La institución académica jesuita no ve incongruencia en que presida su departamento de Teología alguien que trata de sacralizar a través de otra confesión religiosa un vínculo que la Iglesia considera imposible y pecaminoso.
El jefe del Departamento de Teología de la Universidad de Fordham -católica o, al menos, jesuita- está ‘casado’ con otro hombre.
Parece haber una extraña dinámica en marcha para la que no se me ocurre otro calificativo que el de «perversa», por la que muchas instituciones dependientes de, o afiliadas a, la Iglesia Católica, y muy especialmente, la Compañía de Jesús, se empeñan en un constante «más difícil todavía» del escándalo.
Pero este tipo, a diferencia de otro tipo de escándalos que despiertan la indignación del mundo entero, como el de los curas pedófilos, suscita más bien sonrisas y parabienes y el aplauso de toda la ‘Intelligentzia’ laicista. Y, naturalmente, las más entusiastas bendiciones del Padre James Martin.
No es que se igualen al mundo en este tipo de cosas las instituciones de que hablo: es que parecen querer superarlo, ir un poco más lejos.
La última vez que mire, la doctrina de la Iglesia considera las relaciones homosexuales objetivamente pecaminosas, y el llamado ‘matrimonio de personas del mismo sexo’ como una parodia del producto genuino, este que ha construido nuestra civilización y del que todavía hemos llegado al mundo la abrumadora mayoría.
Y el escándalo, pues, no está en el hecho en sí, ese disparate obvio de que dirija el departamento de Teología de una universidad católica alguien que tiene en tan poco las enseñanzas del catolicismo, sino que no exista ‘escándalo’ -en el sentido de indignación o preocupación- en absoluto.
Oh, sí, claro, hay ‘escándalo’ en los de siempre. Pero no entre los responsables de la universidad, no en la Compañía de Jesús, no en la jerarquía católica.
Quizá sea porque J. Patrick Hornbeck II no ha cometido el pecado imperdonable de ser «rígido» al contraer matrimonio -por la Iglesia Episcopaliana, lo que tampoco parece chocar a nadie- con Patrick Anthony Bergquist.
La institución académica jesuita no solo no ve incongruencia alguna en que presida su departamento de Teología -Teología, no Química- alguien que trata de sacralizar a través de otra confesión religiosa un vínculo que la Iglesia considera, en un sentido, imposible, y en otro, pecaminoso, no; de hecho, Fordham defiende la decisión del profesor.
«Aunque la doctrina católica no apoya el matrimonio entre personas del mismo sexo, deseamos al Profesor Hornbeck y a su cónyuge una vida rica y llena de bendiciones como motico de su boda en la Iglesia Episcopal», señala Bob Howe, director de Comunicaciones de la universidad. «El Profesor Hornbeck es un miembro más de la comunidad de Fordham, y como todos los empleados, alumnos y antiguos alumnos de la universidad, tiene derecho a la dignidad humana sin consideración de raza, credo, género y orientación sexual».
Vamos por partes: ¿es equivalente la raza o el sexo, que son rasgos inmutables con los que se nace, con el credo? ¿El credo es indiferente para dar clase -para dirigir un departamento- en una universidad CATÓLICA? ¿De Teología? Si Hornbeck, en lugar de ‘casarse’ con otro hombre por la Iglesia Anglicana participara en ritos satánicos, por ejemplo, ¿mantendría su puesto y el favor de la universidad? Ya saben: sin consideración de credo.
¿Y si fuera un supremacista blanco? Es su derecho constitucional, ¿no? Pero algo nos dice que, llámennos suspicaces, que las cosas serían muy distintas. Puestos a recelar, sospechamos que Hornbeck tendría más problemas para mantener su puesto si cuestionara el Cambio Climático (una actitud «perversa», según ha indicado Su Santidad) o la conveniencia de ofrecer la comunión a los divorciados vueltos a casar que pasándose la doctrina católica sobre el matrimonio por el arco del triunfo y usando la Iglesia Anglicana como si fuera una versión ‘menos rígida’ de la católica.
Howe añadió que el ‘matrimonio’ homosexual es «ahora la ley de la tierra, el Profesor Hornbeck tiene el mismo derecho constitucional al matrimonio que cualquier americano».
Y, bueno, sí. Es legal. Y, en ese sentido, no tiene menos derecho que cualquier otro, desde ese punto de vista, a una institución civil, incluso si esta es ontológicamente imposible.
Pero ni Hornbeck ni nadie tiene ‘derecho’ a dirigir un departamento universitario. Sí tiene, en cambio, todo el derecho del mundo una universidad católica a cesar como director de su Departamento de Teología a quien se toma la teología moral católica por el pito de un sereno. Se llama ‘libertad de religión’, y si frente al Estado y el resto de la sociedad es un derecho, frente a la Iglesia y todos sus fieles es una obligación no prestarse a una burla y una confusión doctrinal de esta envergadura.
Lamento mucho si esto suena ‘rígido’.
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Toso esto parece una pesadilla
Es el efecto Francisco : acompañamiento, discernimiento, diálogo, puentes, encuentro, inclusión. Hasta reciben la comunión, sin previa confesión, pues ya no es pecado, es amor, el más lindo amor. Gracias padre James por tus desvelos en nombre y por indicación de Francisco, el gran responsable de todo este caos que se lleva las almas al infierno, pues, al no condenar el pecado, deja al pecador hundido en la más absoluta miseria espiritual y camino al infierno, cada vez más cercano. ¿ Para cuando una masiva convocatoria de protesta en la plaza de san Pedro para decirle a Francisco que estamos hartos por su desprecio total a la doctrina y que se vaya de una vez ? ¿ Somos católicos o qué narices somos ?
Perdón, en el Evangelio de ayer, viernes, dice Cristo, -Donde hay un cadáver , se juntan los buitres, Se refiere a que nuestra sociedad se ha convertido ya, en un cadáver? Al descomponerse el cuerpo, comienza la putrefacción, eso es acaso el principio del fin, los escándalos vienen, como en despeñadero, y cada uno de nosotros, le tendrá que dar cuentas a Dios, pues, que El, tenga piedad,
Vean el primer matrimonio gay católico, celebrado por un sacerdote, según nos informa, con foto ilustrativa,Marco Tosatti. In Messico, in Yucatan, un sacerdote Pablo Perez Guajardo, ha unito in matrimonio in un albergo centrale di Cancun due uomini, José Manuel Moreno Bermudez e Christopher Dante Rueda. Potete vedere le immagini in questo video. Il sacerdote in questione è problematico; il vescovo di Cancun afferma che non è incardinato nella sua diocesi, ma nella diocesi del Saltillo. Il vescovo afferma che di conseguenza non potrebbe officiare nessun rito ministeriale. E sembra che da due anni i rapporti fra la curia vescovile e il sacerdote siano pessimi. Ciò detto, siamo di fronte al primo matrimonio celebrato da un sacerdote cattolico non scomunicato per una coppia gay. Non è un ragazzo: ha 61 anni, con 27 di sacerdozio. In una lettera a papa Francesco afferma di essere vittima di un’operazione tesa a punirlo per aver denunciato a suo tempo in fondatore dei Legionari di Cristo.
Un pésimo ejemplo. Tan malo como el que dan los cerriles lefebrianos con refinamiento.
Una institución es considerada católica si el obispo diocesano lo reconoce como tal. Por lo tanto, al Arzobispo de Nueva York, si fuera a cumplir su deber, debería dedeclarar que Fordham ya no es una universidad católica. Así el resto de las ex universidades supuestamente católicas. Eso les pegaría donde les duele, en el bolsillo.
Pues la noticia del primer matrimonio gay “católico” es reciente y no pasa nada. Bueno sí pasa. Se va aplicando la política de los hechos consumados con la bendición francisquita y mucho acompañamiento y discernimiento, en pro del pecado, claro. Ya nos hemos enterado que la palabra discernimiento quiere decir, lisa y llanamente, pecado y pecado grave, pecado mortal. El infierno cada vez más cerca. Misericorditis e infierno es lo mismo, para el que no se haya enterado todavía.
Los jesuítas están tan desprestigiados que ningún católico coherente les hace caso. Pero hacen mucho mal a la gente sencilla y poco instruída.
Apostasías del ultimo tiempo. Lo importante es prerseverar y dar testimonio de la sana doctrina.
Esto es realmente vergonzoso. ¡Hasta donde hemos llegado y seguiremos llegando! Porque, lamentablemente, esto no para aquí.
¿Se puede seguir obedeciendo a una jerarquía eclesiástica que consiente y promueve la herejía, el homosexualismo, el sincretismo, el adulterio…?
Creo que entre los jesuitas y la masonería debería darse algo así como una «fusión por absorción», de manera que los jesuitas se disuelvan y desaparezcan como católicos y aparezcan como lo que realmente son. Así les sería más difícil seguir haciendo daño a la Iglesia.
Isaías 3:9-11 “La apariencia de sus rostros testifica contra ellos; porque como Sodoma publican su pecado, no lo disimulan. ¡Ay del alma de ellos! porque amontonaron mal para sí. Decid al justo que le irá bien, porque comerá de los frutos de sus manos. ¡Ay del impío! Mal le irá, porque según las obras de sus manos le será pagado.”
No se sientan muy orgullosos de su condición, mejor usen ese esfuerzo para dejar de hacer lo malo y buscar el juicio de Dios para que les guie al arrepentimiento de sus pecados.
No se dejen engañar de los deseos de su carne y la concupiscencia de sus almas, ni por quienes, ignorantemente, les empalagan con esos labios lisonjeros y paladar blando que las promocionan como unas triunfadoras por su desfachatez.
Tampoco se dejen engañar por los ministros de satanás que se disfrazan como ministros de justicia, curas y pastores de todas esas sectas, que babosamente creen que con la “confesión” o la inane y blasfema “oración de fe” es pasaporte mágico para la sal
Otro que ha discernido desde sus circunstancias personales….
Por cierto, no se acoge ni se ejerce la misericordia reprendiéndole por su «pésimo ejemplo»….¿no?
Coincido con el comentario de Blanca quien tiene toda la razón:
«Los jesuítas están tan desprestigiados que ningún católico coherente les hace caso. Pero hacen mucho mal a la gente sencilla y poco instruída.»
Es que ahora los teólogos que se consideran «modernos y cultos» han llegado a la conclusión de que Dios es solo la representación del bien; de que los pecados de la carne no son tales si hay consentimiento; y de que nadie va al infierno, porque eso sería una crueldad impropia de Dios (en realidad, tampoco va nadie al paraíso, porque al ser Dios solo una representación del bien de lo que se trata es de construir el paraíso aquí en la tierra). Y lo más sorprendente, es que esos numerosos «genios» de la teología campan a sus anchas por la Iglesia y sus instituciones de enseñanza. Dan ganas de hacer un látigo de cuerdas y echarlos a todos de allí (cf. Jn 2,13-17), incluidos aquellos que se lo consienten.
Está demostrado que todos los homosexuales son en potencia pedófilos y viceversa.
Tener relaciones sexuales con fines no reproductivos es atentar contra las Leyes Naturales, Morales y de Dios, según la doctrina católica. Por lo tanto la sodomía, pedofilia y el incesto son pecados mortales. Estas personas deben ni pueden enseñar teología católica.
De coña…..y si fuese poligamo y se “casase con 2 mujeres” tampoco? Podria seguir siendo??? En fin……indignado….
La Iglesia se está derrumbando ante nuestros ojos, piedra a piedra. Ya Catalina de Emmerich profetizó esto. Hay órdenes que ya se han desplomado, como los jesuitas. Hay países enteros en los que la fe casi ha desaparecido o ha sido sustituida por un sucedáneo grotesco, al que siguen llamando católico. Socorro, socorro, nos hundimos.
Perverso lo de los jesuitas.
J.M.R. Cualquier ser humano adulto es pedofilo en potencia y cualquier pedofilo es ser humano en acto. De donde se deduce que tu eres un pedofilo en potencia como todos los seres humanos y eres un ser humano en acto como todos los pedofilos
Es curioso lo papólatras que son ahora quienes, hasta hace poco, eran antipapistas viscerales. No se aclaran ni con omo. Los que estamos con el papa en la medida en que está con la Iglesia no necesitamos ser ni papólatras, que es un pecado, ni antipapistas, que es otro, pues el papado es de institución divina. Los que de verdad queremos al papa actual le ayudamos con la corrección; los que no lo quieren, con la adulación.
El progresismo católico se está refutando a sí mismo con una inmensa y grotesca demostración por el absurdo. Pretender que todavía son católicos, y que el problema es que nosotros somos amargados y rígidos, después de esto, es el colmo del ridículo.