El arzobispo de 61 años, secretario de Benedicto XVI y prefecto de la Casa Pontificia, ha sufrido una neurolaberintitis que causa pérdida de audición e intensos vértigos.
Después de una semana hospitalizado en el Policlínico Gemelli por un problema en el oído, el arzobispo Gänswein se encuentra en casa en el Vaticano desde hace dos días. Ahora tiene que hacer reposo y seguir una terapia específica.
Nada alarmante ni tampoco ningún mal extraño. Fuentes muy bien informadas confirman que se trata de laberintitis (la laberintitis, también conocida como neuritis vestibular, neurolaberintitis o vestibulopatia periférica aguda es una enfermedad benigna y autolimitada que causa intensos vértigos).
En el monasterio Mater Ecclesiae donde vive junto al Papa emérito Benedicto XVI y las Memores Domini, el arzobispo seguirá su convalecencia con breves paseo y curas específicas.