El Obispado de Astorga pide perdón ante la noticia de un caso de abusos sexuales a menores

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«La Iglesia diocesana lamenta profundamente estos hechos tan deplorables, moralmente inaceptables y reprobables, que han repercutido de manera negativa en la imagen de la Iglesia», se señala en un comunicado. 

El Obispado de Astorga ha emitido un comunicado «ante la noticia aparecida en los medios de comunicación relativa a un caso de abusos sexuales con menores por parte del sacerdote D. José Manuel Ramos».

En el comunicado, el Obispado manifiesta que cuando el entonces obispo tuvo conocimiento de los hechos siguió el protocolo establecido para estos casos y que, como conclusión del proceso administrativo penal en la diócesis, se impuso al sacerdote la pena pertinente que este «aceptó con espíritu de humildad y arrepentimiento».

El sacerdote, tras conocer la resolución adoptada, pidió la jubilación de todos sus cargos, petición que fue aceptada por el obispo en agosto de 2016.

«La Iglesia diocesana lamenta profundamente estos hechos tan deplorables, moralmente inaceptables y reprobables, que han repercutido de manera negativa en la imagen de la Iglesia», se señala en el comunicado, en el que también se reitera la petición de perdón por el daño causado a la víctima y a la sociedad.

En una carta enviada a la persona que denunció los abusos publicada por La Opinión-El Correo de Zamora, el obispo de Astorga, Juan Antonio Menéndez, manifiesta el profundo dolor de la Iglesia y el suyo propio «por hechos tan deplorables que han causado tanto sufrimiento a usted y a otros alumnos» del seminario menor de la Bañeza durante el curso 1988-89.

Según se señala en la misiva, con decreto del 6 de mayo de 2016, el obispo de Astorga ordenó que se ejecutaran una serie de medidas que fueron ratificadas por la Congregación para la Doctrina de la Fe, entre las que se incluyen la privación del oficio de párroco durante un periodo no inferior a un año con seguimiento tutelado por otro sacerdote, la realización de Ejercicios Espirituales de un mes y el desarrollo de labores asistenciales en favor de los sacerdotes ancianos e impedidos. 

El denunciante escribió una carta al Papa Francisco en noviembre de 2014, según ha publicado el diario La Opinión-El Correo de Zamora, que ha recogido el testimonio de la víctima.