Para que estos ataques no continúen quedando impunes una y otra vez es necesario que los católicos se unan para defender su derecho a que sus creencias sean respetadas.
Un grupo de feministas radicales ha paseado por las calles de Madrid la imagen de una vagina adornada como si se tratase de una Virgen. Con el rostro tapado y simulando participar en una procesión, han hecho escarnio de los símbolos católicos y los sentimientos religiosos durante la manifestación del 8 de Marzo en la madrileña Plaza de Cibeles.
En apenas dos semanas, los católicos han sido blanco de las burlas y ataques de quienes no temen que sus actos tengan repercusiones legales. Tras la blasfema actuación ganadora del Carnaval de Las Palmas, ahora las feministas radicales ridiculizan la figura de la Virgen María y las tradiciones católicas.
Los actos de cristianofobia en España no pueden seguir saliendo gratis a quienes ofenden los sentimientos religiosos de la mayoría de los ciudadanos. Para que estos ataques no continúen quedando impunes una y otra vez es necesario que los católicos se unan para defender su derecho a que sus creencias sean respetadas.
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Gentuza de la peor calaña. ya está bien, sinvergüenzas
Quieren respeto, que respeten!
Hay que parar estos actos ya, no puede ser que esto sea gratuito, exijo respeto a mis creencias.
Que se puede esperar de semejante fauna!!!
Piden respeto den respeto
Es la hora de los enanos y la hora de los cobardes, y sobre todo de los rencorosos recalcitrantes…..y amargados!
es la hora es la hora…
Firmado
No nos llevemos sorpresas, a estas no las tocarán, aunque lo que hacen sea tan descarado.
A los del autobús de «hazte oír», siendo menos escandaloso y provocativo, le prohiben circular.
Si ya sabemos lo que hay.
» No sin mi Madre»
Repentino, tus razonamientos, de lógica, no tienen nada. Las minorías se respetan, lo que no hacen éstas, amparadas por grupos políticos para ir contra las leyes, es respetar y pretenden imponerse a las mayorías. Esto no puede ser, ni en democratismo ni en ninguna otra forma de gobierno, porque se quiere imponer un pensamiento retorcido, débil e ideologizado, como el que usas en algunos de tus comentarios, a la sana razón y convivencia. Y nadie empezó, ahora empiezan personas incapaces y minoritarias, a querer usar el marxismo pasado, el de principios del siglo XX.
Exijo que respeten mis creencias religiosas
Obsérvese que el color que portan los supuestos costaleros de esta falsa y blasfema procesión es por una parte el color púrpura que emplea la Iglesia, pero también «casualmente» el color empleado en el partido «Podemos». ¡Claro que la causalidad no existe!
Los «datos ocultos» que el feminismo no quiere que sepas:
https://certezasincomodas.blogspot.com.es/2017/03/los-datos-ocultos-que-el-feminismo-no.HTML
«…(hay) en España un feminismo radical que en lo tocante a la violencia contra las mujeres está dispuesto a demostrar que los varones españoles, sólo por serlo, son maltratadores y asesinos en potencia»
Queréis respeto, respetad !!!! Estamos en Democracia !!!!!
QUE SO UNAS DEGRACIADAS Y DEGRACIADOS
Yo ví como montaban este «artefacto» en la Puerta del Sol a las 18:15, junto a las mujeres acampadas allí; coreaban los tristemente típicos «Arderéis como en el 36», «Vamos a quemar la Conferencia Episcopal», oraciones blasfemas… Todo esto delante de la sede de la Comunidad de Madrid, sin que nadie moviera un dedo. Yo lo hice, les llamé la atención sobre el hecho de que estaban ofendiendo gravemente a los católicos, y pregunté, afeando su cobardía, porque no se atrevían a hacer lo mismo con el Islam, sólo me acompañaron en la protesta otras dos personas, el resto de «espectadores» callaron… otorgaron.
La única respuesta o argumento que obtuve fue la violencia y el insulto (sin mucha imaginación, ni respeto al diccionario la verdad). Recibí empujones y amenazas de «partirme las piernas», «romperme las gafas» e incluso «te vamos a matar»; eso sí, en cuanto me acerqué a un policía municipal, el «valiente» que me amenazó de muerte se dio a la fuga.
La actitud de la policía también es reseñable:
– Cuando pedí denunciar a quien me había amenazado de muerte, lo único que me preguntaron fue… que “qué había hecho yo para que me amenazaran».
– Cuando delante de ellos coreaban «Arderéis como en el 36» y pregunté si eso no era un delito de odio, me desanimaron a poner la denuncia poniendo trabas, que no estaba claro, que lo tenía que dictaminar un juez…
– Eran las 18:30 y la «procesionaria» esperpéntica continuaba camino por la calle de Alcalá, sin más oposición ni resistencia que mis protestas, y vanos intentos de obtener un argumento, una razón, algo que no fuera un insulto o grito histérico; la hora es relevante, porque también le pregunté a la policía municipal si aquello era una manifestación autorizada, respondiéndome que sí, que de 19:00 a 21:00, «es que son las 18:30 oiga» dije y la respuesta fue, «lo que hagan hasta llegar a la manifestación no es asunto nuestro»…
Sigo rezando por las almas de estas «procesionarias», porque, evidentemente, no sabían lo que hacían.
Rezar el Santo Rosario y hacer penitencia por los pecadores, es lo que nos pide la Santísima Virgen María bajo la advocación de «Virgen de Fátima». Cien años después de su aparición en Fátima, Portugal, nos sigue pidiendo lo mismo. Recemos el Santo Rosario mientras estemos con vida en esta tierra, esperando nuestra resurrección.
Rezar el Santo Rosario y hacer penitencia por los pecadores, es lo que nos pide la Santísima Virgen María bajo la advocación de «Virgen de Fátima». Cien años después de su aparición en Fátima, Portugal, nos sigue pidiendo lo mismo. Recemos el Santo Rosario mientras estemos con vida en esta tierra, esperando nuestra resurrección.
Los católicos tienen derecho a mantener sus creencias pero que éstas se respeten no es un derecho. Quienes encuentran estas creencias ofensivas, ridículas o dañinas tiene el derecho de criticarlas y expresarse aunque desde luego, los católicos tienen el derecho de réplica. Pero intentar acallarlos por vía judicial no solo es atentatorio contra el derecho de libre expresión que los católicos ejercen sino también es contraproducente. Aprendamos a tolerar la crítica. Si los católicos tienen la razón de su lado, será evidente mediante la argumentación, no mediante el litigio. Ejerzan la autocrítica, la tolerancia y el uso del discurso en lugar de la fuerza (judicial en este caso).
En España hay la obligación de respetar a todo el mundo menos a los cristianos. Ya está bien!!!