En una entrevista al diario La Croix, el Santo Padre ha abogado por un Estado laico y ha denunciado las intervenciones occidentales en país como Irak o Libia.
El origen del actual terrorismo islámico se puede encontrar en la intervención occidental en países como Irak o Libia y en la forma de exportar el modelo de democracia occidental. Así de contundente se ha mostrado el Papa Francisco en una entrevista concedida al diario francés La Croix.
«Ante el terrorismo islámico actual conviene preguntarse por la manera en que se ha exportado un modelo de democracia occidental a países donde existía un poder fuerte, como Iraq. O Libia, con una estructura tribal. No se puede avanzar sin tener en cuenta esas culturas. Como decía un libio hace algún tiempo: ‘Antes teníamos un Gadafi, ahora tenemos 50”«, ha señalado el Papa.
En la entrevista, el Santo Padre ha mostrado su preocupación por la utilización de las raíces cristianas de Europa en un «tono que puede ser triunfalista o vengativo». «Estas se convierten entonces en colonialismo», ha criticado el líder de la Iglesia católica, quien ha pedido que las raíces cristianas de Europa sean consideradas como una obligación de servir al otro.
Respecto a la relación entre islam y yihad, el Papa ha reconocido que «la idea de la conquista pertenece al espíritu del Islam», pero también ha señalado que el final del Evangelio de San Mateo, cuando Cristo envía a sus discípulos a todas las naciones, también puede ser interpretado en este sentido.
‘Los estados confesionales terminan mal’
Asimismo, el Papa Francisco ha defendido que «un Estado debe ser laico» ya que la historia demuestra que «los estados confesionales terminan mal». El Santo Padre ha abogado por una laicidad que esté acompañada «por una ley fuerte que garantice la libertad religiosa» para evitar el laicismo, herencia de la Ilustración, que impera en algunos países.
«Si una mujer musulmana quiere llevar el hiyab, debe ser capaz de hacerlo. Del mismo modo, si un católico quiere llevar una cruz», ha afirmado el pontífice, al tiempo que ha señalado que «todo el mundo debería tener la libertad para exteriorizar su propia fe» porque la trascendencia es un derecho de todas las personas.
‘No podemos abrir las puertas de manera irracional’
A la pregunta de si Europa puede acoger a tantos refugiados como llegan a las puertas del viejo continente, Francisco ha reconocido que «no podemos abrir las puertas de manera irracional» pero ha pedido que se profundice en los motivos que originan las migraciones.
El pontífice ha denunciado que, en muchas ocasiones, en lugar de integrar a los inmigrantes se crean «guetos». «En Bruselas, los terroristas eran belgas, hijos de inmigrantes, pero vivían en un gueto», ha puesto como ejemplo de la falta de integración en Europa. Integración que Francisco considera necesaria por el problema de la baja tasa de natalidad y que tiene manifestaciones como la elección de un alcalde musulmán en Londres.
Entre las principales causas de la crisis migratoria, el Santo Padre ha señalado las guerras en Oriente Medio y África, el subdesarrollo del continente africano y el tráfico de armas.
‘Un mercado totalmente libre no funciona’
Asimismo, el Papa ha denunciado «la idolatría del dinero» que provoca que más del 80% de la riqueza de la humanidad esté en manos de alrededor del 16% de la población. «Un mercado totalmente libre no funciona», ha asegurado.
«El mercado en sí es una cosa buena pero hace falta un punto de apoyo, un Estado para controlarlo y equilibrarlo. Es lo que se llama economía social de mercado”, ha recordado el Santo Padre.
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Gracias, Bergoglio, por derruir los cimientos de la iglesia carca repugnante que impide el advenimiento de la neoiglesia por las que suspiramos desde las periferias mandileras.
Dios mío, este Francisco no tiene ni idea de lo que esta hablando. todo el hilo conductor de su reflexión es erróneo de raíz. Francisco el destructor.
El estado debe regular lo menos posible y democraticamente el mercado no controlarlo. Este es mas socialpopulista que peron. Lo suyo no es la teologia, ni la doctrina de la Iglesia, sino el populismo católico. Que Dios nos pille confesados.
Todas sus afirmaciones son erróneas de raíz. Y eso de equiparar el id y predicar con la yihad…. Todo esto es destructivo. Espero que esta vez no me quiten el comentario. Por decir que todo esto que decir es destructivo.
La Cátedra de Pedro debería estar para enseñar. Enseñar y dar luz. En lugar de eso, tenemos a un sujeto que se dedica a filosofar a nivel de barra de bar. Si, por lo menos, no se prodigase tanto, nuestro sufrimiento sería más llevadero. El hartazgo que produce es directamente proporcional al sinnúmero de sandeces, lugares comunes, y herejías que excreta este hombre. Cada vez se le nota más el mandil y la escuadra, ya que esconde el Crucifijo.
Copio el final del Evangelio según San Mateo, según la página del Vaticano, en la versión en lengua española (que es «argentina»):
«18 Acercándose, Jesús les dijo: «Yo he recibido todo poder en el cielo y en la tierra.
19 Vayan, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
20 y enseñándoles a cumplir todo lo que yo les he mandado. Y yo estaré siempre con ustedes hasta el fin del mundo».
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SIN EMBARGO la versión oficial latina dice:
«18 Et accedens Iesus locutus est eis dicens: “Data est mihi omnis potestas in caelo et in terra.
19 Euntes ergo docete omnes gentes, baptizantes eos in nomine Patris et Filii et Spiritus Sancti,
20 docentes eos servare omnia, quaecumque mandavi vobis. Et ecce ego vobiscum sum omnibus diebus usque ad consummationem saeculi ”.
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ESTO PUEDE EXPLICAR cierta confusión porque «docete omnes gentes» significa «enseñad a todas las gentes o a todos los pueblos», de «doceo» que significa enseñar o instruir. Sin embargo, la versión -un tanto libre- argentina «hagan que todos los pueblos sean mis discípulos», si podría interpretarse como «obliguen» a que todos los pueblos sean mis discípulos. Nada más lejos del texto evangélico, como puede verse fácilmente si se consulta el original.
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Con la versión de «La Croix» ¿dónde quedarían todos los misioneros jesuítas?
Es contrario a la Doctrina de la Iglesia desde Constantino hasta acá, incluido el Concilio Vaticano II y la «Dignitatis Humanae».
Todos los hombres y todas las sociedades tienen la obligación de dar culto al único y verdadero Dios con el culto que Él mismo ha establecido. Y proteger y favorecer la misión de la Iglesia fundada por Cristo.
Antes de los años 50 había una gran cantidad de estados confesionales, todos mayoritariamente católicos y protectores de la Fe y el cristianismo.
Después empezó el laicismo. Consecuencia: lanzar al ostracismo a la Iglesia, ateísmo agresivo, homosexualismo, aborto, drogas… Plena espalda a Cristo.
Solo hay dos opciones: la de Cristo, donde Cristo reina, donde todo se somete a Cristo; y la del anticristo, donde Cristo no reina, donde todo se somete a una ideología/dictadura sin Cristo.
Comparar la Cruz a la hiyab es muy acertado….
Menuda diferencia en todos los sentidos de la España y Europa confesionales de antaño , a las mismas actuales sin fe ni sacerdotes siendo laicas retrogradas e inmorales , que reniegan de Cristo promoviendo el laicismo y abrazando falsas religiones . Vamos muy mal sin enseñar el Camino , la Luz , la Verdad y la Vida que sólo es Cristo .
En tiempos de Jesús , aunque los judíos estaban bajo el yugo romano , el «estado judío» era super-religioso , sin embargo Nuestro Señor nunca enseñó que el estado debiera ser laico sino que adorásemos a Dios en espíritu y verdad , y no vale decir que aquellos eran otros tiempos porque las Palabras de Jesús nunca pasarán .
«Tú lo has dicho: Yo soy Rey y para esto he venido al mundo. Para dar testimonio de la Verdad»
Papa Francisco desconoce el reinado social de Cristo. Todas las religiones tienen el mismo valor, por tanto, pregunto: ¿de qué ha valido y vale en nuestros días, tanta sangre derramada por no ceder al error y a la mentira?
Dan ganas de llorar al pensar en tantos mártires que murieron en la creencia de que la Iglesia Católica era la única verdadera, y que Cristo era su Único Señor.
Empezando por los apóstoles y llegando hasta nuestros días, la sangre de los cristianos sigue gritando: ¡Viva Cristo Rey!
Francisco en lugar de haber elegido la vida eclesiástica debiera de haber hecho carrera política, en lugar de el Santo Padre parece más bien un funcionaro de la ONU que tenga cuidado Nanki Moon que le quita el puesto.
El Papa Leon XIII, en Immortale Dei: «Los hombres no están menos sujetos al poder de Dios unidos en sociedad que cada uno de por sí; ni está la sociedad menos obligada que los particulares a dar gracias al Supremo Hacedor, a quien ella debe -y ha de reconocerlo- la existencia, la conservación, y todo aquel gran número de bienes que tiene en su seno. Por esta razón, así como no es lícito descuidar los propios deberes para con Dios, el primero de los cuales es profesar de palabra y de obra, no la religión que a cada uno acomode, sino la que Dios manda, y consta por argumentos ciertos e irrecusables ser la única verdadera, de la misma suerte no pueden las sociedades políticas obrar en conciencia, como si Dios no existiese; ni volver la espalda a la religión, como si les fuese extraña; ni mirarla con esquivez ni desdén, como inútil y embarazosa; ni, en fin, adoptar indiferentemente una religión cualquiera entre tantas otras; antes bien, y por lo contrario, tiene el Estado político la obligación de admitir enteramente, y profesar abiertamente aquella ley y prácticas de culto divino que el mismo Dios ha demostrado querer.»
La Iglesia va a terminar mal con este papado.
¡Qué nivel Maribel, qué nivel!, yo creo que la insigne comentarista en esta página autodenominada Pitusa, sector Belén Esteban, tiene más altura intelectual. Grandes han sido nuestros pecados cuando Cristo nos manda este castigo. Señor ten piedad.
De ser ciertas este entrevista Francisco no sería Catolico
LA Ciudad del Vaticano es un estado. ¿Es laico o confesional?
Si es laico, que me lo confirmen, por favor, para quitarlo de mi lista de viajes pendientes.
Comparar la «guerra santa» musulmana con el mandato de Jesús al final del Evangelio de San Mateo es ya demasiado para mí. No puedo más.