‘Amanecer en Huancavelica, una experiencia pastoral en Perú’

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‘De todo ello aprendí a valorar los dones que Dios nos da en esta vida’, son las palabras Alfredo Pérez Bustillo, el sacerdote y autor de este libro en el que cuenta su experiencia pastoral en Huancavelica, Perú. Sacerdote diocesano de Burgos, Alfredo Pérez Bustillo nació en Amaya, el 6 de agosto de 1960. Tras ser ordenado sacerdote en 1984, decidió trasladarse a Perú, donde pasó 14 años en la diócesis de Huancavelica. ‘Amanecer en Huancavelica’ es un relato sobre su experiencia pastoral en la misión de Perú, donde tuvo que enfrentarse a las dificultades que suponía evangelizar a sus habitantes y vivir bajo unas condiciones muy duras. En una entrevista concedida a INFOVATICANA,  Alfredo da testimonio de cómo, por muy duras que sean las condiciones de trabajo, la Gracia de Dios siempre se hace paso. ¿Qué es lo que le llevo a dejar Burgos y trasladarse a Perú? Vistos los hechos en la lejanía del tiempo, tengo más elementos de juicio para entender que Dios se sirvió de la confluencia de varios factores para llevarme a Perú. Por tanto, veo hoy muy claro que Dios me llevó. Los factores de los que se sirvió: la ilusión que desde el seminario nació en mí por servir a la Iglesia donde más lo pudiera necesitar; Burgos es una diócesis eminentemente misionera y el ejemplo de tantos que nos han precedido, despertó en mí la vocación misionera; el nombramiento que me dieron en Burgos recién ordenado no satisfacía mis espectativas, pues debía atender 6 pueblitos muy despoblados y me dije: «¿Qué hago aquí?»; y lo definitivo fue el encuentro que tuve en Burgos siendo todavía seminarista con el entonces obispo de Huancavelica, D. Demetrio Molloy, que me entusiasmó. ¿Cuál es el mejor recuerdo que conserva de sus años en Huancavelica? Uno de los recuerdos más vivos sigue siendo la convivencia con los demás sacerdotes, pues me ayudó, como sacerdote joven, a saber aterrizar las ilusiones sacerdotales. De ellos aprendí muchas virtudes sacerdortales que aún  hoy me sirven y me ilusionan. Digamos que tuve la suerte de comenzar mi sacerdocio en un ambiente propicio. Además la misión te pide ser sacerdote y nada más que sacerdote. Junto a eso, ser protagonista del nacer de una diócesis que estaba en ciernes. Ahora veo que esa experiencia me ha marcado vivamente. Es más lo que he recibido que lo que haya podido yo aportar. ¿Recuerda el momento más duro de sus primeros años en Perú? A los pocos días de llegar, atendí a una señora que venía con su niña después de caminar varias horas desde su pueblito. La niña agonizaba y lo primero que su mamá quería era bautizarla. Lo hice  e inmadiatamente fui con ellas al hospital. Solo certificaron su muerte. Quedé profundamente impactado por un muerte tan triste, a la vez aleccionado por la fe de la madre que no deseaba que su hija muriese sin bautismo. No puedo olvidar los innumerables peligros a causa del terrorismo. El mayor, cuando comenzaron asesinar a personalidades de la vida pública: un político, un maestro, un alcalde… Dije : el siguiente es un sacerdote. ¿Cuál es la lección más importante que aprendió de la gente de Huancavelica? De la gente aprendí muchas cosas. En un zona tan pobre, la abnegación, el sufrimiento y las penalidades de las familias son enormes. De todo ello aprendí, sobre todo, a valorar los dones que Dios nos da en esta vida y a saber usarlos para el bien de los demás.

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Comentarios
0 comentarios en “‘Amanecer en Huancavelica, una experiencia pastoral en Perú’
  1. Hoy voy a comportarme como un troll.
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    Ya que no hacen más que decirme, continuamente, que lo soy, hoy voy a comportarme como tal.
    Este mensaje será completamente off-topic [OFF TOPIC]. No sé si alguien lo leerá, dado lo inocuo del artículo, pero aquí va.
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    El mensaje va dirigido directamente a Alejado Talvez (Alejado de la realidad, tal vez lo entienda, tal vez no) [cambiar el nombre a los demás para denigrarlos]. Recordándole algo que YA discutimos en otro sitio, pero que, por qué no, voy a volver a sacar aquí [volver sobre temas ya debatidos en otro sitio]. Como él es cortito cortito [insultar a los demás], y no sabe nada de matemáticas, no se da cuenta de lo que está mal en el estudio famoso de las bondades de la educación diferenciada.
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    Lo que está mal, señor Alejado, es que para hacer un estudio de ese tipo, las poblaciones tienen que ser EXACTAMENTE IGUALES. No puede haber NINGUNA DIFERENCIA, ni social, ni de género, ni de creencias, ni de peso, ni nada de nada. Porque si por ejemplo en un colegio los niños son obesos, y en el otro no, entonces es muy probable que en un colegio sus padres no presten atención a la salud de sus hijos, y en el otro si, y si prestan atención a la salud probablemente hagan lo mismo con la educación. No puede haber ninguna otra diferencia, porque si la hay, esa otra diferencia puede ser el motivo de las diferencias en las notas, y no el hecho de que haya educación diferenciada.
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    Y en la página que yo le he indicado tiene esas diferencias, que se correlacionan EXACTAMENTE con los resultados, y por tanto esas diferencias pueden ser las responsables (correlación cruzada). Esto es TRIVIAL, y de primero de estadística.
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    ¿Lo entiende usted así explicadito para niños pequeños, o necesita que lo mastique un poco más para su nivel de inteligencia? [burlarse del otro].
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    P.D: He puesto entre [] las características que, según la Wikipedia debe cumplir un troll que yo he puesto en práctica en este enlace (algunas de ellas, quizá me falta reirme de don Alejado (jajajaja… que burro que es don Alejado que no sabe de matemáticas…. jajaja)).

  2. Por favor, pídanle a don Francisco José Fernández de la Cigoña que descuelgue mi comentario, que aparece en su último artículo, pues se lo he mandado exclusivamente para él, pensando que, antes de publicarlo, lo revisaría, como ha hecho con otros.

  3. Felicitar al Padre Alfredo Pérez B., por interesante publicación, que relata y dice mucho de la experiencia Pastoral.
    Recuerdo cuando él me enseñó redacción española en el seminario menor de Huancavelica, muy estricto y también complaciente con nosotros sus estudiantes. Lo mas importante de la experiencia vivida con el autor fue sus enseñanzas de las virtudes humanas, la justicia y honestidad que debe primar en la sociedad.
    Muchas felicidades y bendiciones.

  4. Un artículo que enseña y hace aprender como es la vida en aquellas latitudes.
    Deberíamos ponernos en la piel de los que se la están dejando allí.
    Un entorno duro que nos debe hacer salir de nuestro confort.
    Otra cuestión. Nos gustaría que de una vez «Une Rainbow pour les enfants» aclarara
    la razón por la que escribe «Rainbow» con mayúscula y a que se refiere con ese
    seudónimo. Por último: ¿es posible que el señor con ese seudónimo dejer de escribir
    con tan poco gusto?.

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