En un discurso en un mezquita de Ceuta, un imán sostuvo que la mujer que se perfuma es una fornicadora.
En los últimos días y tras los terribles asesinatos cometidos por los fundamentalistas islámicos, la comunidad musulmana se ha esforzado por desvincularse del islam radical.
Este ha sido el caso de los líderes musulmanes en Madrid que han condenado enérgicamente los atentados perpetrados por el ISIS y han acusado al grupo terrorista de representar la maldad y de no entender el islam.
«Hermanos musulmanes, adaptaos al país en el que vivís y respetad sus leyes», se ha podido escuchar en estos días en la mezquita de Madrid de labios del imán durante su predicación.
Sin embargo, esta adaptación de los musulmanes puede ser cuestionada si se tienen en cuenta discursos como el pronunciado hace tan solo un par de años por un estudioso del Corán en Ceuta, Malik Ibn Benaisa, en una televisión pública ceutí.
«Toda mujer que se perfume y sale de su casa paseándose delante de los hombres que huelen su perfume, esta mujer es una fornicadora«, fueron las rotundas palabras de este estudioso del libro sagrado durante su discurso.
Lejos de quedarse en este insulto a las mujeres que se echan perfume, continua: «Que Alá maldiga a las mujeres que se hagan tatuajes y que se depilen las cejas».
La «buena mujer musulmana» según este estudioso del Corán tiene, sin embargo, derecho a depilarse el entrecejo, en el caso de tener mucho pelo, para no parecer un hombre. Asimismo, deberá «cubrir sus pechos con un velo» y no limitarse al uso del hiyab. «Si una mujer musulmana se pone un hiyab pero luego se pone un pantalón ajustado y unos tacones y se maquilla, esto va en contra de lo que dice Mahoma», es la teoría planteado no en Arabia Saudí o Irak, sino en territorio español. Estas declaraciones de un líder musulmán hablando en una mezquita española fueron duramente criticadas por la opinión pública a causa del sometimiento de la mujer que reflejaban. Lo cierto es que episodios como el protagonizado por este estudioso del Corán plantean la cuestión de si realmente es posible excluir cualquier tipo de radicalización de la religión islámica.