por Lola González | 14 octubre, 2015El español salesiano Alejandro José León pide a los países europeos que «estén atentos» porque están llegando a Occidente musulmanes extremistas que «después harán mucho daño a Europa».
Tras las declaraciones del arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, que ha pedido prudencia a los gobiernos a la hora de acoger a los refugiados porque puede convertirse en un «caballo de Troya» en las sociedades europeas, un misionero español en Siria ha lanzado la misma advertencia a las autoridades.
El misionero salesiano Alejandro José León, que lleva en Siria desde el inicio del conflicto, ha aconsejado a los países europeos que acojan y atiendan a los refugiados pero que estén «atentos» porque entre estos se cuelan algunos «musulmanes extremistas».
Al igual que ha advertido Cañizares, este misionero español pone de manifiesto el peligro en el que se encuentra Europa: «Les digo estén atentos porque entre esta gente necesitada, cuántos musulmanes extremistas están llegando que después harán mucho daño en Europa».
Este misionero asegura que conoce de primera mano que desde Siria están llegando a Europa extremistas que se infiltran entre los refugiados «con muy malas intenciones», aprovechando la acogida que están brindando los países europeos a aquellos que huyen de la guerra en su país de origen.
Asimismo, este salesiano critica la gestión que ha hecho Europa de la crisis de refugiados. En su opinión, al no conseguir atender las peticiones de asilo de «tanta gente honesta y preparada» que entraría en Europa de forma legal, se ha producido «un bloqueo total» que ha favorecido la entrada ilegal y «la trata de seres humanos y las mafias que se han hecho millonarias». Un ejemplo de esta realidad es la historia del padre del niño que murió intentando llegar a las costas de Turquía.
Respecto al conflicto en Siria, León asegura que Europa se ha buscado «esta ola de inmigración» por el bloqueo económico hecho a Siria, que ha dejado a la población sin electricidad, comida ni trabajo. También ha afirmado que muchos sirios se muestran sorprendidos al saber que en Europa se habla del «opresor y el dictador Asad«.
«No es una guerra de buenos y malos. Hay ciudadanos sirios que dan la vida por Bashar Al Asad y otros que se oponen a él y hay ciudadanos honestos en ambos bandos», ha defendido este salesiano que también ha querido denunciar a los países que utilizan a Siria y a su población como «tablero de ajedrez» para conseguir sus propios intereses. «Asad es quizá el mal menor», añade.
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La pertenencia a la familia humana otorga a cada persona una especie de ciudadanía mundial, haciéndola titular de derechos y deberes, dado que los hombres están unidos por un origen y supremo destino comunes. (San JUAN PABLO II, Mensaje para la Jornada Mundial de la paz, 6 – 2005).
Los cristianos deberíamos acoger con afecto y respeto a los inmigrantes del Islam que llegan a nuestros países, del mismo modo que esperamos y rogamos ser acogidos y respetados en los países de tradición islámica. (EG, 253)
Exhorto a los países a una generosa apertura, que en lugar de temer la destrucción de la identidad local sea capaz de crear nuevas síntesis culturales. (EG, 210)
Es trágico el aumento de los migrantes huyendo de la miseria, que no son reconocidos como refugiados en las convenciones internacionales y llevan el peso de sus vidas abandonadas sin protección normativa alguna. (LS, 25)
Hemos de valorar la riqueza de los inmigrantes, cultivando la actitud de acogida y el intercambio enriquecedor, a fin de crear una convivencia más fraternal y solidaria. En un futuro próximo nuestra sociedad será, en mayor medida, multiétnica, intercultural y plurireligiosa. (Iglesia servidora de los pobres, 9)