El siniestro negocio de la venta de órganos fetales que lleva a cabo la multinacional abortista ya fue destapado por la cadena ABC en el año 2000. En las últimas semanas, la sociedad estadounidense ha podido conocer el horror que se esconde tras la actividad del gigante del aborto Planned Parenthood, gracias a una serie de grabaciones con cámara oculta que revelan que la multinacional no sólo hace negocio del asesinato de bebés no nacidos, sino también de la venta de los órganos de los fetos abortados. Este otro negocio de Planned Parenthood al margen de la ley ha estado durante largos años amparado y financiado por el Gobierno estadounidense. Ahora, gracias a la investigación con cámara oculta de la asociación provida Centro para el Progreso Médico, los estadounidenses saben que su dinero sirve para financiar el tráfico de órganos humanos y se ha iniciado una campaña para que se retire la financiación con fondos públicos a la multinacional abortista. Sin embargo, el hecho de que las clínicas abortistas se lucran con la venta de los restos de los fetos a las empresas de investigación científica ya fue revelado por la cadena estadounidense ABC en el año 2000. Un reportaje con cámara oculta del periodista Chris Wallace, reveló que había indicios del nacimiento de una industria próspera, en la que los fetos abortados que supuestamente eran donados a la ciencia, realmente estaban siendo comercializados «por cientos e incluso miles de dólares». En la grabación con cámara oculta del año 2000 el protagonista es el Dr. Miles Jones, fundador de la organización Opening Lines dedicada a la venta al por mayor de tejido fetal. Miles Jones alardea en este vídeo de la gran cantidad de dinero que se puede hacer vendiendo los restos de los fetos abortados a empresas de investigación de células humanas o incluso universidades. Asegura, mientras come una sopa de langosta, que él es capaz de obtener hasta 2.500 euros por algunos de los fetos, descuartizados y vendidos por partes. La investigación de Chris Wallace de hace quince años confirma lo que muestran las nuevas grabaciones a directivos de Planned Parenthood: los procedimientos del aborto se alteran según los órganos que demandan los compradores y las mujeres intervenidas no conocen el negocio que hacen otros de los restos de los fetos. Tras la publicación de esta grabación, Planned Parenthood se apresuró a condenar a través de su presidenta, Gloria Feldt, el tráfico con órganos fetales y la actividad de Opening Lines. Felt se atrevió a declarar en ese momento que empresas como la del Dr. Jones eran «totalmente inapropiadas» y que si alguien cometía un delito como el tráfico de órganos «debía ser procesado». Unas declaraciones sorprendentes teniendo en cuenta que la investigación de la ABC había revelado que la empresa del Dr. Jones operaba en centros pertenecientes a Planned Parenthood. 15 años después, la investigación de la asociación provida Centro para el Progreso Médico y sus grabaciones a directivos de la multinacional abortista Planned Parenthood han vuelto a despertar el debate en Estados Unidos acerca del negocio del aborto. Sin embargo, durante más de una década, el Gobierno estadounidense ha estado financiando no sólo el asesinato de niños no nacidos, sino también el tráfico de órganos de seres humanos y este nuevo escándalo parece que no va a cambiar esta situación. El Senado estadounidense, a pesar de la propuesta del Partido Republicano, ha decidido en los últimos días seguir financiando con fondos públicos la criminal actividad de Planned Parenthood.
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He leido el articulo «Yo podria haber sido una de las victimas de Planned Parenthood» Estoy totalmente de acuerdo que matar una vida es quitar la oportunidad de existir a millones de ellas,. Yo fuí habanadinado tres veces por mi madre y gracias a que no existia el aborto hoy dos seres más existen y la posiblidad de continuación con mis hijos que tendrá a mis nietos. Estamos entrando en unos valores basado en el bienestar economico y materialista, el ser humano se deshumaniza y camina a su extinción. Es desolador ver como la humanidad avanza a pasos agigantados hacia su fin.