El Cardenal Sarah aclara en un artículo en Wall Street Journal las confusiones provocadas por el sacerdote estadounidense, James Martin, sobre cómo evangelizar a las personas homosexuales.
(Sandro Magister) Esta mañana se publicó en el «Wall Street Journal», en la sección de los editoriales y de las opiniones, este artículo del cardenal Robert Sarah, prefecto de la Congregación vaticana para el Culto Divino.
En el artículo, el cardinal critica las tesis del padre James Martin, firma estelar de la revista de los jesuitas de Nueva York, «America», consejero en el Vaticano de la Secretaría para la Comunicación, este año autor de un libro que invierte la enseñanza de la Iglesia en materia de homosexualidad, legitimando las relaciones entre personas del mismo sexo. Se trata de un libro rápidamente refutado, en Estados Unidos, por el arzobispo de Filadelfia, Charles Chaput, pero también públicamente apreciado por otros exponentes notables de la Iglesia estadounidense, los cardenales Kevin Farrell y Joseph Tobin.
A continuación presentamos los pasajes esenciales del artículo del cardenal Sarah.
CÓMO LOS CATÓLICOS PUEDEN RECIBIR A LOS CREYENTES LGBT
por el cardenal Robert Sarah
La Iglesia Católica ha sido criticada por muchos, incluyendo algunos de sus propios seguidores, por su respuesta pastoral a la comunidad LGBT. […] Entre los sacerdotes católicos, uno de los críticos más francos del mensaje de la Iglesia con respecto a la sexualidad es el padre James Martin, un jesuita estadounidense. En su libro “Building a Bridge” [Construyendo un puente], publicado a comienzos de este año, repite la crítica común que afirma que los católicos han sido duramente críticos de la homosexualidad, mientras descuidan la importancia de la integridad sexual entre todos sus seguidores.
El padre Martin tiene razón cuando argumenta que no debería haber ningún doble estándar con respecto a la virtud de la castidad, que por más desafiante que pueda ser es parte de la Buena Noticia de Jesucristo para todos los cristianos. Para los no-casados –no importa cuáles sean sus atracciones- la castidad fiel exige la abstención sexual.
Esto podría parecer un estándar elevado, especialmente hoy. Pero sería contrario a la sabiduría y bondad de Cristo exigir algo que no puede ser alcanzado. Jesús nos llama a esta virtud porque ha hecho nuestros corazones para la pureza, así como ha hecho nuestras mentes para la verdad. Con la gracia de Dios y nuestra perseverancia la castidad no sólo es posible, sino que se convertirá también en la fuente de la verdadera libertad.
No necesitamos mirar muy lejos para ver las tristes consecuencias cuando se rechaza el plan de Dios para la intimidad y el amor humanos. La liberación sexual que el mundo promueve no cumple su promesa. Más bien, la promiscuidad es la causa de tanto sufrimiento innecesario, de corazones rotos, de soledad y de tratar a otros como medios para la gratificación sexual. Como una madre, la Iglesia busca proteger a sus hijos del daño que provoca el pecado, como expresión de su caridad pastoral.
En su enseñanza sobre la homosexualidad, la Iglesia guía a sus seguidores mediante la distinción de sus identidades respecto a sus atracciones y acciones. Primero están las personas mismas, quienes son siempre buenas porque son hijos de Dios. Después están las atracciones del mismo sexo, que no son pecaminosas si no son deseadas o llevadas a cabo, pero que sin embargo están en desacuerdo con la naturaleza humana. Y finalmente están las relaciones homosexuales, que son gravemente pecaminosas y perjudiciales para el bienestar de los que participan en ellas. Las personas que se identifican como miembros de la comunidad LGBT son acreedoras a esta verdad en la caridad, especialmente por parte de clero que habla en nombre de la Iglesia sobre este tema complejo y difícil.
Rezo para que el mundo finalmente haga caso a las voces de los cristianos que experimentan atracciones homosexuales y que han descubierto la paz y la alegría al vivir la verdad del Evangelio. He sido bendecido en mis encuentros con ellos, y su testimonio me conmueve profundamente. Escribí el prólogo para uno de esos testimonios en el libro de Daniel Mattson, “Why I Don’t Call Myself Gay: How I Reclaimed My Sexual Reality and Found Peace [Por qué no me llamo a mí mismo gay: como recuperé mi realidad sexual y encontré paz]», con la esperanza de hacer que su voz y otras similares a la suya sean mejor escuchadas.
Estos hombres y mujeres dan testimonio del poder de la gracia, de la nobleza y resistencia del corazón humano y de la verdad de la enseñanza de la Iglesia sobre la homosexualidad. En muchos casos ellos han vivido apartados del Evangelio durante cierto tiempo, pero se han reconciliado con Cristo y con su Iglesia. Sus vidas no son fáciles, ni tampoco sin sacrificios. Sus inclinaciones homosexuales no han sido derrotadas, pero han descubierto la belleza de la castidad y de las amistades castas. Su ejemplo merece respeto y atención, porque tienen mucho que enseñarnos a todos nosotros sobre como recibir mejor y acompañar a nuestros hermanos y hermanas en una actitud de auténtica caridad pastoral.
Lea el artículo completo en el blog de Sandro Magister
Ayuda a Infovaticana a seguir informando
¿ Será por enésima vez desautorizado por Francisco y demás apolo getas de la misericorditis ?
Transparente, profundo, generoso, moralmente estimulante, respetuoso y delicadamente caritativo.
Gracias Padre Sarah por su compromiso.
Que Dios bendiga al Card. Sarah y tenga misericordia de su Iglesia.
Decía San Agustín que hay dos formas de alcanzar la unión con Dios: por la vía del conocimiento, que puede llevar toda una vida, y por la vía de la caridad, que suele ser inmediata. Meter en el mismo saco todos los pecados relacionados con la impureza es una manera de desviarse de la primera e impedir la segunda es una temeridad. La intuición papal sobre los cónyuges o consortes de una nueva unión, no son esposos ni marido y mujer, es un ejemplo de la via caritatis a la que únicamente falta encontrar la objetividad que fundamente su comportamiento.
Si el ejercicio de la patria potestad no puede llevarse a cabo en igualdad de condiciones a la del padre biológico tampoco podrá hacerse en la unión conyugal. Un nuevo hijo en esas parejas supone un perjuicio para los que cada cónyuge aporta porque se sentirán desplazados por la atención y preferencia que los progenitores pongan en él. En el matrimonio el fin educativo queda supeditado al procreativo y en las nuevas uniones ocurre justo lo contrario. La cuestión es valorar, para estos casos, si en todas las relaciones conyugales se presume deseo carnal que es lo que constituye la esencia del pecado de fornicación fuera del matrimonio legítimo.
El 23 de noviembre de 2014 fue nombrado prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos por el actual Papa Francisco. De modo que lejos de contradecirlo lo razonable es pensar que refleja el pensamiento del Sumo Pontífice quien a su vez hablo muy claro con motivo del matrimonio entre homosexuales cuando era Arzobispo de Buenos Aires.
El Cardenal expresa la voz de su superior en este caso el Papa. No parece que una persona de la calidad de Sarah esté en un alzamiento contra la autoridad papal
Pues Señor Ricardo Blaine, una cosa es que el papa Francisco haya nombrado a Sarah como prefecto y otra que esté de acuerdo en todo con el… Vemos que en repetidas ocasiones ha desautorizado a este eminentísimo cardenal y con respecto a la cuestión de las relaciones homosexuales como es el caso del matrimonio gay (no de la homosexualidad) me parece muy claro el mensaje del Cardenal Bergoglio, pero que parece haberse olvidado cuando se puso la sotana blanca porque de esa claridad no ha quedado nada.
Ricardo Blaine debe de ser un extraterrestre y, por tanto, carente de toda información en la tierra como en el cielo. Blaine te has quedado en blanco.
¡Qué hermosas enseñanzas del cardenal Robert Sarah! El Espíritu Santo lo siga iluminando para bien de la Iglesia de nuestro Señor Jesucristo!
En cierta oportunidad al filósofo francés Blas Pascal se le preguntó: ¿Qué es el hombre? A lo que éste contestó: Ni ángel ni bestia.
Entre la promiscuidad y la represión está el camino del hombre.
Tan dañino es el sexo sin freno como las fantasias catolicas que fantasean con una visión del hombre completamente irreal, no es extraño que luego veamos casos de sacerdotes neuróticos que empiezan tratando de seguir las directrices del cardenal Sarah y acaban cometiendo abusos. No se puede tratar al ser humano como lo que no es. No se como no quieren ver lo que es evidente y siguen con su moral de alicia en el pais de las maravillas, ¿no es mejor aceptar la realidad que seguir soñando?
Al señor José, según le entiendo el hombre debería entonces renunciar a la virtud de la pureza y dejarse dominar por sus apetitos sexuales. Es a eso a lo que llama moral realista? A la cobardía de vivir dominado por los sentidos y renunciar al ejercicio de la voluntad guiada por la razón?! Es que acaso las sensaciones, gustos y placeres deben determinar las acciones, en este caso los actos sexuales? Sea hombre señor! Sea hombre y comience a usar la voluntad e inteligencia que Dios le da para el bien. Que el corazón del hombre no fue creado en este mundo sino en el Cielo y es allí donde realmente ha de encontrar el gozo. Si vive para la carne, ciertamente perecerá y ya en esta vida se pudrirá su alma. Los sacerdotes que acaban cometiendo abusos no son los que viven la castidad por amor a Dios. No, todo al contrario. Son más bien los que de a pocos han ido cayendo cada vez más y más en pecados contra la pureza, hasta caer a profundidades terribles de las que sólo el hombre es capaz, justamente por no ser ni ángel, ni bestia como cita usted. El hombre ha recibido de Dios toda la libertad para pasar la eternidad en el Reino de los Cielos, o en el infierno con Satanás y sus demonios. Por favor reaccione y no se precipite al abismo. Ojalá Dios le de la luz y la valentía de querer ser realmente hombre, hombre de bien, de Dios, capaz de elevar el corazón sobre la podredumbre del pecado, que levante la cabeza de la porquería de los cerdos y mire al Padre del Cielo que le espera siempre para perdonarle y darle nueva vida y ser su fuerza.
Creo que no has entendido lo que Pascal quería decir: El hombre no es ni bestia ni angel, toda visión del hombre como un puro animal o un ser celestial está condenada al fracaso, por mucho que apelemos a gracias divinas o a conceptos infantiles de pureza el hombre no dejará de ser hombre, una manzana no se conviete en silla por cambiarle el nombre y el hombre no se convertirá en un angel por mucho que fantaseemos con ello, el hombre es lo que es y si queremos sacar su máximo potencial tenemos que adaptar nuestro comportamiento a lo que somos, no a lo que soñamos.
Si observas un muelle sin tocarlo verás como se mantiene quieto en su posición de equilibrio sin que tengas que hacer nada, si ahora lo comprimes necesitatás hacer fuerza constantemente para mantenerlo quieto, si lo sueltas el muelle se estirará, si lo estiras te pasa lo mismo, tienes que hacer fuerza permanentemente, si no lo haces, se comprimirá, en conclusión: el muelle solo permanece quiero en su posición de equilibrio, tienes que dejar al muelle en paz si no quieres tener que estar constantemente haciendo fuerza.
El hombre es lo mismo, tiebes que respetar su naturaleza, si le impones artificialmente leyes morales que no le son propias, porque en tu orgullo quieres que sea como un angel y no aceptas humildemente lo que realnente es, tendrás que mantener el muelle compromido constantemente, al negar la necesidad de cariño y afecto propia del hombre lo unico que haces es neurotizarlo, esto puede ser muy util para la iglesia, la iglesia solo es necesaria si existe pecado y considerar pecado algo necesario para el hombre es una infalible manera de ser siempre necesaria, sin embargo el precio es el desequilibrio que provoca. Es muy sencillo, si yo quiero dominar a alguien primero apelo a su orgullo y le digo que es igual que un angel, le convenzo que eso exige ser puro a sabiendas de que por su verdadera naturaleza no lo podrá cumplir, cuando falla le figo que solo yo puedo salvarlo y que si obedece lo que yo diho recuperará su verdadera naturaleza de angel, y ya está, ya es mio, ahora el que nunca me necesitó tiene una absoluta dependencia de mi, lo unico que tengo que hacer es alimentar su ego haciendole creer que es un angel e impedir que reconozca su verdadera naturaleza de hombre
Muchos e los sacerdotes que acabaron cometiendo abusos empezaron teatando de ceñirse a lo que la iglesia les exijía, pero poco a poco se fueron descomponiendo y acabaron convertidos en monstruos, una vez aprietas el muelle, no hay forma de soltarlo sin que se estire de golpe, si no quieres que el muelle se estire, no lo aprietes, dejalo en su posición de equilibrio
Censurado??, te sientes inseguro y no quieres debatir con varias opiniones y llegar a la verdad?, o solo quieres que los demás reafirmen tu postura para sentirte seguro?
Nada de eso José, Pascal era un buen Católico y como todo buen Católico sabe la verdad sobre el hombre. Los Católicos sabemos que no es un ser puramente espiritual como los ángeles, sino que, en palabras del Génesis, fue hecho del polvo de la tierra por las manos de Dios, pero tampoco es sólo materia, pues enseguida recibió el aliento de la vida del soplo de Dios. El hombre fue creado así por Dios a Su imagen y semejanza. Pascal también sabía sobre la caída del hombre por la desobediencia de nuestros primeros padres. A mí me parece que es usted quien está interpretando totalmente mal a Pascal. Por lo que usted escribe queda claro que desconoce o rechaza las enseñanzas de Jesucristo y Su Iglesia. Incluso parece que rechaza la existencia del pecado.
Y lamentablemente tiene también una visión que llama «realista» sobre la sexualidad humana, cuando el adjetivo más adecuado sería cobarde. Usted está seguro que el hombre no es capaz de vivir la santa pureza, y me pregunto si acaso alguna virtud cristiana, virtud vivida por Cristo en grado perfecto siendo Dios, y también seguida como fieles discípulos primero por Nuestra Santísima Madre la Virgen María y todos los santos de Dios. Le pueda parecer tal vez imposible viendo su debilidad, pero es que la castidad es un regalo de Dios a aquellos que la piden con verdadera humildad y que la desean por amor a Dios. Ojalá en verdad usted acepte la realidad del pecado, se reconozca pecador delante de Dios Santo, y acuda con humildad a Aquél que siendo inocente se entregó por ti en la Cruz. Él, en su infinito amor, no desea más que darte verdadera vida, arrancándote de la esclavitud del pecado para conducirte a Su Reino y a la vida eterna. Mira la Cruz. Quién te ama así?
No contesta a James Martin. A quien de verdad contesta es al mismísimo Francisco, que ha nombrado a James para que diga barbaridades de groso calibre bajo el manto protector francisquita.
Il Timone también se hace eco. Me imagino que Spadaro o algún otro acólito saldrá a responderle conforme a los dictados de la misericorditis que, al no condenar el pecado, deja al pecador en la miseria.http://iltimone.org/36384,News.html
Apelando un poquito a la ironía, pues parece que a Jesús se le pasó la mano pidiéndonos virtud, alguien debió indicarle la frase pascalina de que «el hombre no es ni ángel ni bestia» para hacerle entender que estaba pidiendo una necedad, su sabiduría y buen juicio según parece no se compara con la de Pascal.
El mundo y sus idioteces superándose una vez mas. (no, esto ya no es ironía).
Ya que Pascal está siendo tan citado en los comentarios de este artículo, al menos usemos la cita entera:
«El hombre no es ni ángel ni bestia, y el infortunio es que aquél que debiera actuar como ángel actúa como bestia.»
Hola Stukov, te escribo la cita completa, «El hombre no es ni ángel ni bestia, y la desgracia quiere, que quien quiere hacer el ángel haga la bestia» (Pascal, Pensamientos, 572).
Queda claro que es una crítica a los que quieren ver al hombre como un ser étereo no limitado por su cuerpo y su cerebro.
Efectivamente Pascal era católico pero también era un gran filósofo y cientifico, su fe no era repetir lo que la autoridad le diga, investigaba y pensaba por si mismo.
Por supuesto que existe el pecado, ppr ejemplo el del orgullo, que no quiere reconocer lo limitadísimo que es. Compara las advertencias de Jesús contra la riqueza y las exingecias de oureza y ahora haz lo mismo con la iglesia, ¿que observas?, que la escala de valores está totalmente tergiversada, ¿por qué?, porque el objetivo de Jesús es la salvación y el de la iglesia sobrevivir en la posición más dominante posible, para eso se necesita el apoyo de la riqueza, no se les puede condenar con la boca grande y para ser necesaria todos
tienen que sentirse en pecado ¿quien no ha deseado a una pesona hermosa alguna vez?, imposible no hacerlo a no ser que se esté enfermo, exigiendo la puteza no solo de acto, 6 mandamientosino, hasta de pensamiento «cambias lo de no desearas a la mujer del projimo»,una norma para evitar la violencia en «no cinsentirás pensamientos impuros» y ya tienes al 99% de la humanidad en pecado, tu iglesia se ha vuelto imprescindible para alcanzar la salvación, antes bastaba aceptar la redención de Jesús, y tratar de mejorar en lo posible, ahora depende de obedecer a la iglesia
Hola Rubén, Jesús dijo «sed erfectos como vuestro padre celestial es perfecto?, ¿significa que Jesús pensaba que el ser humano puede ser perfecto?, yo diría que la Biblia no debe ser entendida literalmente como sostienen algunas sectas evangélicas.
Lo de los sacerdotes que acaban perdiendo su dignidad es bien facil de entender.
Todos los humanos tienen deseos sexuales, de hecho no tenerlos es una señal de enfermedad.
El hecho de tener la dignidad sacerdotal no le desposee a uno de su humanidad. Ahora bien, un sacerdote tiene totalmente prohibido cualquier uso de la sexualidad. Solo tiene una salida, sublimar su sexualidad, rediseña su psique intercambiando el pecado de la carne por neurosis y pecados intelectuales, puesto que todos somos algo neuróticos y todos cometemos pecado no es algo muy grave, pero el problema es que no todos tienen las mismas habilidades psicológicas y algunos no son capaces y entonces ocurre lo que ocurre en una caldera que no tiene válvula de seguridad, explota, y cuando la psique explota aparecen esas noticias tan desagradables en los medios, justo lo que ya dijo Pascal: «La desgracia quiere, que quien quiere hacer el angel haga la bestia», aquí la desgracia es querer que el hombre sea lo que no es. No se puede construir un recipiente a presión sin valvula de seguridad, y no se puede exigir al ser humano que sea lo que no es a riesgo de que su psiqué explote.
Trata de vivir sin comer y pide esa gracia a Dios de todo corazón y con humildad, ¿crees que te convertirás en angel o perderás tu salud física y mental?
José, tus palabras me recuerdan aquel episodio donde satanás le presenta varias propuestas a Jesús en el desierto, incitándolo al pecado pero maquillando todo con razonamiento y lógica.
Ah, eres hombre, come si tienes hambre, saciate con la potencia de un milagro.
Ah, eres el Hijo de Dios, impresiona con una aparición espectacular a las poderosas castas del templo, desciende y rodeate de gloria y majestad.
Ah, eres el Salvador de la humanidad, yo te doy todos los reinos de la tierra y tu doctrina se esparcirá fácilmente por todo el mundo, solo dobla tu rodilla ante mi por agradecimiento.
Lo único cierto estimado José es que es que sin la ayuda de Dios, correspondida con una buena voluntad personal, poca o ninguna cosa realmente buena puede hacerse y el hombre o la mujer se hunde inexorablemente.
José, tú no estás entendiendo ni lo que dice Pascal y mucho menos lo que dice Cristo nuestro Señor. A ambos estás interpretando de acuerdo con tu propio criterio de qué es el hombre. Creo que la pregunta de fondo es: Quisieras tú ser santo? Quisieras tú vivir realmente la pureza y la castidad? Quisieras imitar a Cristo? Quisieras ser verdadero hombre? Quisieras vivir libre de pecado, una vida de virtud? Medítalo por favor, y si te atreves a decir que sí, es con Cristo nuestro Señor a quien debes acudir. Ve a un Sagrario y habla con Él, por favor.
En el libro que tengo, la cita de Pascal corresponde al número 678 (creo que es la numeración de Krailsheimer). Y en el mismo libro el número 121 deja más claro aún de qué es lo que está hablando. Existen dos grandes riesgos en confundir la naturaleza del hombre y Pascal, como buen hijo de la Iglesia, advierte de ambos equívocos. Lamentablemente hoy en día los dos errores son muy populares tanto por el surgimiento del new age y de ideologías materialistas. Te respondo mejor con una cita de Chesterton sobre el pensamiento de Santo Tomás sobre el mismo punto:
«El hombre no es como un globo, flotando libre en el cielo, tampoco como un topo, enterrándose en la tierra, sino como un árbol, con sus raíces firmemente plantadas en la tierra y sus ramas elevándose a los cielos.»
Me parece que tu error es parecido a la herejía de Lutero, que no cree en el poder de la Gracia Divina, capaz de hacer de los peores pecadores, verdaderos santos, hijos de Dios.
Que la gran mayoría de personas hoy en día viva en pecado, no convierte el pecado en algo aceptable a los ojos de Dios. Sí, yo creo lo que dice Cristo. Él nos pide ser perfectos así como el Padre es perfecto. Pues el Padre también nos decía: «sean santos como Yo soy Santo». Pero recuerda que Cristo dijo también: «Sin mí, nada pueden.» Y también: «Para Dios todo es posible». Sin Cristo no hay salvación, y Él vive y a través de Su Santa Iglesia derrama Sus Gracias con infinita abundancia y misericordia. Eso no quiere decir que todos sus miembros Le sean fieles, y peor hoy en día con la enorme crisis espiritual incluso dentro de la Iglesia hay muchos traidores públicos del Señor, basta que te des una hojeada por los artículos de esta página como sabrás. Tal vez esto te haya quitado la fe, pero nuestra Fe no descansa en los hombres sino en Cristo que es Dios. La Iglesia es de Cristo y Él, en Su infinito amor, se encargará de purificarla. A nosotros nos queda perseverar así como las vírgenes prudentes de la parábola del Novio que viene.
Los Católicos decimos con Santo Tomás:
«Credo quidquid dixit Dei Filius;
Nil hoc verbo veritátis verius.»
Creo que partimos de bases distintas, tu tienes la fe católica, crees que la biblia está inspirada y que la iglesia está instituida por Dios y es la única que puede interpretar la biblia correctamente. Lo cual es totalmente respetable, por supuesto.
Yo en cambio me baso primeramente en la razón, por tanto mi punto de partida no es una verdad «presuntamente» revelada, mi punto de partida son los hechos y trato de resolver con el uso de la razón y mi conciencia, ¿por qué?, por que se seguro que la razón y la conciencia proceden de Dios, pero ¿proceden la biblia y la iglesia de Dios?, eso ya depende de un acto de la voluntad, como creer en el Corán o cualquier otro libro «sagrado», es un acto puramente arbitrario. Sin duda alguna puedo equivocarme al hacer uso de la razón y la conciencia, la vida es una busqueda, pero prefiero buscar y equivocarme a veces, que tomar una decisión arbitraria y sostener que poseo la verdad al cien por cien, hay quien prefiere vivir en la incertidumbre y hay quien prefiere creer en algo que le de una completa seguridad aunque sea apostando arbitrariamente, depende de la psicologia de cada uno, yo prefiero no apostar y quedarme con un euro, que apostar a ver si lo gano todo.
José, ya veo, pensé que tal vez tendrías algo de fe. Por otro lado, la razón es dada al hombre por Dios y no es para enterrarla y esconderla sino para con ella también darle gloria. Y como tiene en Dios su origen pues no puede contradecir la Fe, al contrario, como siempre resaltó la Iglesia, ambas se complementan. Una aclaración, la Fe implica sí un acto de la voluntad, pero no es un acto que ignora la razón, no es para nada arbitraria como piensas. Son muchos que llegan a Dios a través de la filosofía por ejemplo, otros por la inteligibilidad del universo, o la belleza y complejidad de la leyes que gobiernan la creación. Un amigo por ejemplo decidió bautizarse en la Iglesia como consecuencia de su doctorado en historia occidental.
Como debes saber a Dios se puede llegar por el correcto uso de la razón como bien explicaron grandes filósofos, muchos de ellos no Católicos, y también santos. Claro, únicamente por la razón no puede abarcarse toda la teología, pues la Fe es superior a la razón y también debido a la caída del hombre nuestras capacidades han sido heridas con la concupiscencia. Pero sí por ejemplo puede descubrirse varios aspectos de la naturaleza divina. Si sabes inglés te recomiendo mucho dos libros bastante recientes sobre el tema. Uno es del padre jesuita Robert Spitzer, se llama New Proofs for the Existance of God y el otro es de un filósofo americano converso a la Santa Iglesia, Edward Feser, su último libro se llama Five Proofs of the Existance of God. Ambos son libros sólidos y bien documentados. De este último autor puedes leer también The Last Superstition, donde rebate con gran claridad el ateísmo.
Una cosa que me llama la atención es que tú reconoces la existencia de una naturaleza humana para basar la moral. Esto me hace pensar directamente en la ley natural defendida y enseñada por la Iglesia. Lo extraño es que en tu concepción queda un agujero enorme sobre la naturaleza misma del hombre. Pues si el hombre fuera únicamente el producto de la evolución de la materia, cuál sería el fundamento de la moral por ejemplo? Cuál naturaleza humana, la configuración de sus átomos, y de cuál individuo, de cuál época, del año 2017 o aquí en 20 mil años? El movimiento y configuración de los átomos determinaría la moral? Ante esta enorme dificultad muchos filósofos modernos acaban descartando la objetividad de la moral (por ejemplo, que la tortura de inocentes es siempre un acto inmoral no sería una afirmación verdadera) y se ven obligados a afirmar que la moral es totalmente subjetiva (claro, hasta que ellos mismos sufran alguna injusticia me imagino), o peor, que la libertad misma es una ilusión y por tanto la moral no existe. Hasta algunas basados en el ateísmo acaban renunciando a la razón, pues acaso las moléculas serían capaces de razonar? Estas conclusiones me parecen lógicas dadas las premisas, pero chocan contra la realidad que experimentamos no crees? Lo que llevaría a pensar que su propia base está equivocada. Quedaría concluir con Dostoievski que «sin Dios todo es permitido».
Te invito a que sigas explorando estas y otras preguntas pero siempre con un sincero deseo de descubrir la verdad y sin cobardías, pese a sus consecuencias. Si así haces no tengo duda que también conocerás a Él que es la Verdad y la Vida, y que fue a la cruz también por ti.