama al Cielo.
La reelección de Donald Trump como Presidente de EEUU dentro de 2 años significa la estocada final al Nuevo Orden Mundial, y con él al pontificado actual. Tanto los reyes del mundo como los que gobiernan la Iglesia se mantienen a la espera de lo que no va a suceder: la reelección de Donald Trump como Presidente de EEUU en 2020 marca el cumplimiento de lo profetizado en Daniel 9,27: transcurrirá una semana «hasta que la ruina decretada se derrame sobre el desolador».
La carta con los dubia de los 4 cardenales se entregó a Francisco el 19 de Septiembre de 2016, exactamente 3 años y medio desde el acceso de Francisco a la silla de Pedro:
13.03.2013 – 19.09.2016 = 1286 días (3 años, 6 meses y 6 días)
«Y desde el tiempo en que el sacrificio perpetuo sea abolido y puesta la abominación de la desolación, habrá mil doscientos noventa días.» (Dn 12,11)
La carta con los dubia se hizo pública difundiéndose a nivel mundial el 14 de Noviembre de 2016, 6 días después de la elección de Donald Trump (el 8 de Noviembre) como Presidente de EEUU y exactamente 1342 días después del acceso de Francisco a la silla de Pedro:
13.03.2013 – 14.11.2016 = 1342 días (3 años, 8 meses y 1 día)
13.03.2013 – 08.11.2016 = 1336 días (1335 días exactos descontando el día añadido debido a que 2016 fue año bisiesto)
«Bienaventurado el que espere y llegue a mil trescientos treinta y cinco días.» (Dn 12,12)
¿Es casualidad que Meisner, Caffarra, Brandmüller y Burke presentaran los dubia tras casi exactamente 1290 días (42 meses) de pontificado de Francisco, y que tras casi exactamente 1335 días lo hicieran público?
«Le fue dada una boca que profería grandezas y blasfemias, y se le dio poder de actuar durante 42 meses» (Ap 13,5)
La Secretaría para la comunicación de la Santa Sede ha sido creada por Francisco: «El contexto actual de la comunicación, caracterizado por la presencia y el desarrollo de los medios digitales y por los factores de convergencia e interactividad, requiere un replanteamiento del sistema de comunicación de la Santa Sede que, valorando lo realizado en la historia del ámbito de comunicación de la Sede Apostólica, proceda con firmeza hacia una integración y gestión unitaria. Por tales motivos he considerado que todas las realidades, que de diversas formas hasta hoy se han ocupado de la comunicación, se agrupen en un nuevo dicasterio de la Curia romana que se denominará Secretaría para la comunicación (…)L`Osservatore Romano…entrará a formar parte del nuevo dicasterio» (Discurso del Santo Padre Francisco a los participantes en la Plenaria de la Secretaría para la Comunicación. Sala del Consitorio. Jueves 4 de mayo de 2017).
Es muy importante rodear al Santo Padre Benedicto XVI uniendo la fuerza de nuestra oración a la suya y uniendo nuestros sacrificios a los suyos en el silencio y el anonimato. EL SEÑOR ACTÚA A TRAVÉS NUESTRO PARA BLINDAR Y SOSTENER A BENEDICTO POR MÁS TIEMPO, SU PRESENCIA EN EL VATICANO MITIGA EL ALCANCE DE LOS PODERES SATÁNICOS. La oración es el arma y nosotros el ejército de almas víctimas con el que nuestra Señora derrotará a la serpiente antigua y abrirá camino a la humanidad nueva. Oh María, a través de Tu Inmaculado Corazón concédenos la paz mundial, amén.
Previamente, en el citado discurso ante la Plenaria de la Secretaria para la comunicación, Francisco dice: «El argumento tratado en la Plenaria es uno de los más importantes para mí..Se trata de estudiar criterios y modalidaes nuevas para comunicar EL EVANGELIO DE LA MISERICORDIA a todas las gentes, en el corazón de las diversas culturas, a través de los medios de comunicación que el nuevo contesto cultural digital pone a disposición de nuestros contemporáneos. Este dicasterio que cumplirá dos años el próximo 27 de junio se presenta en plena reforma. Y no debemos tener miedo de esta reforma. Reforma no es «pintar» un poco las cosas: reforma es dar otra forma a las cosas, organizarlas de otra menera. Y se debe hacer con inteligencia, con suavidad, pero también, permitidme la palabra, con un poco de «violencia», pero buena, la buena violencia para reformar las cosas. Está en plena reforma desde el momento en que es una realidad nueva que está dando pasos irreversibles».
https://youtu.be/QPfdkSp_8II
«La carta con los dubia de los 4 cardenales se entregó a Francisco el 19 de Septiembre de 2016»
Y la Carta de Francisco agradeciendo a los obispos de Buenos Aires sus Directrices para la aplicación de Amoris laetitia se realizó a las pocas horas, el mismo 5 de septiembre del 2016, pues ambas están fechadads en este mismo día. Los Dubia, por contra, llevan un año y seis meses sin ser contestada. Para las Directrices, horas, para los Dubia, aún ni se sabe.
No ha tenido más remedio para evitar que la manipulación, tan ostensible, le salpicara a Francisco más y más todavía, como verdadero responsable, que lo es, pero no admitirá esa manipulación para obtener una legitimad de ejercicio de la que carece, suplicada a Benedicto encarecidamente. ¿ Se atreverán a publicar la carta del 12 de enero de Viganó a Francisco ? No creo, pues estoy convencido de que dejaría a Francisco todavía más en evidencia.
En realidad, saltó el fusible.
Jordi dice: «Ya era hora, y debería dejar las gracias de conservar el cargo, y además, que no se abra un procedimiento administrativo disciplinar o deontológico».
¡Fantasías! ¿Crees realmente que esto sería posible?
Mikel dice: «La reelección de Donald Trump como Presidente de EEUU dentro de 2 años significa la estocada final al Nuevo Orden Mundial».
Pienso exactamente lo mismo.
Por Dios¡¡
sois como lobos al acecho, a ver si la ovejita se cae, tropieza y podeis lanzaros al cuello¡¡
que horror, os imagino con la cabeza gacha, enseñando los dientes y husmeando continuamente….
que barbaridad¡¡
Dios mío, danos paciencia¡¡
y sentido del humor para aguantar a este portal ¡¡¡¡ja, ja
Ester, no hace falta paciencia y está muy mal pedir cosas en vano.
Es muy fácil, chiquilla: nadie te ha puesto una pistola en la cabeza, obligándote a soportar este portal. Así que deja de leer y comentar y sanseacabó
Jordi, se ve que a Francisco le desagradan según qué cartas; alguna la contesta a las horas de recibirla, otras siguen en espera de su respuesta 1 año y medio después de recibirla y otras incluso las pierde, como la que le entregó O’Malley de parte de una víctima de Karadima que acusaba de encubrimiento a Barros…
Ester, pero es que no son ovejitas, son lobos disfrazados de oveja. «Por sus frutos los conoceréis»… La manipulación que han hecho de la carta del Papa Benedicto XVI no tiene nombre, por no hablar de las canalladas acumuladas a lo largo de estos últimos 5 años de Francisco al frente del gobierno de la Iglesia.
Según El Mundo (26/01/2012) «Un arzobispo denuncia al Papa la corrupción en la Administración Vaticana», Carlos María Viganó siendo Secretario General de Governatorato de la Ciudad Vaticana. el gobierno que gestiona el Estado, denunció «corrupción y mala gestión» en la administración vaticana en una carta enviada el 27 de marzo de 2011 al entonces Papa Benedicto XVI, que fue divulgada por el conductor del programa «Gli intoccabili» (Los intocables) de la TV privada italiana Giancarlo Nuzzi. En otra carta, según «Il Corrière della Sera», Viganó escribe «jamás habría pensado encontrarme ante una situación tan desastrosa», aunque pese a ser inimaginable «era conocida por toda la Curia». El prelado relató en sus misivas al Papa que durante su gestión se pasó de tener pérdidas de 8 millones € en 2009 a tener beneficio de 34,4 millones € en 2010. Según Nuzzi, Viganó con su política de rigor se ganó muchos enemigos y por ello se le sacó del Vaticano, y se le hizo Nuncio en EEUU.
A quien se refiere el panfleto mayor de la derecha pagana, El Mundo, es a otro Vigano, al católico. Ese diario, con tal de despotricar contra la Esposa de Cristo es capaz de defender lo uno y lo contrario mostrando una profunda ignorancia en materia teológica y religiosa.
Según Wikipedia fue Tarcisio Bertone quien arregló que Viganó fuera nombrado Nuncio de EEUU por las denuncias que este había hecho de corrupción en el Vaticano. En 2014, siendo Nuncio de EEUU mandó terminar una investigación sobre una conducta sexual inapropiada por parte de un Arzobispo, pese a la oposición de dos obispos. Con anterioridad, en 1992, habia sido nombrado Nuncio de Nigeria por S. Juan Pablo II y él era su Nuncio cuando hizo el viaje apostólico a áquel país en 1997. Posteriormente fue jefe de personal de la Curia romana y de los diplomáticos vaticanos hasta que en 2009 fue nombrado Secretario General de Gobierno por Benedicto XVI. Verdaderamente cuesta mucho pensar que una persona tan rigurosa sea capaz de manipular la carta de Benedicto XVI por iniciativa propia y que además, lo haga de una forma tan burda.