Associated Press informa de que el Vaticano ha admitido que difuminó las dos últimas líneas de la página donde el papa emérito empieza a explicar que no puede leer los libros que componen una colección sobre la teología del Papa Francisco.
El Vaticano alteró la fotografía que envió a los medios de comunicación de una carta de Benedicto XVI dirigida a Dario Viganò, prefecto de la Secretaría para la Comunicación, en la que el Papa emérito comenta la publicación de la colección «La Teología del Papa Francisco», editada por la Librería Editora Vaticana y elaborada por diversos teólogos.
El Vaticano ha admitido a The Associated Press que difuminó las dos últimas líneas de la primera página de la carta donde Benedicto XVI comienza a explicar que no puede leer los libros que componen la colección y que, por tanto, no puede escribir una breve y densa página teológica sobre ellos.
En los primeros párrafos de la misiva -que sí son legibles en la fotografía difundida por el Vaticano- Benedicto XVI agradece a Mons. Viganò su carta y el regalo de los once opúsculos de la colección y celebra una iniciativa que, según señala, quiere oponerse y reaccionar contra el necio prejuicio de que el Papa Francisco es solamente un hombre práctico privado de particular formación teológica o filosófica y él un teórico de la teología que habría comprendido poco de la vida concreta de un cristiano actual. El Papa emérito agrega que los libros de la mencionada colección muestran que Francisco es un hombre de una profunda formación filosófica y teológica y ayudan a ver la continuidad interior entre los dos pontificados.
«Sin embargo -añade a continuación Benedicto -no puedo escribir sobre ellos una breve y densa página teológica, porque en toda mi vida ha sido siempre claro que he escrito y me he expresado solamente sobre libros que había leído verdaderamente. Lamentablemente, aunque sólo por razones físicas, no estoy en condiciones de leer los once opúsculos en un futuro próximo, por cuanto me esperan otros compromisos que ya he asumido».
Esta última parte de la carta es la que no se muestra en la fotografía difundida por el servicio de comunicación de la Santa Sede. Un portavoz del Vaticano, que habló con Associated Press bajo condición de anonimato, no explicó por qué la Santa Sede difuminó las líneas y se limitó a comentar que nunca se tuvo la intención de difundir todo el documento. De hecho, en la fotografía, la segunda hoja de la misiva está totalmente cubierta por una pila de libros que sólo dejan ver la firma de Benedicto XVI.
Aunque la carta está fechada el 7 de febrero, la oficina de comunicaciones de la Santa Sede difundió la imagen el pasado lunes, coincidiendo con la celebración del quinto aniversario del pontificado de Francisco. También se difundieron a través de los canales informativos de la Santa Sede los primeros párrafos de la carta, destacando la afirmación del Papa emérito de que existe una «continuidad interior entre los dos pontificados» y su crítica a un «necio prejucio» según el cual Francisco sería sólo un hombre práctico sin una particular formación teológica o filosófica, mientras que él sería sólo un teórico de la teología.
Asimismo, Vatican News difundió un vídeo en el que Viganò habla del contenido de la carta que recibió de Benedicto XVI y asegura que el papa emérito se siente muy feliz «por esta colección que afronta los aspectos teológicos del magisterio del Papa Francisco: la cristología, la antropología, la teología espiritual, ya que esto va en contra del absurdo prejuicio de quien ve la figura del Papa Francisco en contraposición a la suya».
Según señala Associated Press, la manipulación de la fotografía «cambió el significado del mensaje de una forma que viola los estándares del fotoperiodismo». Además, las afirmaciones de la carta de Benedicto XVI destacadas por el Vaticano parecían indicar que el papa emérito había leído los libros y que les daba su pleno respaldo. Sin embargo, el objetivo de la carta enviada por Benedicto XVI era, precisamente, comunicar que no podía leer los volúmenes en un futuro próximo ni escribir sobre ellos.
Associated Press recuerda en su noticia que la mayoría de los medios independientes siguen «estrictos estándares que prohíben la manipulación digital de las fotos». «Ningún elemento debe añadirse o sustraerse digitalmente de ninguna fotografía», se lee, por ejemplo, en las normas de AP.
Este suceso se produce pocas semanas después de la divulgación por parte de la Santa Sede de un mensaje del Papa Francisco para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales en el que se alertaba sobre el fenómeno de las «fake news» y se pedía a los periodistas contribuir a evitar la expansión de la desinformación.
A continuación, el contenido de la carta de Benedicto XVI publicado por el vaticanista Sandro Magister:
Benedictus XVI
Papa Emeritus
Reverendísimo
Mons. Dario Edoardo Viganò
Prefecto de la Secretaría para la Comunicación
Ciudad del Vaticano
7 de febrero de 2018
Reverendísimo Monseñor,
Le agradezco su cortés carta del 12 de enero y por regalo adjunto de los once opúsculos editados por Roberto Repole.
Aplaudo esta iniciativa que quiere oponerse y reaccionar contra el tonto prejuicio, según el cual el papa Francisco sería solamente un hombre práctico privado de particular formación teológica o filosófica, mientras que yo habría sido únicamente un teórico de la teología que habría comprendido poco de la vida concreta de un cristiano actual.
Los opúsculos muestran, con razón, que el papa Francisco es un hombre de una profunda formación filosófica y teológica, y por eso ayudan a ver la continuidad interior entre los dos pontificados, aunque con todas las diferencias de estilo y de temperamento.
Sin embargo no puedo escribir sobre ellos una breve y densa página teológica, porque en toda mi vida ha sido siempre claro que he escrito y me he expresado solamente sobre libros que había leído verdaderamente. Lamentablemente, aunque sólo por razones físicas, no estoy en condiciones de leer los once opúsculos en un futuro próximo, por cuanto me esperan otros compromisos que ya he asumido.
Estoy seguro de que me comprenderá y lo saludo cordialmente.
Suyo
Benedicto XVI