‘Correctio filialis de haeresibus propagatis’: Lea integra la corrección al Papa Francisco

|

A continuación, el texto completo de la carta de corrección filial entregada al Papa Francisco por varias decenas de intelectuales católicos.

Corrección por la Ley de Cristo

Santo Padre,

Con profunda aflicción, pero impulsados por la fidelidad a Nuestro Señor Jesucristo, por el amor a la Iglesia y al papado y por la devoción filial hacia Usted, nos vemos obligados a dirigir una corrección a Su Santidad, a causa de la propagación de herejías ocasionada por la Exhortación apostólica Amoris laetitia y por otras palabras, hechos y omisiones de Su Santidad. Nos está permitido emitir esta corrección por la ley natural, por la ley de Cristo, y por la ley de la Iglesia: para guardar estas tres leyes, Su Santidad ha sido designado por la divina providencia.

Por la ley natural: pues tal como los súbditos tienen por naturaleza un deber de obedecer a sus superiores en todas las cosas lícitas, así también tienen un derecho a ser gobernados de acuerdo a la ley, y por lo tanto a insistir, donde fuera necesario, que sus superiores así gobiernen. Por la ley de Cristo: pues Su Espíritu inspiró al Apóstol Pablo a reprender a Pedro en público cuando este último no actuó de acuerdo a la verdad del evangelio (Gal. 2). Santo Tomás de Aquino nota que esta reprimenda pública de un súbdito a un superior fue lícita a causa del peligro inminente de escándalo concerniente a la fe (Summa Theologiae 2a 2ae, 33, 4 ad 2), y ‘la glosa de San Agustín’ agrega que en esta ocasión, “Pedro dio un ejemplo a los superiores, de que si en algún momento sucediera que se alejaran del camino recto, no deberían desdeñar ser criticados por sus súbditos” (ibid.). La ley de la Iglesia también nos constriñe, ya que establece que “el fiel a Cristo… tiene el derecho, en efecto, a veces el deber, de acuerdo con su conocimiento, competencia, y posición, a manifestar a los sagrados pastores sus visiones en materias que conciernen al bien de la Iglesia” (Códice de Derecho Canónico 212:2-3; Códice de los Cánones de las Iglesias Orddientales 15:3).

Sobre la fe y la moral

Ha sido dado escándalo a la Iglesia y al mundo sobre la fe y la moral, por la publicación de Amoris laetitia y por otros actos a través de los cuales Su Santidad ha dejado suficientemente claros el alcance y el propósito de este documento. En consecuencia, herejías y otros errores se han extendido a través de la Iglesia; pues mientras algunos obispos y cardenales han continuado defendiendo las verdades divinamente reveladas sobre el matrimonio, la ley moral y la recepción de los sacramentos, otros han negado estas verdades, y han recibido de Su Santidad no reprimenda, sino favor. Por el contrario, aquellos cardenales que han enviado dubia
a Su Santidad, para que por medio de este método, de honorable tradición, la verdad del evangelio pudiera ser fácilmente afirmada, no han recibido respuesta, sino silencio.

Santo Padre, el ministerio de Pedro no le ha sido confiado para que Usted pudiera imponer doctrinas extrañas sobre los fieles, sino para que Usted pueda, como un fiel representante, guardar el depósito, hasta el día del regreso del Señor (Lc. 12; 1 Tim. 6). Adherimos sinceramente a la doctrina de la infalibilidad papal, tal como fue definida por el Concilio Vaticano I, y por lo tanto adherimos a la explicación que el mismo concilio dio de este carisma, el cual incluye esta declaración: “El Espíritu Santo fue prometido a los sucesores de Pedro, no de manera que ellos pudieran, por revelación suya, dar a conocer alguna nueva doctrina, sino
que, por asistencia suya, ellos pudieran guardar santamente y exponer fielmente la revelación transmitida por los Apóstoles, es decir, el depósito de la fe” (Pastor Aeternus, cap. 4). Por esta razón, Su Predecesor, el Beato Pío IX, alabó la declaración colectiva de los obispos alemanes, quienes afirmaron que “la opinión según la cual el Papa es ‘un soberano absoluto a causa de su infalibilidad’ está basada en una comprensión completamente falsa del dogma de la infalibilidad
papal”

El Concilio Vaticano II

De mismo modo, en el Concilio Vaticano II, la Comisión Teológica que supervisó la Constitución Dogmática sobre la Iglesia, Lumen gentium, afirmó que los poderes del Pontífice romano están limitados de muchas maneras.

Sin embargo, aquellos católicos que no comprenden claramente los límites de la infalibilidad papal están expuestos a ser conducidos por las palabras y acciones de Su Santidad hacia uno de dos errores desastrosos: o bien llegarán a adoptar las herejías que ahora están siendo propagadas, o bien, conscientes de que estas doctrinas son contrarias a la palabra de Dios, dudarán o negarán las prerrogativas de los papas. Además, otros de entre los fieles son llevados a poner en duda la validez de la renuncia al papado por el Papa Emérito Benedicto XVI. Así, el oficio de Pedro, otorgado a la Iglesia por nuestro Señor Jesucristo en aras de la unidad y la fe, es usado de tal modo que se abre un camino para la herejía y para el cisma. Además, notando que las prácticas ahora fomentadas por las palabras y acciones de Su Santidad son contrarias no sólo a la fe y disciplina perennes de la Iglesia, sino también a las afirmaciones magisteriales de Sus predecesores, los fieles reflexionan que las afirmaciones propias de Su Santidad no pueden disfrutar de mayor autoridad que las de los papas anteriores; y así el auténtico magisterio papal sufre una herida de la cual podría no sanarse pronto.

Sin embargo, creemos que Su Santidad posee el carisma de la infalibilidad y el derecho a la jurisdicción universal sobre los fieles a Cristo en el sentido definido por la Iglesia. En nuestra protesta contra Amoris laetitia y contra otros hechos, palabras y omisiones relacionadas con ésta, no negamos la existencia de este carisma papal o la posesión de éste por parte de Su Santidad, pues ni Amoris laetitia ni ninguna de las afirmaciones que han servido para propagar las herejías que esta exhortación insinúa están protegidos por aquella divina garantía de verdad. Nuestra corrección es, en verdad, requerida por la fidelidad a las enseñanzas papales infalibles que son incompatibles con ciertas afirmaciones de Su Santidad.

Puede leer la carta íntegra en español aquí.

Ayuda a Infovaticana a seguir informando

Comentarios
31 comentarios en “‘Correctio filialis de haeresibus propagatis’: Lea integra la corrección al Papa Francisco
  1. Lutero también corrigió públicamente al Papa. Pues para ser tan eruditos no han aprendido nada. No van a «arreglar» nada. No han entendido la exhortación apostólica del Papa como sí ha hecho el resto de la cristiandad. Vuelvan a leerla señores, quien diga que da por bueno el adulterio, etc, MIENTE. Y el cisma será responsabilidad de ustedes que han decidido pasar de lo que dice el Papa, que nos llama a ser misericordiosos como Jesús. Mediten sobre esto. Un saludo

  2. Marian.
    Si «Amoris….» no da por bueno el adulterio ¿Porqué abre la posibilidad de comulgar a un adúltero sin propósito de enmienda?

    No hay peor ciego que el que no quiere ver

  3. Perdone sra,la que no ha entendido nada parece que va a ser usted. Si fuera tan clara como usted señala, no habrian malas interpretaciones de muchos obispos y laicos. Solo las personas que tienen una vision distorsionada del papado, pueden defender lo indefendible. Eso es lo que se suele llamar en estos tiempos PAPOLATRIA Documentese mejor antes de hablar.

  4. Quien está conforme con la exhortación del Papa es un ignorante o un papólatra para ustedes? Los que damos gracias a Dios por un Papa como Francisco (antes las dimos por Benedicto y por Juan Pablo II) nos sabemos los mandamientos igual que ustedes. Las circunstancias de las personas que pecan contra la familia son conocidas por Dios y esas circunstancias no cambian el hecho del pecado en sí pero que el Papa recomiende a los obispos y sacerdotes atender cada caso no es lo que ustedes han entendido, que es carta blanca para pecar. Un saludo

  5. Un grupito de «intelectuales» contra el sentir de más de mil doscientos millones de católicos que apoyamos al Papa Francisco. Lutero pensaba que tenía la verdad en contra de la que sentía el resto, hoy son otro grupito que piensa que tiene la verdad y se le olvida que la VERDAD se encuentra en la Iglesia. Escuchen al Espíritu Santo que se manifuesta en la unidad de la Iglesia, no sean tan orgullosos como Lutero y otros que piensan que solo ellos tienen la verdad.

  6. Marian de verdad, si no quieres darte cuenta de la realidad es penoso, defiendes lo indefendible. La realidad es que permitiéndoles comulgar (sacrilegio) aceptan el adulterio, el sacrilegio, el cambio en sacramentos etc. No hay mayor ciego que el que no quiere ver. El que vistas-adornes tu discurso de seguridad no te da más razón, no cuela. Aunque la mona (tus argumentos sin razones) se vista de seda, mona se queda.
    ¿Qué problema tienes tú para que un adúltero que no quiere dejar de serlo comulgue espiritualmente y no sacramentalmente, muy bien acogido, acompañado y querido en una comunidad eclesial?.
    Si se quiere cambiar algo que estaba razonado, y pertenecía a la Tradición y Magisterio, hay que dar buenas razones. No basta el art 33, ni insultar (que no cuela), ni el seguidismo irracional.

  7. ESTÄ EN LATÍN. La verdad es que no he podido entender la parte central de la corrección, porque las 7 proposiciones heréticas están en latín, incluso en la versión española. He probado con la inglesa, y lo mismo. El traductor de google lo traduce fatal y no se entiende.
    No entiendo que se dé difusión pública a algo que el 99% de los laicos no podemos leer. Debe tener su explicación, pero se me escapa.

  8. ESTÄ EN LATÍN. La verdad es que no he podido entender la parte central de la corrección, porque las 7 proposiciones heréticas están en latín, incluso en la versión española. He probado con la inglesa, y lo mismo. El traductor de google lo traduce fatal y no se entiende.
    No me explico esto,¿para qué se publica en los medios algo que el 99% de los laicos no podemos leer?

  9. Menos mal que estos 62 poseen la verdad del sucesor de Pedro y vicario de Cristo, es evidente que Francisco está equivocado y los 62 illuminati tiene mejor conexión con Dios

  10. LA VERDAD OS HARÁ LIBRES. Juan 8:32. La mentira de que pecar es la respuesta generosa que Dios nos pide habida cuenta de la complejidad de los límites ( Amoris303 ) y que, por tanto, se puede comulgar en pecado mortal, nos hace esclavos, blasfemos y merecedores del infierno » Porque quien lo come, y bebe indignamente, se traga y bebe su propia condenación » : 1 Corintios 11, 29. Bienvenidas sean las correcciones filiales y fraternales.

  11. El Papa es el máximo representante de Jesucristo en la Tierra.
    Lo que dice el Papa está inspirado por el Espíritu Santo.
    Jesucristo contravenía la Ley de Moisés (a ojos de los Judíos más instruidos)
    No juzgues y no serás juzgado
    Ten amor y compasión por todos tus hermanos
    Recomiendo la lectura reflexionada de varias parábolas para intentar entender las matemáticas divinas. No es mejor cristiano el que cumple escrupulosamente todas las leyes y no tiene misericordia. Ni tampoco el que incumple las leyes. Pero el buen cristiano ejerce el amor y la misericordia. Ya juzgará Dios en su momento.
    El que quiera corregir al Papa que sea nombrado Papa.

  12. -Si “Amoris….” no da por bueno el adulterio ¿Porqué abre la posibilidad de comulgar a un adúltero sin propósito de enmienda?-

    Por el solo hecho de acudir al sacramento de la penitencia el propósito de la enmienda se sobreentiende. ¿Cuánto tiempo aguantaría un fiel haciendo el paripé en el confesionario si no tuviese la íntima intención de convertirse?

    Si hubiese Fe como del tamaño de un grano de mostaza toda separación matrimonial se resolvería en un abrir y cerrar de ojos porque para Dios no hay nada imposible. Es el orgullo del hombre, quien cree tener el destino de su vida en sus manos, el que impide que esa Fe se haga realidad.

    La Fe es un regalo de Dios que a todos es concedido y que hace posible lo que a criterio del hombre parece imposible. Por este motivo, las nuevas uniones -en orden a la educación de lo hijos- no pueden ser definitivas, a no ser, que se presuma nulidad sacramental previa.

    Son los méritos de Jesucristo los que nos abren la vía a la salvación y es Él quien marca los tiempos. Únicamente, Su Madre la Virgen María, dispensadora de todas las gracias al pie de la Cruz, puede por su impetración cambiarlos pero nunca la Iglesia ya sea en Sínodo o en Concilio. Lo que ayer era pecado sigue siéndolo hoy.

    Teniendo esto claro, la acusación de herejía sobre Amoris Laetitia carece de sentido.

  13. Para Martin y José:

    1) En primer lugar, no se está en la verdad por el número de personas que coincidan contigo, sino porque tu juicio sea verdadero.
    2) ¿Cómo sabe usted que hay mil doscientos millones de católicos que están en contra de la corrección, o que piensan que las 7 proposiciones no son heréticas? ¿Ha hecho usted una encuesta? ¿una votación tal vez?

    (Obviamente no soy el Ángel que escribió más arriba)

  14. Me parece importante subrayar lo siguiente:
    Los firmantes no afirman que el Papa ha sostenido tal o cual herejía, ni que la «Amoris Laetitia» las diga, sino que:
    Por medio de estas palabras, hechos y omisiones, y por medio de los pasajes arriba mencionados del documento Amoris laetitia, Su Santidad ha apoyado, directa o indirectamente, y propagado dentro de la Iglesia, con un grado de consciencia que no buscamos juzgar, tanto por oficio público como por acto
    privado las siguientes proposiciones falsas y heréticas:
    Por eso los 4 Cardenales suscribieron 5 Dudas. No afirmaron. Preguntaron.
    1. Se pregunta si, según lo afirmado en «Amoris laetitia» nn. 300-305, es posible ahora conceder la absolución en el sacramento de la Penitencia y, en consecuencia, admitir a la Santa Eucaristía a una persona que, estando unida por un vínculo matrimonial válido, convive «more uxorio» con otra, sin que se hayan cumplido las condiciones previstas por «Familiaris consortio» n. 84 y luego confirmadas por «Reconciliatio et paenitentia» n. 34 y por «Sacramentum caritatis» n. 29. La expresión «en ciertos casos» de la nota 351 (n. 305) de la exhortación «Amoris laetitia», ¿puede aplicarse a divorciados que están en una nueva unión y siguen viviendo «more uxorio»?

    2. ¿Sigue siendo válida, después de la exhortación post-sinodal «Amoris laetitia» (cfr. n. 304), la enseñanza de la encíclica de San Juan Pablo II, «Veritatis splendor» n. 79, fundamentada en la Sagrada Escritura y en la Tradición de la Iglesia, respecto a la existencia de normas morales absolutas, válidas sin excepción alguna, que prohíben acciones intrínsecamente malas?

    3. Después de «Amoris laetitia» n. 301, ¿es posible afirmar todavía que una persona que vive habitualmente en contradicción con un mandamiento de la ley de Dios, como por ejemplo el que prohíbe el adulterio (cfr. Mt 19, 3-9), se encuentra en situación objetiva de pecado grave habitual (cfr. Pontificio Consejo para los Textos Legislativos, Declaración del 24 de junio del 2000)?

    4. Después de las afirmaciones de «Amoris laetitia» n. 302 sobre las «circunstancias que atenúan la responsabilidad moral», ¿se debe considerar todavía válida la enseñanza de la encíclica de San Juan Pablo II, «Veritatis splendor» n. 81, fundamentada en la Sagrada Escritura y en la Tradición de la Iglesia, según la cual: «las circunstancias o las intenciones nunca podrán transformar un acto intrínsecamente deshonesto por su objeto en un acto subjetivamente honesto o justificable como elección»?

    5. Después de «Amoris laetitia» n. 303, ¿se debe considerar todavía válida la enseñanza de la encíclica de San Juan Pablo II, «Veritatis splendor» n. 56, fundamentada en la Sagrada Escritura y en la Tradición de la Iglesia, que excluye una interpretación creativa del papel de la conciencia y afirma que ésta nunca está autorizada para legitimar excepciones a las normas morales absolutas que prohíben acciones intrínsecamente malas por su objeto?

  15. La Exhortación la Alegría del Amor la ha entendido todo el mundo; ocurre sin embargo que con criterio dIspar: los que Marian dice ser el resto de la cristiandad la ha entendido como puesta en circulación de un proceso de ecumenismo interconfesional interreligioso en el que no cabe sacralidad alguna porque en la interconfesinalidad no cabe o se niega la Liturgia Sacramental en el Sentido de la FE católica o Sensus Fidei que no es prerrogativa o exclusividad del papa-obispo de Roma.
    Presumen de era democrática y tiempo de los laicos, pero más bien de boquilla si es que no pertenece a una dialéctica engañosa. Por la simple razón que a la base de los fieles católicos no se ha preguntado nada desde el mismísimo Vaticano II ni falta que hacía si los docentes y custodios de la FE eran fiables catolicamente hasta que se pronunciaron por el Ecumenismo Interconfesional que es tanto como pluralidad de credos, confesiones y religiosidades. Desde entonces todo lo novedoso de invención nos viene impuesto, lo que constituye un autoritarismo inadmisible que debiera avergonzar a quienes lo imponen cuando NO es convergente con la praxis de FE.
    Nosotros tenemos la Tradición de Origen que San Pablo llama Depósito de la FE a guardar incólume, limpio e inmaculado en sus propias palabras, que no se está guardando en absoluto, luego se Cambia la Doctrina de La Fe y la Moral Católica como cualquiera puede comprobar por ejemplo en Rm 1 18-32. No basta con afirmar como Kasper el teósofo de rodillas que no cambia la Doctrina cuando además él mismo tiene propuesto formular un CREDO ECUMÉNICO que supone cambiar ¡todo el Credo!. formulado en los Concilios Niceno Constantinopolitano.
    La cristiandad interconfesional de la interreligiosidad ha recibido la Alegría del >Amor como suya. Pero no los católicos que solo queremos seguir siendo solo católicos y que tenemos un Sumo Pontífice investido como Liturgo de Cristo en la Religión Católica, no de los interconfesionales en un eclecticismo confesional y doctrinal deforme.
    El papa-obispo de Roma no es omnipotente ni omnisciente. No es él quien nos da la FE que ya está entregada desde los Apóstoles del Señor. Está para confirmar precisamente en esa misma FE homologada en el Magisterio perenne frente a las interpretaciones erróneas o torcidas que desde la misma vida temporal de Jesucristo se vienen dando. » ¿Quién dice la gente que soy yo? ¿Y vosotros?»

  16. Joel: ¿Tu crees que la mayoría del pueblo fiel ve a Francisco como el conductor de un «»proceso de ecumenismo interconfesional interreligioso»»? ¿En que convento vives?

  17. Me da la impresión de que se cumplen a la letra las palabra del Quijote a Sancho: Ladran Sancho, es señal de que cabalgamos». Es exactamente lo que esta sucendiendo en estos momento con Francisco, el Pastor a la medida del Corazón de Jesús para nuetros tiempos. Yo espero que el Papa no pierda el tiempo leyendo estas tremendas tonterías sacadas de una mentalidad confusa, profusa y difusa, y mucho menos el contestarle: Palabras necias… oidos sordos.
    Gracias Señor por el Papa Francisco, por su ejemplo y testimonio de vida y porque nos acerca de verdad a Jesucristo{

  18. Me duele que por causa de una interpretación maniqueísta de un exhorto, los miembros más educados de la Iglesia se conviertan en rivales y enemigos.

    Siempre he escuchado que las madres (sean humanas que animales) se disponen a cualquier sacrificio por el bien de sus críos.

    Sin embargo conozco de primera mano una madre de tres hijos que reconoce que en el pasado tuvo muchas equivocaciones en cuanto a la protección y cuidado que debió haber tenido con la salud emocional de sus hijos. Aun así, ella no puede perdonar a dos de ellos que han caido en la adicción a estupefacientes y cuando la visitan está dispuesta a llamar a la policía y hacer que los encarcelen por temor a que le hagan daño al influjo de la droga. A pesar de que muy seguido estos se acicalan para visitarla e incluso llevarle algún regalo.

    Sigue un extracto de la exhortación:
    36. Al mismo tiempo tenemos que ser humildes y realistas, para reconocer que a veces nuestro modo de presentar las convicciones cristianas, y la forma de tratar a las personas, han ayudado a provocar lo que hoy lamentamos, por lo cual nos corresponde una saludable reacción de autocrítica. Por otra parte, con frecuencia presentamos el matrimonio de tal manera que su fin unitivo, el llamado a crecer en el amor y el ideal de ayuda mutua, quedó opacado por un acento casi excluyente en el deber de la procreación.

    Tampoco hemos hecho un buen acompañamiento de los nuevos matrimonios en sus primeros años, con propuestas que se adapten a sus horarios, a sus lenguajes, a sus inquietudes más concretas. Otras veces, hemos presentado un ideal teológico del matrimonio demasiado abstracto, casi artificiosamente construido, lejano de la situación concreta y de las posibilidades efectivas de las familias reales. Esta idealización excesiva, sobre todo cuando no hemos despertado la confianza en la gracia, no ha hecho que el matrimonio sea más deseable y atractivo, sino todo lo contrario.

    Durante mucho tiempo creímos que con sólo insistir en cuestiones doctrinales, bioéticas y morales, sin motivar la apertura a la gracia, ya sosteníamos suficientemente a las familias, consolidábamos el vínculo de los esposos y llenábamos de sentido sus vidas compartidas.
    También nos cuesta dejar espacio a la conciencia de los fieles, que muchas veces responden lo mejor posible al Evangelio en medio de sus límites y pueden desarrollar su propio discernimiento…
    Estamos llamados a formar las conciencias, no a sustituirlas.

    38. Debemos agradecer que la mayor parte de la gente valora las relaciones familiares. Muchos estiman la fuerza de la gracia que experimentan en la Reconciliación sacramental y en la Eucaristía.
    En el mundo actual también se aprecia el testimonio de los matrimonios que no sólo han perdurado en el tiempo, sino que siguen sosteniendo un proyecto común y conservan el afecto. Esto abre la puerta a una pastoral positiva que posibilita una profundización gradual de las exigencias del Evangelio.

    40.Necesitamos encontrar las palabras, las motivaciones y los testimonios que nos ayuden a tocar las fibras más íntimas de los jóvenes, allí donde son más capaces de generosidad, de compromiso, de amor e incluso de heroísmo, para invitarles a aceptar con entusiasmo y valentía el desafío del matrimonio.

    49.En las difíciles situaciones que viven las personas más necesitadas, la Iglesia debe tener un especial cuidado para comprender, consolar, integrar, evitando imponerles una serie de normas como si fueran una roca, con lo cual se consigue el efecto de hacer que se sientan juzgadas y abandonadas precisamente por esa Madre que está llamada a acercarles la misericordia de Dios. De ese modo, en lugar de ofrecer la fuerza sanadora de la gracia y la luz del Evangelio, algunos quieren «adoctrinarlo», convertirlo en «piedras muertas para lanzarlas contra los demás»

    57. Doy gracias a Dios porque muchas familias, que están lejos de considerarse perfectas, viven en el amor, realizan su vocación y siguen adelante, aunque caigan muchas veces a lo largo del camino.

    217. Tenemos que reconocer como un gran valor que se comprenda que el matrimonio es una cuestión de amor, que sólo pueden casarse los que se eligen libremente y se aman.Es imprescindible acompañar en los primeros años de la vida matrimonial para enriquecer y profundizar la decisión consciente y libre de pertenecerse y de amarse hasta el fin.

    218. Por otra parte, quiero insistir en que un desafío de la pastoral matrimonial es ayudar a descubrir que el matrimonio no puede entenderse como algo acabado.
    Hay que dejar a un lado las ilusiones y aceptarlo como es: inacabado, llamado a crecer, en proceso. En el hogar las decisiones no se toman unilateralmente, y los dos comparten la responsabilidad por la familia…

    En último término, son los mismos esposos los que deben formarse este juicio ante Dios»[249]. Por otra parte, «se ha de promover el uso de los métodos basados en los “ritmos naturales de fecundidad” (Humanae vitae, 11). También se debe hacer ver que “estos métodos respetan el cuerpo de los esposos, fomentan el afecto entre ellos y favorecen la educación de una libertad auténtica” (Catecismo de la Iglesia Católica,2370), insistiendo siempre en que los hijos son un maravilloso don de Dios, una alegría para los padres y para la Iglesia. A través de ellos el Señor renueva el mundo»[250].

    La conversación con el sacerdote, en el fuero interno, contribuye a la formación de un juicio correcto sobre aquello que obstaculiza la posibilidad de una participación más plena en la vida de la Iglesia y sobre los pasos que pueden favorecerla y hacerla crecer. Dado que en la misma ley no hay gradualidad (cf. Familiaris consortio,34), este discernimiento no podrá jamás prescindir de las exigencias de verdad y de caridad del Evangelio propuesto por la Iglesia. Para que esto suceda, deben garantizarse las condiciones necesarias de humildad, reserva, amor a la Iglesia y a su enseñanza, en la búsqueda sincera de la voluntad de Dios y con el deseo de alcanzar una respuesta a ella más perfecta»[338]. Estas actitudes son fundamentales para evitar el grave riesgo de mensajes equivocados

    Comprendo a quienes prefieren una pastoral más rígida que no dé lugar a confusión alguna. Pero creo sinceramente que Jesucristo quiere una Iglesia atenta al bien que el Espíritu derrama en medio de la fragilidad.

    Jesús «espera que renunciemos a buscar esos cobertizos personales o comunitarios que nos permiten mantenernos a distancia del nudo de la tormenta humana, para que aceptemos de verdad entrar en contacto con la existencia concreta de los otros y conozcamos la fuerza de la ternura. Cuando lo hacemos, la vida siempre se nos complica maravillosamente»[357].
    Jesús «espera que renunciemos a buscar esos cobertizos personales o comunitarios que nos permiten mantenernos a distancia del nudo de la tormenta humana, para que aceptemos de verdad entrar en contacto con la existencia concreta de los otros y conozcamos la fuerza de la ternura. Cuando lo hacemos, la vida siempre se nos complica maravillosamente»[357].

    http://w2.vatican.va/content/francesco/es/apost_exhortations/documents/papa-francesco_esortazione-ap_20160319_amoris-laetitia.html#Situación_actual_de_la_familia

  19. Esto de acompañar los de “filial” a la corrección al Papa, para intentar quedar bien, indica que se trata de una operación que usa las artes de la propaganda, tan habitual en los asuntos de poder. Propaganda y poder, dos especialidades del Opus. Todo indica que es la enésima operación de los dirigentes del Opus presionando al Papa para que les apoye en el supremacismo negrero de la oligarquía catalana.

  20. Yo no soy del opus ni de nada parecido. Este papa tiene cosas muy buenas pero es dificil para mí entender que se permita acceder a la Eucaristía sin arrepentimiento y sin el propósito de no reincidir en nuestros pecados.

    Jesús es bien claro en eso la noche de la última cena. Les lavó sólo los pies porque dijo que estaban límpios , refiriéndose al pecado,.Sólo uno – dijo Jesús- que no estaba límpio. Entonces Judas ,el traidor, comió el pan y dice la biblia que acto seguido Satanás entró en él.

    Esto es a lo que se refiere San Pablo con lo de que quien comulga indignamente come su propia condenación.

    Si vamos a discutir quien es más bueno o quien sabe más etc. nos perderemos en una guerra dialéctica que no lleva a nada .Yo prefiero pensar en los santos. ¿qué opinaban ellos de la Eucaristía? la verdad es que ellos no hubieran comulgado en pecado bajo ningún concepto.

    Tanto Jesús como St.Pablo son clarísimos en la biblia sobre la sacralidad de la Eucaristía. Los santos también.

    Yo me quedo con eso.

  21. MARI AN
    Es que me parto, así que la AL no fomenta el adulterio.
    Mira los niños no vienen de Paris, no te puedes quedar embarazada por teléfono, los Reyes son los Padres, y la primera vez también te puedes quedar preñada.

    Tu eres rubia ¿verdad? pero muy rubia, muy rubia, platino vamos.
    Menuda pareja de baile haces con RICARDITO BOBAINE

  22. ACS
    ¿Te importaría precisar cuales son esas cosas tan buenas que tiene este papa aparte de no tirarse pedos o eructar en público?
    Un Papa que insulta sistemáticamente a los católicos, que miente sistemáticamente, que manipula, que se rodea de corruptos, que defenestra a los honrados fieles al evangelio, que adora a Lutero, y que promueve que se puede comulgar en pecado, ¿de verdad le ves algo bueno? ¿El que campeón? Menos mal que tiene muchas cosas buenas, el problema es que no sabemos cuales.

  23. JUAN NADIE:
    Mire, prefiero no opinar sobre el Papa que después me arrepiento. Ya hace un tiempo que tomé esta decisión: preocuparme por acercarme cada vez más a Cristo y caminar hacia la santidad. Porque sin ser santa puedo equivocarme… dudo, me inquieto, me confundo… y eso me aleja de la amistad con Dios. Así que, como lo más importante para mí es la santidad pues a eso voy.

    Todo está profetizado por los Santos, avisado por la Virgen y sufrido en la misma vida de Cristo. La Iglesia vivirá lo mismo que Él. Y a Él le clavaron una lanza en el mismísimo corazón. Entonces ya estaba muerto pero su cuerpo místico (La Iglesia) ya no morirá.

    Le tengo a usted mucho cariño, aunque no lo sepa, porque en una ocasión me aconsejó , en otra página, con mucha ternura y sus consejos me ayudaron. Creo que entonces yo todavía llevaba otro nombre.

    Mire, lo pasé mal con lo que está pasando. Muy mal. Viví una gran confusión y tuve que alejarme de todo. Aislarme . Ahora sólo miro a Cristo. No me preocupo mucho de lo demás. y Dios , que me sabe debil, me ha ayudado a que no me afecten tanto estas cosas .No me implico más de lo que puedo soportar, ni solucionar.

    Tengo tres soportes : los sacramentos , la Palabra y la oración. Sin ellos no creo que se pueda llegar a la santidad.
    No me responsabilizo de los actos de los demás. Es su responsabilidad, no la mia. Y si el escucharlos me aleja de Dios, no escucho.

    Mi guía es Cristo. Yo con Cristo, pase lo que pase con su Iglesia, «…siquiera se hunda el mundo» cómo decía Sta. Teresa de Ávila.

    Puedo percibir su dolor porque he pasado por eso pero si me permite (aunque no soy nadie para aconsejarle a usted) le invito a hacer lo mismo. Yo estoy recuperando la paz de Cristo: mi Dios y Señor.

    Un abrazo fraterno en nuestro Señor!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 caracteres disponibles