El Obispo de Alcalá de Henares, Juan Antonio Reig Pla, alerta de que ciertas referencias de Laudato Sii puedan ser utilizadas para defender una supuesta «canonización» de «La Carta de la Tierra» por el Papa. En la Encíclica del papa Francisco “Laudato Si’ sobre el cuidado de la casa común” (LS) el Santo Padre cita un texto de un documento llamado “La Carta de la Tierra” (CdT) y habla sobre el llamado “desarrollo sostenible”. Ahora el Obispo de Alcalá de Henares, Mons. Juan Antonio Reig Pla, ha publicado una Carta Pastoral titulada: “No hay ecología sin una adecuada antropología” (LS, 79). Mons. Reig explica en su Carta Pastoral que algunos elementos de la llamada “Carta de la Tierra”, entre ellos el texto citado por el Papa, pueden ser aceptados por los católicos; sin embargo, advierte también que el hecho de que el Papa cite unas pocas frases no quiere decir, en absoluto, que esté “canonizando” dicho documento; más aún, Mons. Reig afirma: “La Carta de la Tierra contiene en la literalidad de su redacción elementos radicalmente incompatibles con la Fe Católica”, como por ejemplo la definición panteísta, tipo New Age, que dicho documento hace de la paz: «la paz es la integridad creada por relaciones correctas con uno mismo, otras personas, otras culturas, otras formas de vida, la Tierra y con el todo más grande, del cual somos parte» (CdT, 16-f). Además, como explica Mons. Reig, La Carta de la Tierra asume y promueve explícitamente la ideología de género (CdT, 11 y 12) y la llamada salud reproductiva (CdT, n. 7-e). Precisamente el papa Francisco advierte en su Encíclica: “No es sana una actitud que pretenda «cancelar la diferencia sexual»” (LS, 155); y sobre el aborto: “tampoco es compatible la defensa de la naturaleza con la justificación del aborto” (LS, 120). Sobre el concepto de “desarrollo sostenible” Mons. Reig explica que éste se plasmó oficialmente en un documento, allá en los años ochenta del siglo XX, en el seno de la Comisión Mundial para el Medio Ambiente y el Desarrollo; se le definió como aquel crecimiento económico que satisface las necesidades del presente sin comprometer las posibilidades de las generaciones futuras para satisfacer a sus necesidades propias. Esta es la razón por la que la encíclica del papa Francisco hace suyo dicho concepto tal y como viene haciendo el Magisterio de la Iglesia desde hace años, pues, en su literalidad bien entendida, la definición no plantea ningún problema. Sin embargo, pronto se comprobó que muchas instituciones escondían detrás de las nobles palabras “desarrollo sostenible” aspectos radicalmente inmorales como la anticoncepción, la esterilización o el aborto. Saber esto, según explica Mons. Reig, es importante, pues, hoy por hoy, – en prácticamente todos los casos – los organismos internacionales, gubernamentales y muchas ONG atribuyen un contenido al concepto “desarrollo sostenible” que no coincide con el de la Iglesia Católica. Esta es la razón por la que la Santa Sede por boca de su Delegado en la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo de El Cairo en la que se trató el tema del “desarrollo sostenible”, aclaró: “Nada de lo que la Santa Sede ha hecho para llegar a este consenso ha de entenderse o interpretarse como una aprobación de conceptos que no puede apoyar por razones morales. En especial, no ha de entenderse que la Santa Sede acepta el aborto o que ha cambiado, de algún modo, su posición moral sobre el aborto, los anticonceptivos y la esterilización, o sobre el uso de preservativos en los programas de prevención contra el VIH o el SIDA”. Últimamente, la Santa Sede, en los organismos internacionales, prefiere utilizar la expresión “desarrollo humano sostenible” para resaltar de un modo más incisivo su propuesta específica sobre la materia. El papa Francisco matiza todavía más la expresión en la encíclica hablando de “desarrollo humano, sostenible e integral” (LS, 18).
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Bueno, no es ninguna novedad que las palabras de todos los Pontífices se sacan de contexto para que cada uno interprete lo que le dé la gana. Aquí mismo, de católicos, lo estamos leyendo a diario.
Y que tal Reig Pla para Barcelona……?
¿Era necesario utilizar una fuente espuria? ¿Era necesario contaminar una encíclica papal citando un documento que proviene de la masonería?
¿Es propio de una encíclica pontificia colar
textos de los que tenga luego que venir un obispo
a decirnos, ojo con esto?
……..
Vamos, ni de coña.
………
Hay degradación ambiental y degradación magsterial
que es mucho peor,
con el agravante de que esta última
tiene un nombre, que hasta ahora
los católicos respetábamos.
Totalmente de acuerdo con Reig Plá. La Carta de la Tierra es un documento diabólico, que, en palabras textuales, pretende reemplazar los 10 mandamientos por la ética de la tierra. Fue elaborada por dos personajes peligrosísimos de la masonería internacional como Gorbachov y Federico Mayor Zaragoza. me parece de una ingenuidad que raya lo temerario que Laudato Sí la cite varias veces de forma acrítica.
La llamada encíclica, es un panfleto que no pasa el examen de primero de carrera en los años 70, cuando los heróicos estudiantes de izquierdas aprobaban por aprobado general ya que no había clases; se llamaban asambleas. El Papa ha hecho el ridículo asumiendo un deterioro general ambiental que está por demostrar, pone como Magisterio ordinario algo no solo opinable sino detestable, afirma que se deteriora la vida de gran parte de la humanidad, cuando eso es mentira; lo contrario, poco a poco, pero lo contrario. Lo de la inhalación de los gases contaminantes por las hogueras para alimentación, es argumento propio de la Forcades: ¿cómo contaminar cocinando alimentos que no existen?. Habla de un papel que se desperdicia, cuando más del 70 % se recicla y el que se produce procede en un 80 % de bosques plantados para obtener pasta de papel. Y cuando habla del calentamiento global, miente abiertamente, porque está por demostrar; no hay evidencias y solo débiles indicios cuestionados entre otras cosas por el falseamiento sistemático de los datos a cargo de calentólogos. El papa se alinéa con la mentira y con una opción política, porque no es otra cosa lo del calentamiento y no tiene derecho a hacerlo porque habla también en mi nombre y yo digo que miente. Achacar a tan problemático cambio climático graves consecuencias «ambientales, sociales, económicas distributivas y políticas» es una idiotez. Cualquiera que haya leído un poco habrá oído hablar de las glaciaciones y los periodos interglaciares, en los que la participación humana fue exactameten cero, nada. Otra mentira. Y las idioteces del agua contaminante olvidan que son empresas participadas por naciones poderosas y la banca vaticana, las que contaminan; el resto es agua fecal, es decir, mierda, pobreza, miseria, de gentes que no tienen fuerza ni para invadirnos en patera y mueren como ganado en donde están confinados en espera de que los poderosos, que este bendito papa no tiene la gallardía de llamar por sus nombres, acudan a por el coltán, los fostatos, el otro, el petróleo. Todo mentira. Francisco: Benedicto te señaló el camino. Has escrito una estupidez innecesaria y nos has deshonrado a todos.
Gracias Reig Pla. El citar la carta de la tierra anticristiana y satánica no se le ocurre ni al que asó la manteca. A Padre Jorge sí. No hay derecho.
Lucas, añadiría a tu brillante relato, que el papa francisco es argentino, es decir, poco instruido en la metodología de la razón científica de la fe y mas dado al populismo.Espero que el Espíritu Santo le ilumine y cambie de dirección.
A mí es que lo que diga la Vulpes me trae sin cuidado, oigan…
Es una lastima que todos los comentarios y análisis se desgasten y pierdan tiempo en cuestiones retóricas y de semántica, cuando el problema requiere de soluciones con sentido de urgencia desde todos los niveles en que cada uno nos encontremos. Busquemos las coincidencias con nuestra visión y actuemos para hacer algo por que el cambio climático en toda su extensión, lo detengamos desde nuestra casa, comunidad o país, pero con acciones inmediatas.