¿Quién es el joven que ha revelado la verdad sobre Planned Parenthood?

Con 26 años David Daleiden se ha convertido en el enemigo público número uno de Planned Parenthood después de que su ONG, The Center for Medical Progress comenzase a difundir vídeos con cámara oculta en los que se demuestra como diferentes delegaciones de dicha multinacional abortista (practica unos 300.000 abortos al año en Estados Unidos) discuten el precio de las partes de niño muerto que venderán a empresas de investigación médica. A la espera de la difusión de más videos, David ha difundido seis porque los jueces han paralizado cautelarmente la difusión del resto a petición de la Federación Nacional del Aborto y de StemExpress, una de las compañías involucradas en la compra de restos humanos para experimentación. David se unió con 15 años a su primer grupo provida. Durante sus estudios mantuvo su «pasión» por la lucha provida: «se me hizo claro que es lo que Dios quería que hiciese. Desde una perspectiva católica, pienso en ello como mi vocación. Cuando hago este trabajo, me acerca a Dios, a un mayor grado de intimidad con Él. Puesto que espiritualmente la lucha provida me beneficiaba, pensé centrarme en ella a tiempo completo«. En cuanto a la realización de los vídeos, confiesa que le sorprendió «lo fácil que fue acceder a los niveles más altos de Planned Parenthood diciendo que queríamos comprar sus trozos de bebé. Fueron las ´palabras mágicas´, el atajo para llegar al corazón de la industria del aborto». Aporta una consideración interesante sobre la actitud quienes practican los abortos, a quienes trataron de cerca durante sus negociaciones: «nos llamó la atención cómo afecta a muchos médicos abortistas su trabajo. Racionalizan o intelectualizan lo que hacen de todas las maneras posibles, o reconducen la discusión, de modo que no tengan que afrontar las consecuencias de sus actos. No quieren afrontar la turbación o el remordimiento que sienten». Y cuenta un caso concreto, el de la ya célebre dirigente de Planned Parenthood que aparece en el primero de los vídeos comiendo ensalada mientras habla de los trozos de niños que vende con aparente frialdad: «una de las abortista que conocimos, Deborah Nucatola, enmudeció hablando de los detalles concretos del procedimiento. Se le humedecieron los ojos, pero luego siguió adelante e intentó actuar como si nada hubiera pasado. No fue el único médico abortista de esta clase que nos encontramos». Daleiden reconoce que no se esperaba la repercusión mundial que han tenido sus vídeos gracias a internet y, en Estados Unidos, a la cadena Fox, única que ha informado sobre ello ante la censura de facto del resto de cadenas: «nos dimos cuenta de que teníamos una gran historia, pero no previmos la magnitud de la respuesta que iba a venir. Diez candidatos presidenciales, por ejemplo, han comentado los vídeos«. Actualmente hay dos iniciativas legales contra el Centro para el Progreso Médico, por parte de la National Abortion Federetions y de StemExpress, socio de la mayor parte de las delegaciones de Planned Parenthood en la recolección de trozos de cuerpos de bebé. Han conseguido medidas cautelares para evitar que se difundan los vídeos que faltan. Daleiden hace en este sentido una acusación estremecedora: «En un encuentro con la CEO de StemExpress, Cate Dyer, ella dice que la empresa ha recibido fetos completamente intactos. Ahora bien, si se utiliza un medio químico para matar al niño durante el aborto, mata las células y convierte el feto en inservible. Así que el niño ha tenido que nacer vivo y ser matado mediante vivisección o por congelación o en tránsito. La forma en la que murieron los niños es una cuestión legal, estamos hablando de infanticidio: están utilizando la demanda para encubrir las pruebas de una actividad criminal«. A pesar de ese obstáculo, David está convencido de que acabaremos conociendo el contenido de todos los vídeos: «anticipo que los vídeos que faltan saldrán a la luz en un futuro cercano«. Quienes se lucran con el aborto ven peligrar su negocio: «He recibido algunas amenazas, incluyendo algunas personas que dicen que me seguirán hasta mi casa y me harán cosas malas«. Pero, para David, ésa no es la peor respuesta: «para mí, la peor reacción es la de quien decide no ver los vídeos y, por el contrario, repite como un papagayo la estrategia mediática de los aliados de Planned Parenthood».