El ‘mindfulness’: un sucedáneo de la oración desaconsejable para un católico

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Susan Brinkmann, que fue feminista New Age, ahora advierte en una entrevista sobre la última novedad en meditación oriental y muestra su preocupación por el intento de muchos católicos de integrar las prácticas de «mindfulness» en su oración o vida espiritual. «Si uno está viviendo actualmente en presencia de Dios, no necesita prácticas budistas como el «mindfulness». Las prácticas cristianas superan con mucho estos métodos meramente humanos, llevándonos a la presencia de Dios, en quien encontramos la verdadera paz y sanación».

(Patti Armstrong / National Catholic Register)– Susan Brinkmann, anteriormente una feminista New Age, es ahora una apologeta católica, autora ganadora de premios, perteneciente a la Tercera Orden Carmelita y guionista y presentadora de los programas de radio y televisión Living His Life Abundantly and Women of Grace.

Sabe bien lo que significa buscar la felicidad en los lugares equivocados y ha dedicado su vida a compartir la buena nueva de su fe católica. Su último libro, A Catholic Guide to Mindfulness, advierte de los peligros de la última novedad en meditación oriental y ofrece a los católicos un camino más profundo y santo arraigado en la sabiduría de los santos y los doctores de la Iglesia.

Primero de todo: ¿qué es esta práctica cada vez más extendida del «mindfulness»?

El «mindfulness» hunde sus raíces en el budismo y busca conseguir un estado de atención activa y abierta al presente, por lo que uno observa sus pensamientos y sentimientos desde una distancia, sin juzgar si son buenos o malos. Aunque se promociona como una práctica no espiritual utilizada como medio para vencer el estrés y la ansiedad, se practica a través de varias formas de meditación budista, como la «meditación espacial», el «escaneo del cuerpo», la «meditación expansiva de la conciencia». Conectar con Dios no es el objetivo de ninguno de estos tipos de meditación.

¿Por qué escribió el libro?

Mi preocupación principal es el intento de muchos católicos de integrar las prácticas de «mindfulness» en su oración o vida espiritual. Creen que no es una «práctica budista», sino un modo de centrarse en «el aquí y ahora».

Pero al hacerlo a través de una de las técnicas de meditación disponibles –como la «meditación espacial», el «escaneo del cuerpo» o cualquier otra–, entonces se están adentrando en el reino de las prácticas budistas.

Muchos católicos tal vez empiezan manteniendo estas prácticas separadas, pero hay una idea muy confusa en Occidente respecto a la meditación oriental y su diferencia con la meditación occidental (una es ejercicio mental; la otra es un método para dialogar con Dios), que hace que muchos, sin darse cuenta, combinen ambas, lo que muchas veces lleva a un caos espiritual, hasta el punto de que en algunos casos ha sido necesario un exorcismo.

¿Por qué combinar prácticas puede ser un problema?

Como explico en el libro, tengo una experiencia personal de esto. Nuestro blog «New Age Q&A» en Women of Grace ha recibido recientemente un email de una mujer cuyo marido dejó de rezar el Rosario con su familia porque encontró que este tipo de meditación era más relajante. Aunque nadie debe rezar sólo para relajarse, sino para dialogar con Dios, esto demuestra lo fácil que es que la gente, en distintos estados de su vida espiritual, se confunda –sin ni siquiera darse cuenta– y se aleje de Dios en lugar de acercarse a Él.

¿Hay estudios sobre los efectos del «mindfulness»?

Hay una preocupación cada vez mayor en el mundo científico porque los medios de comunicación dominantes sólo promocionan estudios que defienden los beneficios del «mindfulness», sin informar sobre los estudios que han tenido resultados negativos con esta práctica. Algunos estudios han demostrado que la práctica del «mindfulness» puede resultar contraproducente en gente que se centra demasiado en el momento y deja sus pensamientos atrás, incluso los positivos. También puede llevar a la gente a desconectarse más que a centrarse, por lo que acaban teniendo pensamientos críticos sobre problemas que requieren pensar más profundamente en ellos y no menos.

Además, un meta-análisis de 18.000 estudios sobre «mindfulness» realizado por investigadores de la Johns Hopkins University en 2014 encontró que sólo 47 de ellos eran metodológicamente correctos, es decir, el 0.0026%. Y de estos 47 que fueron considerados aceptables, la investigación encontró sólo «pruebas moderadas» de disminución de la ansiedad, depresión y sufrimiento, y «pocas pruebas» de mejoría en la salud mental en relación con la calidad de vida. Esta investigación llevó a descubrimientos alarmantes sobre los efectos negativos del «mindfulness», que me llevaron a incluir esta información en el libro con el objetivo de proporcionar un cuadro más completo de esta práctica que la gente no recibe de quienes la defienden y promocionan.

¿Por qué el «mindfulness» atrae a la gente?

Hay varias razones por las que atrae a la gente. Primero, nuestra sociedad cada vez más secularizada ha relegado los valores judeo-cristianos al cubo de la basura «a nadie le importa nada». El resultado es que mucha gente está abandonando las religiones principales y están alimentando el hambre espiritual resultante con otras prácticas, que van desde cualquier variación de filosofías no-cristianas y/o New Age, hasta el ocultismo.

Segundo, la necesidad de escapar de la presión de la vida moderna es otra razón por la que la gente se siente atraída por las prácticas de meditación orientales, que inducen estados alterados de conciencia a través del uso de técnicas creadas para vaciar y manipular la mente. Esto le da a la gente una falsa sensación momentánea de mejoría de sus preocupaciones.

En una época en la que estamos sufriendo niveles récords de depresión y ansiedad, ¿quién no querría escapar de sus problemas por un momento? ¡Claro que esto les fascina! En la oración cristiana tal vez tengan que enfrentarse a sus problemas, pero lo hacen con Alguien que, realmente, puede resolverlos. En la meditación oriental la única opción es escapar momentáneamente. Después, los problemas siguen ahí.

Tercero, con respeto hacia los psicólogos y otros que fomentan esta práctica, hay mucho dinero involucrado en estas modas psico-espirituales como el «mindfulness». Hemos visto el mismo patrón en el pasado con el Reiki y la «Oración centrante». Una vez que estas modas pasan a ser de interés público, muchos intentan explotarlas para ganar dinero.

¿Por qué las alternativas católicas son superiores?

Si uno está viviendo actualmente en presencia de Dios, no necesita prácticas budistas como el «mindfulness». Las prácticas cristianas superan con mucho estos métodos meramente humanos, llevándonos a la presencia de Dios, en quien encontramos la verdadera paz y sanación.

En lugar de escapar momentáneamente de la ansiedad, la alternativa cristiana ofrece una solución real a la ansiedad y una transformación permanente. Una práctica es una solución fácil; la otra es una oportunidad a largo plazo para un crecimiento personal exponencial hacia el fin último de nuestra existencia en la tierra, la unión con Dios.

Cuando alcancemos la cima de esta unión con Él en la tierra, habremos sido totalmente transformados en una nueva criatura; no será sólo la antigua mejorada. Cuando estemos unidos con nuestro Creador, finalmente nos transformaremos en lo que debíamos ser desde el principio de los tiempos. Esto es una gracia que supera toda comprensión.

¿Puede una persona ser un buen católico y practicar el «mindfulness»?

Depende de lo que usted quiera decir con «buen». Las buenas personas son engañadas todo el tiempo. Personas con buenas intenciones recurren a métodos que las hagan sentir bien en todo momento, pero estos métodos pueden ser perjudiciales espiritualmente.

Si con esta práctica lo único que haces es centrarte personalmente durante unos minutos en la tarea que tienes entre manos, no hay problema. Pero si estás llevando a cabo los típicos métodos para practicar el «mindfulness», que implican todos ellos un tipo de meditación, entonces estás corriendo el riesgo de inducir un estado alterado, que te hará vulnerable a ser dañado psicológicamente o a ser influenciado por entidades espirituales.

Los católicos no deben implicarse en esto, incluso si lo recomienda un médico, porque demasiados estudios han demostrado que es perjudicial; ésta es la razón por la que hay cada vez más investigadores que hablan en contra de esta práctica.

Si un católico quiere practicar siendo «mindful» ahora, en mi libro recomiendo que empiecen utilizando The Practice of the Presence of God, que fue introducida en el siglo XVI por un humilde carmelita, el Hermano Lawrence. No sólo enseña a una persona a estar firmemente arraigado en el presente, sino a hacerlo para, así, vivir continuamente consciente de la presencia de Dios en él.
Se nos enseña a vivir en el momento actual siempre para, de este modo, responder al deseo de Dios en cada uno de los momentos de nuestra vida.

Hay una gran diferencia entre un estado de «conciencia» estéril y el profundo reino de éxtasis que encontramos mientras disfrutamos de la presencia del Creador del universo.

Hábleme de los retiros y conferencias que ha iniciado titulados «La alternativa católica al ‘mindfulness’».

Mis retiros han sido creados para enseñar a la gente a incorporar la práctica de la presencia de Dios y el sacramento del momento presente en sus vidas. Se realizarán en la Casa de Fátima, en Bedminster, Pennsylvania, el 16 y 17 de febrero y el 23 y 24 de marzo; y en la Casa de Retiro de Malvern, en Malvern, Pennsylvania, el 9 y 10 de junio, de este año. Estamos planificando más.

(Entrevista publicada en National Catholic Register.  Traducción de Helena Faccia Serrano para InfoVaticana)

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Comentarios
6 comentarios en “El ‘mindfulness’: un sucedáneo de la oración desaconsejable para un católico
  1. No creo que se deba ofrecer retiros como «alternativa al mindfulness», como si fuera una opción aceptable para un católico. La Iglesia tiene innumerables santos y místicos sobre todo los que son doctores de la Iglesia, como San Bernardo, Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz entre otros muchos que deberían de ser los buenos guiías del católico. El Catecismo cita a Santa Teresa cuando dice que la oración es «una conversación con aquel que sabemos nos ama. Los Padres de la Iglesia como Orígenes y San Agustín también dan unos buenos consejos sobre la oración indicando que lo más importante no es una atención constante y estar siempre pensando en Dios, sino ante todo hacer su voluntad en cada momento y circunstancia. Sobre esto está también la obra clásica del Jesuita del siglo XVII P. Causade, toda la obra dedicada a machacar este principio. ¿Qué se aprende de María Sma. y del mismo Señor en el Padre Nuestro’ María diice al ángel: Hágase en mi según tu palabra,

  2. Siento informaros de que los resultados del estudio de la Universidad de Jons Hopkins University han sido falseados. Os adjunto la investigación original, está en inglés pero con la herramienta de google no tendréis problema.

    https://hub.jhu.edu/2014/

    01/08/meditate-to-reduce-depression/
    Un saludo

  3. Mi experiencia es justo la contraria yo he ido pasando del catolicismo al budismo por casi las mismas razones que la autora hizo lo contrario. Solo que el mindfulness no es un sucedaneo es otra cosa mucho más útil que repetir quinientas veces el ave maria. Y no tiene más peligro que confundir lo que es la religión y ingresar en una secta, no es lo mismo, pero si el autor es ignorante y confunde el catolicismo con una secta, puede concluir que la religión es una aberración.

  4. Hay un problema de fondo en todo esto y es que no se nos enseña a rezar, no se nos enseña a entrar en contacto con Dios. Todo tiene su técnica y su aprendizaje y debería enseñarse, así todas técnicas orientales no encontrarían ningún eco. por supuesto cada uno llegaría al nivel que pudiera, pero un nivel mínimo sí se conseguiría y ahora no estaŕiamos discutiendo sobre filosofías orientales.

    No sé si esto que les enlazo les servirá o tendrá que ver con el tema, pero alguna relación seguro que tiene:

    http://astillasderealidad.blogspot.com.es/2018/01/new-age-la-filosofia-esoterica-creada.html

  5. Salmos 46:10, guardad silencio y sabed que estoy dentro, o , estad tranquilos y sabed que soy Dios. El mindfulness no es nada New age, es muy antiguo, es contemplación, Dios es atemporal, no está sujeto a nuestra línea de tiempo, no es una cosa, ni está allí o allá, pues no es un contenido de su creación ni está contenido dentro de ella, es ella misma, l llena todo. Mindfulness es vaciarse de todo para unirse con el Todo, pues Dios habla desde el silencio, desde el corazón y la mente reposados, el éxtasis no conoce palabras es un estado de comunión en donde no hay diálogo mundano, soy católico, pero no conozco muchos budistas practicantes que consultan por trastornos depresivos o de ansiedad, y si algo les admiro, es que no viven su fe en paz, sin necesidad de andar criticando la fe y las prácticas espirituales de las demás religiones, tal vez, precisamente, por eso viven en paz.

  6. El mindfullness es basura. El Señor ya nos enseñó a orar:

    Lucas 11:1-4
    [1]Un día, Jesús estaba orando en cierto lugar, y cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: «Señor, enséñanos a orar, así como Juan enseñó a sus discípulos».
    [2]Él les dijo entonces: «Cuando oren, digan: Padre, santificado sea tu Nombre, que venga tu Reino;
    [3]danos cada día nuestro pan cotidiano;
    [4]perdona nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a aquellos que nos ofenden; y no nos dejes caer en la tentación».

    La oración es conversación con nuestro Padre amoroso (Lucas 11: 13), es alabanza y es agradecimiento. No oramos para ser más cool ni para sentirnos mejor con nosotros mismos. Oramos por amor a Dios y por que Él es el sentido de nuestra vida.

    Ya dijo el Señor que la oración debe ser insistente. No piensen que es un mantra mágico que les concederá caprichos: (Lucas 11:5-8).

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