El prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe responde a quienes afirman que el Papa ha cambiado los cimientos de la moralidad de la Iglesia y defiende que la verdadera intención de Amoris Laetitia fue «poner en el centro el mensaje bíblico total y completo sobre el matrimonio como un sacramento y una forma de vida».
El cardenal Gerhard Müller, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, ha respondido a quienes afirman que el Papa ha cambiado los cimientos de la moralidad de la Iglesia y que ha revitalizado el sacramento del matrimonio: «Eso no es algo que el Papa haría ni que pueda hacer».
En una entrevista concedida a Aleteia, el cardenal Müller aborda el debate dentro de la Iglesia tras la publicación de Amoris Laetitia. «Queremos que todo el mundo recorra el camino de los seguidores de Cristo y deseamos ser una ayuda para que esto se entienda y se ponga en práctica. En este sentido, todo debate o intercambio de opiniones es bueno. Sin embargo, tiene un aspecto negativo. Concretamente, el debate se reduce a una única cuestión, mientras que otros temas planteados, cruciales y vitales, se barren hacia un lado», reflexiona.
El prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe señala que la verdadera intención de la exhortación apostólica Amoris Laetitia fue «poner en el centro el mensaje bíblico total y completo sobre el matrimonio como un sacramento y una forma de vida». Además, apuntaba a tomar en consideración a aquellos que han fracasado o se han encontrado con dificultades.
Sobre la cuestión de si los divorciados que viven en uniones no sacramentales pueden recibir la Comunión, Müller indica que sólo se puede abordar desde la perspectiva de la totalidad de la doctrina de la Iglesia. «El Papa no ha cambiado, ni cambiará, ni puede cambiar la Revelación», declara.
El purpurado también ha hecho referencia en esta entrevista a las supuestas apariciones acaecidas en Medjugorje, subrayando que «son revelaciones privadas que no están excluidas por principio, pero no tienen el estatus ni la relevancia de la verdadera Revelación de Dios como verdad y salvación».
«Jesucristo viene a nosotros en la vida de la Iglesia, está presente en los sacramentos y por eso los fieles no deberían depositar excesivas esperanzas en las posibles explicaciones de la Iglesia sobre revelaciones privadas», ha asegurado Müller, añadiendo que la verdad de la Revelación «no depende de los últimos fenómenos y visiones».
Según explica, el Papa, como supremo pontífice, es quien toma las decisiones sobre la credibilidad de estos fenómenos y la Congregación para la Doctrina de la Fe sólo emite una recomendación. «No es apropiado, en mi opinión, ofrecer la impresión de que la comisión o la Congregación hayan alcanzado una conclusión definitiva. Es algo que aún está por ver», ha señalado.
En relación con las iniciativas pastorales en Medjugorje, Müller afirma que es «justo y conveniente» que las personas puedan disfrutar de los sacramentos y reflexionar sobre sus caminos vitales a la luz de la fe. «Por otro lado, esta experiencia no dice nada sobre las supuestas apariciones y mensajes», indica el prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe.
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