La policía abatirá a quien grite ‘Allahu Akbar’ en Venecia

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El alcalde de Venecia (Italia) ha asegurado que en su ciudad cualquiera que grite “Allahu Akbar” será abatido en el momento por las fuerzas de seguridad.

“Si tú corres en la Plaza San Marcos y gritas ‘Allahu Akbar’, haces cuatro pasos y te abatimos. Te abatimos, tenemos francotiradores y te abatimos. Hemos aumentado la defensa“, ha manifestado Luigi Brugnaro en una conferencia de prensa días después de los ataques islamistas en Barcelona y Cambrils que se han cobrado la vida de al menos 15 personas y han dejado 120 heridos.

La frase, que significa “Alá es grande”, es usada por los terroristas islamistas para invocar a su dios antes de los ataques. Brugnaro ha manifestado además que Venecia es un lugar más seguro que la Ciudad Condal. “En contraste con Barcelona, donde no estaban protegidos, nosotros mantenemos la guardia en alto”.

Asimismo, ha recordado el arresto en marzo de cuatro sospechosos yihadistas provenientes de los Balcanes que planeaban un ataque sobre el famoso Puente de Rialto y ha asegurado que ellos les enviarán con Alá “antes de que hagan algún daño”. “Dicen que quieren ir con Alá, pero nosotros los enviaremos directo con Alá antes de que hagan algún daño. Si me amenazas, yo me defiendo. En Venecia nos defendemos”, ha finalizado.

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Comentarios
12 comentarios en “La policía abatirá a quien grite ‘Allahu Akbar’ en Venecia
  1. Este alcalde tiene 100 veces mas realismo y sentido común que aquel hombre que actualmente ocupa la Sede de San Pedro y sus cada vez mas numerosos chupamedias entre obispos y cardenales.

  2. Olé por el alcalde Venecia. ¿Dónde están aquí los del «basta ya»? . Ahora no salen a la calle y todos los políticos, empezando por el PP, de maricomplejines. La gente de a pié (los que mueren o podemos morir de verdad, en los atentados) queremos alcaldes así sin panzismos pacifistas de un sólo sentido, hacia los mahometanos.

  3. Uhhh, qué poca misericorditis. Esto no le va a gustar nada al que predica misericorditis pero, por si acaso, tiene cerrado el vaticano a cal y canto y no vige el ius soli. Ya lo conocemos de sobra : puro postureo, teatro, mentira, falsedad.

  4. QUE CURIOSO como la POLI SUPREMACISTA CATALANA OYES…
    ¿ POR QUE CON LOS ASESINOS CATOLICOS DE ETA LA GUARDIA CIVIL SE TENIA QUE CORTAR LAS MANOS?

  5. ¿ NO ERA SUFICIENTEMENTE CATÓLICA LA GURADIA CIVIL ANTE UN ASESINO ETARRA SEÑORESSS?
    MIREN QUE LA VIRGEN DEL PILAR ES LA PATRONA ¿ EH?
    AUN ASI NO HABIA MANERA, COM LOS ETARRASSS A CORTARSE LAS MANOSSS
    CLARO QUE LOS DEFENDIA SETIEN ¿ NO?

  6. Este Alcalde se salta todos los principios del derecho humano y divino. Ejecución sumaria sin juicio y asesinato por parte de quien ejecute la orden. Cualquiera de nosotros, va, grita eso y lo tirotean?. Vamos justificando, con el terrorismo la liquidación de los principios. Y veo comentarios de aprobación!!! Esta web es católica, pensaba. No matarás sigue siendo un mandamiento de Dios. Odiar y desear matar a otra persona es pecado grave, como señala el catecismo. Y no estoy a favor del islam ni de la invasión de musulmanes. La lucha tiene que ser inteligente y lo de este Alcalde no se sostiene, creo.

  7. Copio del catecismo.
    2302 Recordando el precepto: “No matarás” (Mt 5, 21), nuestro Señor pide la paz del corazón y denuncia la inmoralidad de la cólera homicida y del odio:
    La ira es un deseo de venganza. “Desear la venganza para el mal de aquel a quien es preciso castigar, es ilícito”; pero es loable imponer una reparación “para la corrección de los vicios y el mantenimiento de la justicia” (Santo Tomás de Aquino, Summa theologiae, 2-2, q. 158, a. 1, ad 3). Si la ira llega hasta el deseo deliberado de matar al prójimo o de herirlo gravemente, constituye una falta grave contra la caridad; es pecado mortal. El Señor dice: “Todo aquel que se encolerice contra su hermano, será reo ante el tribunal” (Mt 5, 22).
    2303 El odio voluntario es contrario a la caridad. El odio al prójimo es pecado cuando se le desea deliberadamente un mal. El odio al prójimo es un pecado grave cuando se le desea deliberadamente un daño grave. “Pues yo os digo: Amad a vuestros enemigos y rogad por los que os persigan, para que seáis hijos de vuestro Padre celestial…” (Mt 5, 44-45).

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