Así lo afirma el cardenal Mauro Piacenza, que señala que un día el mundo agradecerá a la Iglesia haber defendido la vida y la familia, y con ellas la civilización.
(ACI Prensa)- El Penitenciario Mayor de la Iglesia, Cardenal Mauro Piacenza, afirmó que Fátima constituye un importante aliento para resistir con la fuerza de la fe y la caridad a los violentos ataques contra la familia en el mundo actual.
Así lo indicó el Purpurado en el Santuario de Fátima en Portugal, en la homilía de la Misa que presidió este 13 de septiembre, durante la peregrinación que se realiza en el marco de los 100 años de las apariciones de la Virgen María.
Según señala el sitio web del Santuario, el Cardenal italiano señaló que “cumplir la voluntad de Dios, discernir los signos de los tiempos, significa para nosotros hoy, aquí en Fátima, ¡resistir! Resistir con la fuerza de la fe y la caridad”.
El Purpurado explicó que hoy los cristianos enfrentan muchos problemas, principalmente “el violento ataque contra la familia” que “no tiene precedentes en la historia, tanto desde un punto de vista cultural como desde el aspecto jurídico”.
Ese ataque, precisó, se hace concreto en la “destrucción del hombre, ahogado en la cultura de muerte” y destruyendo “el lugar en el que la vida vibra, se comunica y se educa: la familia”.
“Estamos convencidos de que nada es más profético, más moderno, más anticonformista que defender la vida, la educación, reconociendo que ellas constituyen hoy una verdadera emergencia”, resaltó el Cardenal.
El Penitenciario dijo además que “un día el mundo agradecerá a la Iglesia por haber defendido sin temores ni compromisos la vida y la familia, y con ellas la civilización”.
“Aquí en este lugar (la Virgen de Fátima) quiso exhortarnos a los hombres a la oración, a la penitencia y la conversión, y también nos prepara para el futuro, profetizando e indicando las luchas y los cansancios, las cruces y las batallas a las que son llamadas las almas, y con ellas la propia Iglesia”, concluyó el Cardenal Piacenza.
Traducido y adaptado por Walter Sánchez Silva. Publicado originalmente en ACI Digital.
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¿ Y quien está al frente del violento ataque a la familia sino quien ya ha arrumbado la Familiaris Consortio y la Veritatis Splendor y ahora va a por la Humanae Vitae ?
La bomba de Amoris 303 no destruye sólo la familia sino que, al destruir el pecado y llamarlo farisaicamente lo que Dios pide por ahora, habida cuenta de la complejidad de situaciones y límites, destruye totalmente la persona.
Cuento irónico: Entré en la Iglesia y me encontré a Tito (un anciano tomista que se golpeaba la espalda con una cadena de motoquero) “que le pasa Tito”, le pregunté, él me miró, dos lágrimas angelicales corrieron raudamente por sus mejilla y me dijo: “Tato el mundo eclesiástico está loco. Porque, porque si un papa escribiera en un documento que Cristo nunca existió y como corolario salieran a negar la existencia de Cristo los obispos de Argentina, Malta y Alemania y, luego, algunos cardenales (pocos, no más de cuatro) le preguntaran a ese papa si quiso decir realmente lo que dijo para que se corrigiera y un arzobispo de España despidiera a un académico de renombre también por preguntar, bueno, es casi lo mismo que sucede hoy con Amoris Laetitia que dice que Dios quiere o pide en algunas circunstancias a los hombre no cumplir los mandamientos y entre los mandamientos está amar a Dios y santificar las fiestas y no mentir y no cometer actos impuros, bueno es casi lo mismo.” Otras dos doctas lágrimas cayeron directamente al piso y continuó: “Por supuesto, que cualquiera supone que en estas situaciones el que ocupa el sitio del pontífice no puede hacerse el despistado y que en algún momento de reflexión, después de ocuparse de la paz mundial, se preguntará: ¿Existen los mandamientos o son como las simples leyes humanas que pueden ser dejadas de lado por los hombres según las circunstancias? Y creemos los católicos que tendrá alguna respuesta preparada y si no él por lo menos sus consejeros sabrán dónde buscarla pero por las dudas acompáñeme a hacer penitencia y rece conmigo Padre nuestro….”
El mayor hipócrita no es el que aparenta ser lo que no es, pues, con esa hipocresía, el vicio rinde un homenaje a la virtud, sino quien dice que pecado es lo que Dios pide por ahora. eso es hipocresía, blasfemia y herejía. Y está dicho en AL303, la mayor aberración jamás escrita en un texto pontificio. ¡ Corrección ya !
Por su importancia espiritual debería incorporarse oficialmente en la Señal de la Cruz, la Virgen María. Cerrando de forma natural los 4 extremos de la Cruz. Seria:
En el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo y la Virgen María. Personalmente lo hago así.
En Fátima y en todas las apariciones marianas la Virgen María nos pide insistentemente que recemos el Rosario. Es siempre su petición principal. El demonio odia este rezo. Y decía San Miguel Febre (Santo Hermano Miguel): «Un cristiano sin Rosario es un soldado sin armas»