Marco Tosatti es periodista, nacido en Génova y residente en la actualidad en la ciudad de Roma. Ha sido el vaticanista del Diario La Stampa desde 1981 hasta 2008. Ha escrito numerosos libros, sobre temas de religión e historia, en particular del Medio Oriente y sobre la cuestión armenia: “El Barón de Alepo” o “La verdadera historia de Mussa Dagh”. Y también “Investigación sobre el Demonio”, “Padre Pío y el Diablo”, “Santos poseídos por el demonio”, “Investigación sobre la Síndone” y otros. Con Don Gabriele Amorth ha escrito “Memorias de un exorcista”. Actualmente es titular del blog “Stilum Curiae”.
Tosatti se convirtió a la fe observando cómo rezaba San Juan Pablo II. Durante años le acompañaba en sus viajes. Viaje tras viaje y sin buscarlo, Marco se impresionó por la forma de rezar del Papa. “Me di cuenta –reconoce- que era un ser de una humanidad extraordinaria y gran inteligencia. Su trayectoria no era en absoluto clerical, pues ¡era un actor de teatro! que había desembarcado en la fe”.
Impresionado, el periodista que se resistía a creer, sucumbió ante lo que acontecía frente a sus ojos. “Cuando le observaba, me daba cuenta de que su fe era como la de un niño, muy sencilla, incluso algo candorosa. Desde entonces, me volví a la oración”.
Los lectores de InfoVaticana podrán leer desde hoy a uno de los vaticanistas más prestigiosos gracias a las traducciones de la web «Como vara de Almendro».
Tosatti escribe casi diariamente con información propia, exclusivas, análisis y entrevistas, y se une a un elenco de colaboradores de lujo: La Cigüeña de la Torre, Specola, Sandro Magister, El Olivo, D. Manuel Guerra, etc…
Puede acceder al blog Stilum Curiae en español aquí.
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Otro de mis favoritos, junto con Antonio Socci-lo Straniero, Sandro Magister-Séttimo Cielo, Riccardo Cascioli-La Nuova Bússola Quotidiana e Il Timone, Aldo María Valli-Duc in Altum y Roberto de Mattei-Corrispondenza Romana, todos ellos de gran altura intelectual, espiritual y moral y muy críticos, como no podía ser menos, con el pontificado de la confusión deliberadamente calculada y, por tanto, farisáica.
Es absolutamente conocida la posición anti Francisco de este señor. Por objetividad informativa sería importante que anunciar el blog de alguien que apoye al Santo Padre. Incontinencia verbal, obsesiones con Al y crítica desmesurada al Santo Padre ya está. Por supuesto, de seguir el criterio de San Juan Pablo II ni hablemos. Se trata sólo de criticar. ¿Es esto comunión eclesial?
Mira Ricardo, algunos de los que cito, en especial Antonio Socci y Aldo María Valli, y yo mismo, éramos entusiastas de Bergoglio por creer que aunaba buena doctrina, buen lenguaje y cercanía. Hemos quedado decepcionados por su malísima doctrina, condensada en la AL, con claras tendencias protestantes, su lenguaje ambiguo deliberadamente y su aparente cercanía, que resulta más falsa que Judas, pues no acerca a los lejanos ni por equivocación y espanta a los cercanos dedicándonos toda clase de improperios e insultos, en especial la de católicos rígidos. Esto no se había dado nunca en en la historia milenaria de la Iglesia. La obsesión por la rigidez cuando el grave problema es que nos estamos tragando todo tipo de aberraciones o es enfermiza o es demoníaca, o quizás las dos.
Mi querido Echenique prefiero equivocarme con el Santo Padre y no con una ideología religiosa. Nadie discute que la Al presenta problemas de interpretación pero si has transitado largos años como lo he hecho por causas de nulidad matrimonial nada agrega a la practica que hacía algunos obispos ante situaciones particulares con la nulidad no se podía acreditar jurídicamente la causal. Entonces, venía el juicio prudencial del moralista.
Quiero tenderte la mano pero el camino de crítica cerrada que has adoptado en nombre de una supuesta sana doctrina satanizando todo lo que hace Francisco me hace imposible acompañarte. San Juan Pablo II nos dio la pauta sobre el disenso en la Iglesia. El ataque sistemático a través de las redes sociales al Santo Padre no es el camino eclesial por mucho que se enarbole la bandera de una supuesta ortodoxia. Ojala que encontremos puntos de encuentro.
Efectivamente, la nueva y ya caduca iglesia de la misericorditis sin conversión ni doctrina ni dogmas es pura ideología ya obsoleta.
Más ideología y misericorditis antivida y proeutanasia.
Un comunicado de la Pontificia Academia para la Vida trata del drama de Charlie Gard, y de sus padres. Lo reportamos tal como lo ha dado a conocer la Radio Vaticana:
“La historia del pequeño bebé inglés Charlie Gard y de sus padres nos pega a todos nosotros por la carga de dolor y de esperanza que nos causa”. Dice así mons. Vincenzo Paglia, quien afirma su cercanía con los padres y con cuantos “lo han tratado y luchado con él”. Para ellos, y para cuantos están llamados a decidir sobre su futuro, se lee en la declaración del presidente de la Academia para la Vida, “elevamos al Señor de la vida una oración para que no se pierda nada”.
La Conferencia Episcopal Católica de Inglaterra y Gales, se lee en el documento, ha “emitido un comunicado que reconoce antes que nada, la complejidad de la situación, el dolor desgarrador de los padres, la búsqueda del bien de Charlie puesta en acción por todos los involucrados”. El texto, continúa mons. Paglia, “reitera también que no puede darse nunca lugar a algún gesto que ponga fin de manera intencional a una existencia humana, incluida la suspensión de la nutrición y de la hidratación”. Al mismo tiempo, prosigue el prelado, desafortunadamente se “reconocen también los límites de lo que puede hacerse, ciertamente dentro de un servicio al enfermo que debe continuar hasta la muerte natural”.
Retomando la Evangelium Vitae de San Juan Pablo II, mons. Paglia, subraya que“debemos cumplir con todo gesto que contribuya a su salud y al mismo tiempo reconocer los límites de la medicina”, por lo tanto, “queda evitada toda obstinación terapéutica desproporcionada o demasiado gravosa [costosa]”. Por otro lado, retoma el presidente de la Pontificia Academia, “queda escuchada y respetada en primer lugar la voluntad de los padres y, al mismo tiempo, es necesario ayudarles a reconocer la gravosa peculiaridad de su condición, por la cual, no se les puede dejar solos en la toma de decisiones así de dolorosas”.
“Cuando la alianza terapéutica entre pacientes (en este caso sus padres) y médicos se interrumpe – concluye mons. Paglia – todo se vuelve más difícil y se encuentran obligados a recorrer la causa extrema de la vía jurídica, con los riesgos de instrumentaciones ideológicas y políticas a evitarse siempre, y de clamores mediáticos a veces tristemente superficiales”.
Estas palabras, me han dejado una sensación extraña. La primera cosa que me ha venido a la mente es que de ahora en adelante sería necesario cambiar el nombre de la Academia: “Pontificia Academia para la Vida, sí, pero…”. Después me han llegado al corazón las cosas que, por parte de una Academia católica, me habría gustado escuchar.
Me habría gustado escucharle decir, y tal vez con fuerza y dolor, que de frente a la voluntad y posibilidad de los padres de intentar salvarlo, es monstruoso que la vida de un niño se decida por mayoría (¡!) en una sala de expertos en leyes.
Habría querido escucharle decir que, aunque se le quiera disfrazar, se trata de una condena de muerte. Habría querido escuchar que el aceptar como un hecho que un tribunal decida quién vive y quién muere, y cómo, es algo que hace estremecer.
Habría querido escucharle decir proféticamente que quien cree en el amor y en los milagros, la Iglesia, está al lado de los padres, incluso en una lucha sin esperanza.
Habría querido escuchar que matar la esperanza con la ley es tremendo, y abre el camino a un futuro de pequeñas, grises sentencias de muerte burocráticas.
Habría querido escuchar la angustia, y la duda, de si es justo que los tribunales y extraños dispongan de la vida, incluso contra el amor de los familiares.
Habría querido escuchar, en el triste día de la victoria de los burócratas, de los abogados y de la muerte, un grito de dolor profético. Pero evidentemente, ya se había gastado todo por los migrantes y las ONG.
Marco Tosatti
Artículo original Stilum Curiae
Para Tommaso Scandroglio, en la Nuova Bússola Quotidiana, el verdadero drama de este pontificado es ya la herejía abiertamente. La pena de muerte aplicada al niño Charlie con la bendición de la caduca iglesia de la misericorditis se llama eutanasia. Francisco, que nombró a Paglia y no lo ha destituido ni desdicho su declaración pro eutanasia, resulta corresponsable.
Charlie morirà oggi come un condannato a morte Con il pavido assenso di vescovi e alti prelati
di Tommaso Scandroglio
Saranno staccati oggi i macchinari che tengono in vita il piccolo Charlie Gard, il neonato di dieci mesi ricoverato al Great Ormond Street Hospital di Londra per una rara malattia mitocondriale. Lo hanno annunciato i suoi genitori, Chris Gard e Connie Yates, che hanno perso la battaglia legale arrivata fino alla Corte europea dei diritti umani per portare a proprie spese il bimbo negli Usa e sottoporlo a una cura sperimentale.
L’esecuzione capitale decretata dai giudici di Stato sta per essere applicata sul condannato Charlie Gard, di mesi 10, e la Chiesa nonostante ciò rimane silente. Non tutta a dire la verità. L’arcivescovo Peter Smith, della diocesi di Southwark, ha parlato, ma era meglio che rimanesse in silenzio.
In qualità di Presidente del Dipartimento per la responsabilità cristiana e per la cittadinanza della Conferenza episcopale dell’Inghilterra e del Galles, mons. Smith si è espresso sul caso Charlie in comunicato stampa del 5 maggio scorso. Il comunicato dell’arcivescovo è stato fatto proprio dalla Chiesa cattolica inglese che lo ha parzialmente pubblicato sul proprio sito mercoledì scorso, eleggendo Smith a suo portavoce, all’indomani della decisione della Corte europea dei diritti dell’uomo che ha posto una pietra tombale sul destino di Charlie. Il prelato ha affermato che “i responsabili della sua assistenza medica nel Regno Unito ritengono di aver fatto tutto il possibile per aiutarlo”. Davvero tutto? Al prelato forse sfugge che ci sarebbe ancora una cosa che potrebbero fare e che magari gli salverebbe la vita: lasciarlo andare negli Stati Uniti per sottoporsi ad un cura sperimentale. Le parole del vescovo quindi suonano come un’assoluzione collettiva per i medici del Great Ormond Street Hospital.
Mons. Smith prosegue: “È comunque comprensibile che i genitori desiderino perseguire ogni chance al fine di prolungare la sua vita, anche quando ciò non garantisse un successo e richiederebbe il trasferimento negli Stati Uniti. In questo entrambe le parti, secondo la propria prospettiva, cercano di agire con integrità e per il bene di Charlie”. Dunque l’arcivescovo ci sta dicendo che i genitori si stanno accanendo nel prolungare con ostinazione la vita di Charlie anche se non c’è più speranza – la qual cosa è falsa – e che in merito a questa vicenda non c’è una verità morale, scelte lecite e scelte da rifiutare, ma che ognuno ha ragione da vendere anche se le decisioni sono antitetiche tra loro. Bene fanno i genitori nel tentativo di salvare il piccolo – potremmo chiedere diversamente ad una madre e ad un padre? pare chiedersi il prelato – bene fanno i medici a non voler più curare Charlie. Le convergenze parallele di morettiana memoria son tornate.
L’equilibrismo di mons. Smith continua. Da una parte secondo lui le attuali cure prestate a Charlie configurano accanimento terapeutico (abbiamo spiegato giusto ieri che così non è): “Quando il trattamento medico diventa sproporzionato in riferimento ad un possibile beneficio, è comunque necessario mantenere una corretta assistenza palliativa per un malato”. Affermazione diretta ai genitori perché non si incaponiscano ulteriormente. “Non dovremmo mai agire con l’intenzione deliberata di porre fine ad una vita umana – continua il vescovo – compresa l’interruzione dell’alimentazione e dell’idratazione in modo da provocare il decesso”. Affermazione questa invece fatta all’indirizzo dei medici. La sintesi dei due pastorali consigli è la seguente: “Noi, a volte, dobbiamo riconoscere i limiti di ciò che può essere fatto, mentre occorre agire sempre con umanità al servizio del malato fino al momento della morte naturale”.
Scende in campo anche mons. Vincenzo Paglia, presidente della Pontificia Accademia per la Vita, il quale fa sue le parole del comunicato di Mons. Smith e dunque della Conferenza episcopale inglese. Pure lui insiste sul fatto che devono essere “riconosciuti anche i limiti di ciò che si può fare, certo dentro un servizio all’ammalato che deve continuare fino alla morte naturale […]. Dobbiamo compiere ogni gesto che concorra alla sua salute e insieme riconoscere i limiti della medicina” e dunque va “evitato ogni accanimento terapeutico sproporzionato o troppo gravoso”.
La parole di Paglia confermano la versione ecclesiale ufficiale: su Charlie si stanno accanendo i medici per tenerlo in vita. Nessun accenno al fatto che invece si tratti di eutanasia. Poi pare accendersi un barlume di speranza quando il presidente della Pav afferma: “Va rispettata e ascoltata anzitutto la volontà dei genitori”, barlume che si spegne subito dopo: “E, al contempo, è necessario aiutare anche loro a riconoscere la peculiarità gravosa della loro condizione, tale per cui non possono essere lasciati soli nel prendere decisioni così dolorose”. Tradotto: capiamo che voi genitori volete salvare a tutti i costi vostro figlio, ma cercate di persuadervi che è ormai tutto inutile. Infine Paglia pare dare una stoccata a chi in queste settimane ha gridato all’omicidio di Stato sui media quando accenna a “clamori mediatici talvolta tristemente superficiali”.
Un giudizio benevolo potrebbe qualificare le affermazioni dei due monsignori come pavido tentativo di non sbilanciarsi troppo: stiamo dalla parte dei genitori e dei medici dato che entrambi stanno dalla parte di Charlie. Ma un giudizio più realistico vede le cose in modo diverso. E’ impossibile che mons. Paglia, mons. Smith e dunque la Chiesa cattolica inglese, che ha sposato le parole dell’arcivescovo, non abbiano capito che non si tratta di sospendere terapie sproporzionate, bensì di eutanasia. Più verosimilmente costoro hanno ben compreso che si tratta di mettere a morte un innocente.
E perché allora non protestano, non si stracciano le vesti, non fanno partire una raccolta firme, non lanciano appelli, non indicono un periodo di penitenza e preghiere, non guidano fiaccolate – così come sta facendo il popolo di Dio in tutte le parti del mondo – ed invece sfornano comunicati stampa dalle tinte pastello? Perché, ammettiamolo, ormai nella Chiesa non ci sono solo gli impavidi, che perlomeno hanno le idee sane ma non hanno il coraggio di sostenerle, ormai pullulano coloro che si sono fatti sequestrare dal nemico non opponendo resistenza. Don Abbondio è diventato Don Rodrigo. Tanti ormai sono i sacerdoti, vescovi, cardinali e laici con alte responsabilità nel mondo ecclesiale che pensano giusto che Renzo e Lucia non debbano sposarsi (ma magari due Renzi sì) e fanno di tutto perché ciò non avvenga.
Chiamare alla Pontificia Accademia per la Vita abortisti e ricercatori favorevoli alla fecondazione artificiale e alla sperimentazioni sugli embrioni non è una svista, non è segno che si hanno le idee confuse, ma è indizio grave che si guarda con indulgenza a tali pratiche. Invitare in simposi organizzati all’interno delle mura leonine personaggi sostenitori della desertificazione del genere umano e chiedere che siano i ghost writer di documenti licenziati ad altissimo livello non indica più un mero sbandamento dottrinale che però procede nella giusta direzione, bensì un consapevole cambio di rotta. Sulla verità morale e di fede non c’è pluralismo che tenga perché l’unica voce da ascoltare è quella di Cristo. Se si pensa il contrario allora bisognerebbe suggerire alla Direzione Investigativa Antimafia di arruolare nel proprio staff Totò Riina.
Attualmente nella Chiesa ci sono tre tipologie di personaggi. Vi sono coloro che dicono senza peli sulla lingua che il re è nudo. Questi ultimi o finiscono al confino su qualche isoletta nel Pacifico o viene loro attaccato un bersaglio grande come una casa oppure vengono immersi fino al collo nella palude di una sdegnata indifferenza. Altri poi formalmente non prendono posizione, come se rimanessero afoni su vicende come quella del piccolo Charlie, ma è un silenzio eloquente, perché rappresenta un modo furbo per appoggiare le idee dei pro-choice. E’ un silenzio assenso al male. Chi tace in questi casi è complice. Infine vi sono altri che – per tornare al caso inglese – non tacciono e scambiano volutamente l’eutanasia per accanimento terapeutico. Conclusione. Il vero dramma di oggi della Chiesa non è la pedofilia, la sete di arrivismo dei preti, la mancanza di attenzione verso gli ultimi: tutte cose vere, esistenti e da combattere. Il vero dramma è l’eresia.
Echenique Iglesia Católica Apostólica y Romana sigue manteniendo todos sus dogmas. Negarlo es una falsedad que corre por tu cuenta. Los que citas son otros criticones que sólo opinan porque el Papa no hacen los que a ellos les parece la «verdad». Por lo demas, lo de Paglia está totalmente de acuerdo con las enseñanzas de la Iglesia.
Mirá no voy a ser tan imprudente luego de haber ejercido la profesión y la cátedra de dictaminar en un caso sin tener todos los elementos de juicio.
Etchenique juzgas sin tener todos los elementos de juicio lo que pone de manifiesto tu imprudencia. En cuanto al Opus no tengo relación, por lo demás, es una institución que carece por completo mis simpatías. De modo que deja el vino que te hace pronunciar juicios apresurados. En cuanto a los campanazos de Escriba los lei cuando estan en Opus libros. La iglesia cambio pero a el no le gustó de modo que explotó.
Lo de la deriva protestante no pasa de un delirio. En cuanto a la persona que nombras solo es un anti Francisco declarado con demasiada pasión y pocos argumentos.
Todavia Echenique espero tu disculpa por tratar a los obispos africanos como «negritos». Tu racismo te delata, te define. Tambien espero que reflexiones sobre la palabras de San Juan Pablo II.
Te pregunto Echenique ¿Tu eres un ex – Opus?
No insistas con una frivolidad; se ve que solo te formas tus opiniones con diarios y no con casos que ves y tocas. Ni el mejor médico te daría una opinión sobre un caso con los datos periodísticos que hay. Hay que ver al paciente lo otro es opinología pura
Contesta mi pregunta ¿Eres un ex-opus?
Insistes con citas de citas. ¿Acaso no has aprendido nada en los 41 años que citas? A ver echenique defiendo la vida desde la concepción hasta su muerte natural lo que excluye la pena de muerte. Para juzgar si trata de un caso en los que la doctrina de la Iglesia permite abandonar los cuidados médicos te lo diría como también me opondría si no se dan las circunstancias que el Magisterio señala. Eso no es evadir la respuesta es una simple medida de prudencia que en tu incontinencia antifrancisco resulta imposible de entender.
Echenique estudia el acto moral por favor y veras que las reglas deben aplicarse teniendo en cuenta todas las circunstancias del sujeto y del caso. Claro para vos robar es siempre y en todos los casos pecado en forma objetiva. Venga echeniquito a estudiar el acto moral… que lo que tu dices es física de las acciones humanas