Un millón de personas se congregan en la Plaza de San Juan de Letrán en Roma para defender el derecho de los niños a tener un padre y una madre. Numerosas asociaciones defensoras de la familia, movimientos y realidades eclesiales y miles de personas han acudido este sábado en Roma a una gran manifestación contra la llamada ideología de género, informa Zenit. Según los organizadores, se han congregado un millón de personas a pesar de las fuertes lluvias que se han registrado hoy en la capital italiana. La concentración ha tenido lugar en la céntrica Plaza de San Juan de Letrán, y su finalidad ha sido protestar contra la aprobación de una ley que permitiría introducir la ideología de género en las escuelas de Italia, a través de un curso de educación sexual. La movilización ha sido organizada por el comité “Defendamos a nuestros hijos” para “defender el derecho del niño a crecer con mamá y papá”, y ha contado con el respaldo de la Conferencia Episcopal Italiana. En esta plaza, que tradicionalmente acoge actos reivindicativos, se ha levantado un escenario con una pancarta en la que podía leerse “Defendamos a nuestros hijos. Stop teoría del género en las escuelas”, así como un crucifijo y una imagen de la Virgen María con el Niño. Una de las personas que ha subido al palco ha sido el iniciador del Camino Neocatecumenal, Kiko Argüello, que ha indicado a los numerosos presentes que “el Papa está con nosotros”. “He escrito al Santo Padre después de haber recibido cartas de algunas familias y me ha respondido el domingo pasado y me ha dicho que hay ideologías que colonizan las familias contra las que hay que actuar. Se equivocan si piensan que no le gustan las manifestaciones”, ha señalado en declaraciones recogidas por los medios. El acto ha contado también con la participación de numerosos musulmanes, que han estado representados en el escenario por el imán de la mezquita del barrio romano de Centocelle, quien ha asegurado que “también la comunidad islámica está contra este proyecto peligroso para la existencia de la humanidad”.
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Que repitan la manifestación el próximo Octubre, en la Plaza de San Pedro, a ver si el cardenal Kasper y resto de padres sinodales se enteran.
Pues ahí tienen el nuncio Galantino, el secretario Baldisseri, el relator Bruno Forte y el Lobby Gay Vaticanolo que el pueblo católico está pidiendo y los que no son católicos también: el matrimonio entre un hombre y una mujer, y la familia como Dios nuestro Señor la creó.
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La existencia de una minoría «diferenciada» no puede ser elevada a categoría de norma moral ni hay razón para hacerles sujetos de privilegios antinaturales.
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El CATECISMO DE LA IGLESIA CATOLICA ES EL VERDADERO CAMINO QUE DEBEMOS SEGUIR,
¿verdad que sí, Santo Padre Francisco?
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Díganoslo claro, porque la Iglesia entera está esperando escuchar semejantes palabras de sus labios para defenderse del asalto antinatural contra la familia que promueve el Lobby Gay internacional.
No permita que este grupo llegue a enturbiar la ley moral natural con el apoyo de la «quinta columna» que tienen infiltrada entre los que preparan el Sínodo de la Familia.
Yo propondría una manifestación por el derecho de los niños a que no les adoctrinen en ninguna religión desde bebés. A que les dejen crecer y elegir cuál debe ser su religión. ¿Por qué hay que adoctrinarlos en la religión de sus padres? A nadie se le ocurre adoctrinar a su hijo en el PSOEismo o el PPismo…
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¿Dónde está escrito ese «derecho» a un padre y una madre? ¿Qué debemos hacer con las madres solteras? ¿Quitarles el niño? ¿Y si es la madre del resultado de una violación, y no ha querido abortar? ¿Dónde queda ahí el derecho de todo niño a «un padre y una madre»?
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Seamos serios. Lo que no quieren es que los homosexuales tengan los mismos derechos que todos los demás. De lo contrario, mucho antes del matrimonio homosexual habrían cargado contra las madres solteras, y pedido que le quieran a su hijo y lo adoptaran (como sabemos algunos religiosos hicieron precisamente eso, saltándose algún que otro trámite, como Sor María, que si Dios existe estará ahora mismo ardiendo en el infierno por todo el mal que causó)
Dice Kiko: «El Papa está con nosotros».
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¿Ah sí? Pues eso lo dirás tú, porque Francisco no ha abierto la boca…
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¿Y los obispos, dónde estaban? Ah, que tampoco han ido. Vaya vaya… Me huele a mí que octubre va estar calentito.
“El Catecismo de la Iglesia católica que aprobé el 25 de junio pasado, y cuya publicación ordeno hoy en virtud de la autoridad apostólica, es la exposición de la fe de la Iglesia y de la doctrina católica, atestiguadas e iluminadas por la sagrada Escritura, la Tradición apostólica y el Magisterio de la Iglesia. Lo declaro como regla segura para la enseñanza de la fe y como instrumento válido y legítimo al servicio de la comunión eclesial. Dios quiera que sirva para la renovación a la que el Espíritu Santo llama sin cesar a la Iglesia, Cuerpo de Cristo, en peregrinación a la luz sin sombra del Reino.
Aprobar el Catecismo de la Iglesia católica, y publicarlo con carácter de instrumento de derecho público pertenece al ministerio que el sucesor de Pedro quiere prestar a la Santa Iglesia Católica, a todas las Iglesias particulares en paz y comunión con la Sede Apostólica: es decir, el ministerio de sostener y confirmar la fe de todos los discípulos del Señor Jesús (cf. Lc 22, 32), así como fortalecer los lazos de unidad en la misma fe apostólica.
Pido, por tanto, a los pastores de la Iglesia, y a los fieles, que reciban este Catecismo con espíritu de comunión y lo utilicen constantemente cuando realicen su misión de anunciar la fe y llamar a la vida evangélica. Este Catecismo les es dado para que les sirva de texto de referencia seguro y auténtico en la enseñanza de la doctrina católica, y muy particularmente, para la composición de los catecismos locales. Se ofrece también, a todos aquellos fieles que deseen conocer mejor las riquezas inagotables de la salvación (cf. Jn 8, 32). Quiere proporcionar un punto de apoyo a los esfuerzos ecuménicos animados por el santo deseo de unidad de todos los cristianos, mostrando con diligencia el contenido y la coherencia suma y admirable de la fe católica. El Catecismo de la Iglesia Católica es finalmente ofrecido a todo hombre que nos pide razón de la esperanza que hay en nosotros (cf. 1 P 3, 15) y que quiera conocer lo que cree la Iglesia católica.”
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Juan Pablo II, Constitución Apostólica promulgando el Catecismo de la Iglesia Católica con carácter de instrumento de Derecho público.