Los asaltantes destrozaron imágenes de vírgenes y santos y se llevaron algunas formas consagradas de la parroquia de Santa María de la Asunción. El sacerdote Eusebio López transmite a InfoVaticana su dolor por lo ocurrido.
Los ataques a los cristianos continúan aumentando en nuestro país. La última prueba de ello es lo ocurrido en la parroquia de Santa María de la Asunción de Ocaña, Toledo.
En la madrugada del pasado domingo 16 de octubre, un grupo de personas irrumpió en la parroquia de Ocaña. Los asaltantes se llevaron algunas formas consagradas y también arrojaron varias por el suelo, destrozaron además varias imágenes de vírgenes y santos y robaron algunos elementos de portaban las esculturas.
Los individuos pudieron acceder al templo tras retirar una reja y romper la ventana de la iglesia, situada en la parte lateral del edificio. Desde la parroquia se ha informado que los asaltantes profanaron el sagrario y “dos viriles con Sagradas Formas y un copón que estaba con formas en el Sagrario han desaparecido”.
‘Estoy muerto’
El párroco de la iglesia de Santa María de la Asunción, Eusebio López, ha contado en declaraciones a InfoVaticana que lo ocurrido en su parroquia -donde lleva 23 años-, le ha «hundido».
«Estoy muerto. El lunes estaba muy acelerado tratando de atender a la Guardia Civil. Ahora estoy más sereno, pero fui de la iglesia hasta mi casa llorando, estoy hundido y cansado, voy arrastrando los pies», cuenta todavía afectado Don Eusebio.
El sacerdote toledano cuenta a InfoVaticana que lo más probable es que las personas entraran con el objetivo de robar para «conseguir dinero rápido» y que la profanación de las formas consagradas «ha sido un daño colateral».
«No tengo sospechas de personas, pero si de patrones de gente, personas que necesitan dinero fácil. Es el prototipo de drogadicto, aunque no todos son así. No era un gran experto en robos», señala Eusebio.
El párroco explica que no hay indicios de que la profanación se haya realizado con «fines demoníacos», ya que, según el sacerdote, «las personas han ido a robar y se han encontrado con el Copón lleno de formas, y las han tirado. Las que se han llevado estaban dentro del viril y quizá no se han entretenido en sacarlas».
‘Una falta de respeto a la verdad‘
Algunos medios han publicado las declaraciones del arzobispo de Toledo, quien aseguró que temía «que el robo sacrílego sea destinado a misas negras». Sin embargo, el párroco de Ocaña ha defendido que se trata «de una falta de respeto a la verdad » y «una manipulación».
Según ha explicado Eusebio a este medio, «el arzobispo no tenía detalles de lo ocurrido y se vio obligado a responder de manera rápida y forzada ante las preguntas de los periodistas».
Asimismo, el sacerdote ha señalado que la parroquia ha sufrido ya 16 robos, pero ninguno como el ocurrido el pasado lunes. Por último, recuerda que celebrará una misa de desagravio el viernes a las 20:00 de la tarde.