El convento de los Frailes Menores Renovados está ubicado en una de las zonas más peligrosas y pobres de la ciudad de Nápoles. Los ocho religiosos de la comunidad no usan dinero, tratan de sobrevivir gracias a la generosidad de los napolitanos y ellos ayudan a su vez a los necesitados.
Cuando uno piensa en un convento, tiende a imaginarse una construcción conformada por un claustro, patios, una capilla y otros espacios. Este no es el caso de un grupo de frailes franciscanos en el sur de Italia, que ha adaptado para su uso unos vagones de tren.
El convento de los Frailes Menores Renovados, conocido como “la estación del alma”, está ubicado en el barrio de Scampia, una de las zonas más peligrosas y pobres de la ciudad de Nápoles.
Ayuda a Infovaticana a seguir informando
Unos viven a todo tren y otros en los trenes. Que sea para gloria de Dios.