Dulce Nombre de María

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Hoy celebramos la festividad del Dulce Nombre de María. Desde hace siglos, la Iglesia ha querido hacer énfasis en el nombre de la Virgen, nombre por el cual la invocamos a diario y aquél que el Ángel mencionó cuando le anunció su vocación.

La Madre de Dios fue elegida desde antes de nacer por el Señor para traernos la Salvación. Esta predilección, hizo que Dios quisiera que la Primera Portadora de Cristo tuviera una Concepción Inmaculada, sin pecado original, dentro de una familia santa, y también, que fuera llamada por el más dulce de los nombres.

El nombre de María, conocido en arameo como Miriam, tiene tres significados: doncella, señora y princesa. Todos éstos cumple la Santísima Virgen, que permaneciendo doncella concibió a Nuestro Señor por gracia del Espíritu Santo. La Virgen María es Nuestra Señora, y Señora del Universo, siendo coronada como Reina por la Trinidad Santísima. La Madre del Señor, es también princesa, por ser descendiente de la estirpe del rey David, según nos confirma San Juan Damasceno, Padre de la Iglesia, por lo que merece éste y muchos otros títulos.

El nombre de María es sin duda el más dulce de todos los nombres, y esa dulzura es la que hace que se despierte en nosotros un amor filial al invocar a la Hija Predilecta de Dios y Madre de toda la humanidad. Bajo su protección y su ayuda nos acercamos al Señor y a la Salvación. Es ella quien como Madre se enternece por sus hijos y aboga por ellos ante el Padre. El amor de Nuestra Madre, se despierta en nuestro interior cada vez que mencionamos su Dulce Nombre, aquél que el Ángel mencionó cuando le anunció su misión en la tierra: «Dios te salve María, llena eres de gracia…»

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Comentarios
7 comentarios en “Dulce Nombre de María
  1. No esperaba encontrar esto en wikipedia sobre María nuestra tan amorosa madre, a mí me pareció muy hermoso, nunca las había leído antes, son las llamadas paradojas marianas, las comparto:

    María es:
    la que dio el ser al creador de todo,
    la que engendró al mismo que la había creado a ella,
    la que existía antes que Dios se encarnara,
    la que encerró en su seno al Inmenso e Infinito,
    aquella que encerró en sus entrañas a quien no cabe en todo el mundo,
    la que sostuvo en sus brazos al que todo lo sustenta,
    la que tuvo obligación de ejercer vigilancia materna sobre el que todo lo ve,
    la que tuvo a su cuidado al Dios que cuida de todos,
    la que tocó los confines de quien no tiene fin.

  2. Estaba leyendo los otros artículos, y como un descanso vengo aquí. María,,,,,. Que por pronunciar tu nombre, se siente paz en el alma. San juan se recostó en el pecho de Jesús, eso viene en la Santa Biblia, pero qué de veces se recostaría el mismo Cristo en el pecho de su Madre. Virgen María, ruega a tu Hijo por la Santa Iglesia, mira…..

  3. Que bonito es en el idioma que sea, apenas un ligero movimiento de labios. Creo que es el cura de Ars, el que dice que al «chanclas» no hay que ni nombrarlo, pues oye su nombre y voltea a ver quién le llamó, pero ocurre igual con la Virgen María, ella voltea, ve, ¿quién la llama? ¿En que ayuda a quien la llama?, y es de solo pronunciar:
    MARÍA.

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