«Companys era un gran aficionado al espiritismo y se confesó antes de morir»

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Es una de las revelaciones que hace Javier Barraycoa en el libro «Los (des)controlados de Companys».

El Lluís Companys: ¿mártir o verdugo? Esta pregunta enmarca a la perfección su controvertida figura. Del President màrtir se quiere crear un mito, y más en estos momentos en que el nacionalismo necesita de leyendas para construir su metarrelato victimista. Este hecho contrasta con innumerables documentos de la época, de buena parte del catalanismo y del republicanismo, que lo repudiaban por considerarlo uno de los culpables de la pérdida de la Guerra Civil y del hundimiento del catalanismo.

El pacto de Companys con los anarquistas de la CNT-FAI

Una de las causas de esta repulsa fue, nada más iniciarse la contienda, su pacto con el anarquismo. En pocos meses, bajo su mandato se cometió el denominado “genocidio catalán”. Miles de hombres y mujeres fueron asesinados de la forma más bárbara por comités de milicias integrados no sólo por anarquistas sino también por miembros de Esquerra Republicana de Catalunya y otras formaciones políticas.

Asesinato de más de 9.000 catalanes y la responsabilidad de Companys

La mitología nacionalista ha querido presentar estos hechos como una fase de descontrol revolucionario en el cual Companys no tendría ninguna responsabilidad. Por el contrario, la tesis que este texto pretende demostrar es que sí fue responsable, que coadyuvó en el asesinato de casi 9.000 catalanes y que en ningún momento el terror que se implantó en Cataluña fue casual. Antes bien, el “desorden” fue “muy ordenado”.

 

La lógica del terror revolucionario y un homenaje a las víctimas

Este libro es un esfuerzo por redescubrir la complicada personalidad de Companys, su responsabilidad en el genocidio catalán y cómo se aplicó la lógica del terror revolucionario entre julio de 1936 y mayo de 1937. Pero también quiere ser un homenaje a los miles de víctimas y sus familiares, que sufrieron lo indecible. Ahora la mitificación de Companys exige que los asesinados lo sean de nuevo, esta vez por un interesado y despreciable olvido.

De las casi 400 páginas que contiene este libro destacamos algunos episodios llamativos:

¿Sabía que sólo en la Barcelona de la Guerra civil hubo casi 50 centros de detención y tortura?

¿Sabía que ERC tenía su propio centro de torturas y muchos de sus prisioneros fueron echados a los hornos de la cementera de Montcada y Reixach?

¿Sabía que bajo el mandato de Companys se aplicaron en Cataluña todo tipo de torturas y que en alguna checa para hacer desaparecer los cadáveres se echaban a los cerdos?

¿Sabía que era habitual que a muchos sacerdotes asesinados les cortaban los testículos y se los introducían en la boca, amén de amputarles otros miembros o quemarles incluso vivos?

¿Sabía que sólo en Barcelona de 500 templos y conventos, apenas quedaron intactos diez?

¿Sabía que Companys firmó cientos de sentencias de muerte incluso de mujeres embarazadas?

Sabía que Companys era una aficionado al espiritismo y que lo practicaba con catalanistas y comunistas, para gran escándalo de conocidos?

¿Sabía que la inmensa mayoría de catalanistas consideraban a Companys como poco catalanista y sospechoso de oportunista político?

¿Sabía que Companys antes de ser fusilado en el castillo de Montjuic se confesó por el rito católico y que el ir descalzo a la muerte es un mero mito?

¿Sabía que entregó a los anarquistas, para que lo matarán, a su amigo Rebertés, que era el que le conseguía sus “mujeres de compañía”?

¿Sabía que los “descontrolados” anarquistas recibieron armas e incluso Companys se fotografió repartiéndoles armas?

¿Sabía que los milicianos recibieron órdenes de asesinar por las calles de Barcelona debido al hedor que sufrían cientos de cadáveres acumulados en el Hospital Clínico de Barcelona?

¿Sabía que Companys dio un golpe de Estado arrebatando al Parlamento catalán todas sus atribuciones?

¿Sabía que Companys abandonó a su suerte al presidente del Parlamento Catalán, al Presidente del Tribunal de Casación y consejeros que debieron huir a Francia para no ser asesinados por los anarquistas?

¿Sabía que en la diócesis de Tortosa fue asesinado el 69% del clero?

¿Sabía que los aparentemente descontrolados anarquistas estaban perfectamente organizados y sólo en Barcelona hubo un millar y medio de ellos que serraron el terror, mientras cobraban regularmente un sueldo?

¿Sabía que en la Cataluña de Companys existieron seis campos de concentración con numerosos campos accesorios donde malvivieron miles de prisioneros?

¿Sabía que durante el mandato de Companys, durante la Guerra, se asesinaron en Cataluña más 9.000 catalanes sin siquiera un juicio?

¿Sabía que el terror era un instrumento perfectamente ejecutado con fines revolucionarios?

¿Sabía que existían patrullas de milicianos que recorrían toda Cataluña ejecutando a los que aparecían en las listas que les pasaban los comités?

¿Sabía que en los barcos prisión en el puerto de Barcelona se mezclaba arsénico con la escasa comida para provocar un debilitamiento generalizado de los presos?

¿Sabía que la hermana de Dalí fue encarcelada y violada por los milicianos?

¿Sabía que Companys firmó innumerables decretos de depuración de funcionarios, médicos, militares y que los anarquistas intentaron acabar con la elite intelectual de Cataluña?

¿Sabe que aparte del asesinato de sacerdotes y religiosos, los periodistas fueron un objetivo principal de los anarquistas; y que todos los periódicos fueron incautados?

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Comentarios
4 comentarios en “«Companys era un gran aficionado al espiritismo y se confesó antes de morir»
  1. A mí, con todos los respetos, lo de se confesó antes de morir, como que se me hace falso; me suena a confesión interesada, algo así como, por si existes te pido perdon y me regalas el cielo aunque mi vida haya sido desastrosa.

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