Mensaje del Papa para la Jornada de la Vida en Irlanda

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A continuación, el mensaje su Santidad al pueblo irlandés con motivo de la Jornada de la Vida bajo el lema “Cultivar la vida, aceptar la muerte” Que esta Jornada lleve a un renovado reconocimiento del hecho que el derecho a la vida es el fundamento del desarrollo humano integral y la medida de una sociedad verdaderamente misericordiosa”, es el deseo del Papa Francisco para la celebración de la Jornada de la Vida en Irlanda, este 4 de octubre. En el día en que la Iglesia celebra la memoria litúrgica de San Francisco de Asís, el Santo Padre recordó en su mensaje enviado a la Iglesia de Dublín, las enseñanzas del Patrono de Italia, quien consideraba “cada vida como un don de Dios”. “Imitemos a Dios – dijo el Papa – y protejamos, tutelemos, defendamos toda vida humana, en particular aquellas de los más débiles y vulnerables: enfermos, ancianos, recién nacidos, pobres y marginados”. La Jornada de la Vida se celebra en Irlanda, Escocia y el Reino Unido en diferentes fechas. Pero es único el mensaje que las respectivas Conferencias Episcopales difunden para esta ocasión. Este año el tema elegido es “Cultivar la vida, aceptar la muerte”, dedicado a la cuestión del termine de la vida. El documento de los Obispos inicia con una citación del Papa Francisco, tomado del Mensaje para la Jornada Mundial del Enfermo 2015: “que gran mentira se esconde detrás de ciertas expresiones que insisten mucho sobre la calidad de vida, para llevar a creer que las vidas gravemente afectadas por enfermedades no serían dignas de ser vividas”. Por ello, los Obispos evidencian los “notables progresos médicos y tecnológicos” que hoy permiten a los enfermos crónicos recibir tratamiento adecuado, a los cuales es necesario estar agradecidos. Al mismo tiempo, el documento recuerda que “todos, antes o después, tendremos que morir” y que estos progresos “han llevado a decisiones complejas sobre los tratamientos médicos adecuados” en las personas en fin de vida. Por esto, la Iglesia local sugiere dos actitudes: el primero, recuerda que “nosotros amamos la vida”, porque “toda persona es amada por Dios y toda vida es un don precioso que no debe ser jamás destruido o descuidado”. De hecho, es equivocado “acelerar o provocar la muerte”, porque “Dios nos llamará a su debido tiempo”. En segundo lugar, los Prelados reafirman que se necesita “aceptar la muerte” y esto significa que es necesario evitar la insistencia terapéutica “cuando el tratamiento no tiene efecto o, perjudica a los pacientes”. Ante estas difíciles e importantes decisiones, los Obispos subrayan que se necesita una confrontación no sólo con expertos del sector, sino también, con la familia del paciente, “lugar privilegiado para la ayuda y la comprensión recíproca”. Es importante que en estas situaciones se dejen guiar por dos preguntas: ¿Esta decisión ama la vida? y ¿Aceptas la inevitabilidad de la muerte? “Se necesita buscar una respuesta a ambas preguntas – se lee en el documento – porque la vida es un don de Dios y la muerte es una puerta de acceso a una nueva vida con Él”.   Radio Vaticano.

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